Como cada año, unas semanas antes de que se celebre la gala de los Oscar, todos aquellos que están nominados en cualquier categoría, se reúnen en el Hotel Beverly Hilton de Los Angeles para subir los niveles de glamour a cotas alarmantes.
Todos los presentes celebraron juntos sus respectivas nominaciones comiendo juntos y haciéndose la habitual foto grupal, en la que destacan la ausencia de Benedict Cumberbatch, Ethan Hawke y Meryl Streep, candidatos a mejor actor/actriz y la radiante sonrisa del elegante presentador de este año, Neil Patrick Harris, cuyo sitio no parecía muy cómodo. El director Alejandro González Iñárritu tampoco asistió, seguramente porque no puede abandonar el complicado rodaje de 'The Revenant'.
Algunos de los actores tuvieron la oportunidad de agradecer a la Academia su candidatura en un breve discurso, mientras Harris no paraba de repetir que "vamos a pasar juntos una noche de los Oscar donde todo va a ser hilarante". Oprah Winfrey, en calidad de productora, y Clint Eastwood, también como productor, dieron el toque de la veteranía.
Recomendaciones
Craig Zadan y Neil Meron, productores de la gala del próximo 22 de febrero, volvieron a hacer sus habituales recomendaciones para los futuros ganadores y sus discursos. "No improviséis", decía Meron, "hacedlo personal, divertido y sincero. ¡Y no hagáis listas!", subrayó, haciendo referencia a los típicos discursos en los que se nombra a toda la familia y amigos. Una vez alcanzado el micrófono, los ganadores solo tienen 45 segundos disponibles.