El novel -al menos, tras la cámara- Bryan Bertino dirige a Liv Tyler, Scott Speedman, Sterling Beaumon, Peter Clayton-Luce, Glenn Howerton, Laura Margolis y Gemma Ward en 'Los extraños', película de suspense y terror basada en hechos reales que se ha convertido en la sorpresa de la taquilla veraniega estadounidense, cosechando cerca de sesenta millones de dólares con un presupuesto que no alcanzaba ni los diez millones.
James a pedido a su novia Kristen en matrimonio, pero ésta no está preparada. Así pues, lo que debía ser una noche de celebración en una solariega y recóndita casa alquilada por James, termina yéndose al traste. Pero, por desgracia para ellos, la pesadilla no ha hecho más que comenzar. Son las cuatro de la madrugada y alguien llama a la puerta: ¿está Tamara?, pregunta una joven. A partir de ese momento, tres encapuchados acosarán a la pareja, que deberá permanecer unida con tal de sobrevivir.
Resulta inacabable la lista de películas que, antes de llegar al público mayoritario, han sido catalogadas como película de culto -algunas por derecho propio, otras ni de lejos- para terminar cayendo en el olvido o, peor aún, en esa ignominia conocida como indiferencia. 'Los extraños' resulta ser un buen ejemplo de ello: una película que ha recibido (relativas) buenas críticas por (una parte de) la prensa (norteamericana), llegando incluso a ser catalogada por algunas mentes calenturientas como el (enésimo) renacimiento del cine de terror.
Y la verdad, no es para tanto. Ni de lejos.
Todo hay que decirlo, tampoco resulta nada extraño que algunos consideren la película de Bryan Bertino como un verdadero soplo de aire fresco para un género que, como el western, ha sido enterrado en inumerables ocasiones, sobretodo si tenemos en cuenta que, por un lado, el cine de terror actual no para de brindarnos bluffs como 'Una noche para morir', 'Llamada perdida', 'The eye', 'Retratos del más allá', 'Moscow Zero', 'Muertos vivientes', 'White Noise 2: la luz', 'Cabeza de muerte', 'Negra Navidad', 'Cocodrilo, un asesino en serie' o 'Turistas', mientras que el más que reivindicable noveau horreur galo- 'À l'intérieur', 'Ils', 'Alta tensión', 'Calvaire'...- apenas sí pisa nuestras carteleras.
Típico American Gothic
Volviendo a 'Los extraños', cabe decir que la ópera prima de Bryan Bertino contiene ciertos elementos -entre los que no se encuentra la originalidad- que la hacen relativamente interesante, como un reencuentro/homenaje con el cine de terror eminentemente norteamericano de las décadas de los setenta y principios de los ochenta, cuyo máximo exponente en la actualidad no es otro que el comúnmente infravalorado Rob Zombie. En efecto, 'Los extraños' contiene todos los elementos típicos de buena parte del American Gothic, como pueden ser una casa solitaria perdida en mitad de la nada y un acoso y derribo sin motivo aparente por parte de unos agresores desconocidos, a la par que un terror basado en la expectación, o lo que es lo mismo, en el hecho de que los asesinos de turno juegan a atemorizar a sus víctimas y, por ende, al espectador.
Cualquiera que tenga una mínima cultura del cine de terror, habrá caído en la cuenta de que la premisa de Los extraños puede calificarse de mil y un modos excepto de original, pudiendo citar decenas y decenas de ejemplos que irían desde la contundente 'Perros de paja' de Sam Peckinpah o 'La última casa a la izquierda' de Wes Craven hasta títulos más recientes como 'Habitación sin salida' o la anteriormente citada 'Ils', título con el que 'Los extraños' mantiene tantas coincidencias que el calificativo de plagio asoma en lontananza con total descaro, al igual que -en menor medida- con 'Funny games'.
Así pues, Bryan Bertino juega constantemente con la baza de ese terror tan cotidiano como aleatorio con el que el espectador se siente fácilmente identificado bajo la típica premisa de le podría pasar a cualquiera, manteniendo más o menos en tensión al espectador sin contabilizar apenas víctimas a lo largo de su hora y media de metraje. Dicha aleatoriedad queda enfatizada por el recurso de la máscara -que tantas y tantas veces hemos visto en títulos como 'La noche de Halloween', 'Viernes 13', 'Scream'...- como reflejo de la deshumanización de los agresores, es decir, como alegoría de la falta de justificación en sus acciones, que en el caso de Los extraños culmina con un a priori insulso desenlace, pero cuya total falta de glamour -incluso desgana, diría- se le antoja a un servidor -tras dejar reposar la película unas horitas- tremendamente efectivo, consecuente y, por encima de todo, perturbador.
Fuera de este aspecto, 'Los extraños' no contiene apenas incentivo alguno, pues las interpretaciones resultan meramente solventes, la tensión es constante pero nunca insoportable, su verosimilitud es más que discutible, y si pasas miedo durante su visionado es que tienes un grave problema. Lo cierto es que el grueso de la película, tras unos primeros compases en los que su director pretende aproximarnos a sus protagonistas para aumentar la complicidad con el público, es una mera de sucesión de correrías, ruidos procedentes del exterior, gritos, innumerables tropiezos con el mobiliario y unos irritantes a la par que recurrentes altibajos volumétricos en la banda sonora.