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CRÍTICA

Crítica de 'Los años nuevos': Un relato natural y realista sobre el amor y toda una generación

La nueva serie de Rodrigo Sorogoyen, Paula Fabra y Sara Cano es, gracias a su guion y al trabajo de sus protagonistas Iria del Río y Franceso Carril, una historia realista que rebosa naturalidad.

Por Amaia Sanz Equiza Más 28 de Noviembre 2024 | 13:55
Escribo sobre películas y series porque no puedo vivir dentro de ellas.

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Iria del Río y Francesco Carril como Ana y Óscar en el primer episodio de 'Los años nuevos'
Iria del Río y Francesco Carril como Ana y Óscar en el primer episodio de 'Los años nuevos' (Movistar+)

Rodrigo Sorogoyen se ha unido a Paula Fabra y Sara Cano para crear 'Los años nuevos'. La serie de Movistar+ se centra en Ana y Óscar, dos treintañeros que se conocen el 31 de diciembre de 2015 y cuya historia vamos conociendo a través de las nocheviejas de la siguiente década. Cada capítulo corresponde a uno de estos 10 años y los 5 primeros ya están disponibles en la plataforma.

Las expectativas con Sorogoyen siempre están por las nubes, sobre todo tras el éxito de 'As bestas', que fue galardonada con 9 Goyas entre los que se encontraban el de mejor película y mejor director. Con una serie mucho más íntima y romántica que 'Antidisturbios', el guionista y director se alía de nuevo con Movistar+, esta vez acompañado por Fabra y Cano, que ya habían trabajado juntas anteriormente en 'Ángela'. Juntos han conseguido crear una historia de amor que acaba convirtiéndose en un retrato generacional para los millenials, pero con el que todos nos podemos sentir identificados.

Ana y Óscar durante su viaje a Berlín en el capítulo 5
Ana y Óscar durante su viaje a Berlín en el capítulo 5 (Movistar+)

Cuando se conocen, ambos acaban de cumplir 30 años, pero sus vidas no pueden ser más diferentes. Ana con todo patas arriba, mucho más espontánea e impulsiva; Óscar médico, trabajo y amistades estables, un tipo serio. Dos estereotipos que no sorprenden, ya que la chica alocada y el tipo con los pies en el suelo es algo que hemos visto demasiadas veces. Pese a que esto pueda dar cierta pereza por resultar estereotípico, lo bueno de esta serie es que consigue profundizar en los personajes e ir más allá de esas características iniciales.

10 años a través de un día

La gran dificultad de esta serie se encuentra en el hecho de que solo ves un día de sus vidas, pero tienes que ver la evolución de 10 años (5 en la primera parte). Los creadores han conseguido un guion que resulta creíble, una historia en la que hay mucho que no ves, pero aún así no sientes que te estés perdiendo todo. Ese punto medio es el que hace que entiendas lo que pasa y que empatices con los personajes mientras quieres saber más, porque hay cosas no resueltas.

Aún así, hay capítulos en los que sientes que no está pasando nada. Es evidente que no tendría ningún tipo de sentido que todo lo que pasase en las vidas de Ana y Óscar se concentrase en la noche del 31 de diciembre, pero hay veces que pasa tan poco que sientes que no avanza la trama. Puede resultar lenta por momentos, o como si algunas escenas (o incluso algún capítulo) no fuesen necesarias para contar la historia. Igualmente todos los episodios son los suficientemente interesantes en sí mismos como para que quieras aguantar hasta el final.

Ana y Óscar junto a sus amigos celebrando la Nochevieja de 2016 en el segundo capítulo
Ana y Óscar junto a sus amigos celebrando la Nochevieja de 2016 en el segundo capítulo (Movistar+)

Es cierto que, por momentos, sentía que estaba viendo una versión más adulta de 'Siempre el mismo día', ya que la trama es, a grandes rasgos, la misma. Todos sabemos que ya está todo inventado y que crear algo completamente nuevo es muy difícil, pero en este caso las similitudes son muy evidentes.

De todos modos, en cuanto a intimidad y madurez, está muy por encima de la serie británica. En la ficción de Sorogoyen se trata la historia de una forma más adulta y el foco no es la parte romántica de la relación. Cuando ves esta serie lo que más te interesa no es que Ana y Óscar acaben juntos, lo que quieres es ver su dinámica, la de dos personas que se quieren y que se acompañan pero que, también, crecen y viven en solitario. Lo verdaderamente importante es el paso del tiempo, la fluidez de las relaciones y el acompañamiento mutuo entre dos personajes a lo largo de 10 años en los que todo su mundo cambia.

La naturalidad, el punto fuerte

La elección de Iria del Río y Francesco Carril como protagonistas es, sin duda, uno de los grandes aciertos de esta ficción. La naturalidad e intimidad que han construido entre ambos es el punto fuerte de 'Los años nuevos'. Es evidente que partían de un guion en el que esto ya estaba presente, pero su excepcional trabajo hace que te creas lo que están diciendo. Conversaciones que podrías tener tú con tu entorno, los silencios, los gestos, las actitudes... absolutamente todo resulta tan realista y familiar que empatizar con los personajes es algo natural.

Sorogoyen junto a Iria del Río y Francesco Carril durante el rodaje de 'Los años nuevos'
Sorogoyen junto a Iria del Río y Francesco Carril durante el rodaje de 'Los años nuevos' (Movistar+)

La primera etapa de la serie está muy centrada en la relación de ambos y sus altibajos. Se conocen, comienzan a estar juntos, viven su relación y rompen. Podría ser ya una serie completa por sí sola, pero entendemos que la segunda parte llega para complementar este relato con capítulos que, según prometen sus creadores, están más enfocados en el crecimiento individual de cada personaje. Resulta muy orgánica la división en dos partes de la temporada porque, pese a que te quedas con ganas de más, el capítulo 5 se siente como un punto y a parte en la historia de Ana y Óscar.

Y luego está lo que sin duda ha sido mi cosa favorita de esta primera parte: las escenas en las que los protagonistas analizan una relación ajena. Amigos, familia, desconocidos... en cada capítulo son personas diferentes a las que ven y sobre las que realizan elucubraciones. Es el hilo conductor perfecto en esta historia ya que, a través de esas pequeñas historietas, se muestran diferentes puntos de las relaciones como el amor adolescente, la viudedad o el matrimonio.

Con una banda sonora perfecta a cargo de Nacho Vegas que acompaña a Ana y Óscar a lo largo de su relación, estos 5 episodios son una narración muy íntima y personal de esta historia de amor. Pero, más allá de eso, se trata de un retrato realista de aquello que conocemos como generación millenial. La esencia de la serie, al igual que la de sus personajes, está impregnada por la forma de entender la vida y las relaciones de los que pertenecen a esta.

La segunda parte llega a Movistar+ el jueves 12 de diciembre de 2024.

8
Lo mejor: El trabajo de Iria del Rio y Francesco Carril y la naturalidad de los diálogos.
Lo peor: Puede resultar lenta en algunos momentos.