Fue gracias al apabullante éxito de 'Atracción Fatal', el film de Adrian Lyne de 1987, que se puso de moda el thriller erótico.
La perfecta mezcla entre suspense, romance y sexo en clave softcore fueron los ingredientes principales de una fórmula que, en muchas ocasiones, bebía directamente del cine negro y los melodramas, siendo una especie de vuelta de tuerca de aquellos géneros del Hollywood clásico bajo un prisma donde la sexualidad sustituía a la sensualidad.
Directores de culto
Con algunos títulos estrenados a principios de los noventa, fue gracias a Paul Verhoeven y su 'Instinto básico' que el thriller erótico tocó techo. Tanto Michael Douglas como Sharon Stone se convertían en iconos del subgénero. Él ya había sufrido la locura de Glenn Close en 'Atracción fatal', y poco después le tocaría ser víctima de un escandaloso 'Acoso'. Ella consiguió con su Catherine Trammell redibujar el concepto de femme fatale, algo que continuó explotando a lo largo de la década.
Directores de la talla de William Friedkin, David Cronenberg, Stanley Kubrick o Roman Polanski cosecharon el thriller erótico, dando algunos de los títulos más representativos del mismo, los cuales recuperamos en un artículo dispuesto a hacer subir la temperatura.
Los mejores thrillers eróticos de los 90
'Labios ardientes'
El sexto largometraje como director de Dennis Hopper llegó en 1990 a modo de neo-noir. Basado en la novela de Charles Williams 'Hell Hath No Fury', 'Labios ardientes' estuvo protagonizada por Don Johnson, Virginia Madsen y Jennifer Connelly.
Con ellos, Hopper consiguió caldear el ambiente dada la sensualidad que desprenden sus personajes, los cuales le dan una vuelta de tuerca a los esquemas del cine negro, pese a que algunas escenas en las que Madsen debía salir desnuda, finalmente fuesen omitidas antes del rodaje.
'Instinto básico'
Lo que muchos tacharon en su momento de sexista por mostrar a una Sharon Stone en plan femme fatale dominatrix, debe ser entendido como alegato feminista en toda regla, pese a que la Catherine Trammell que interpreta la actriz sea una maquiavélica psicópata que disfruta jugando al gato y al ratón con la policía, amén de un Michael Douglas que quedaba obnubilado ante una Stone puramente magnética y sexual, la cual convirtió la secuencia del interrogatorio (con cruce de piernas sin ropa interior incluido) en una de las escenas más icónicas del cine de los 90.
Con 'Instinto básico', Paul Verhoeven firmó uno de sus grandes hitos en Hollywood y definió a la perfección el la etiqueta de "thriller erótico".
'Lunas de hiel'
En 1992 Roman Polanski firma su largometraje número catorce, convertido en título de culto en el que se dan la mano las fantasías sexuales y la pasión desenfrenada.
En ella, Kristin Scott Thomas y Hugh Grant son Fiona y Nigel, un matrimonio aparentemente idílico que durante un crucero en el que celebran su séptimo aniversario de boda, entablan una relación de amistad con Mimi, una seductora mujer con el rostro de Emmanuelle Seigner. Ella viaja junto a su marido paralítico (Peter Coyote), quien insta a Nigel a que seduzca a Mimi, contándole con todo lujo de detalles cuáles son las fantasías más ocultas de su mujer antes de que él se quedase postrado a una silla de ruedas.
'Mujer blanca soltera busca...'
Junto a 'La mano que mece la cuna' e 'Instinto básico', 'Mujer blanca soltera busca...' conforma una triada de títulos que definieron el thriller de los noventa.
Dirigida por Barbet Schroeder, nos presenta a Jennifer Jason Leigh interpretando a Hedra Carlson, una joven que responde al anuncio de un periódico en el que Alison Jones (Bridget Fonda) busca compañera de piso. Poco a poco, la total admiración de Hedra hacia su nueva compañera acabará convertida en una relación de celos enfermizos que derivará en un acoso terrible hacia Alison.
'Sliver (Acosada)'
Un año después de haberse entregado en cuerpo y alma con 'Instinto básico', Sharon Stone continuó indagando en el thriller erótico con 'Sliver (Acosada)', film dirigido por Phillip Noyce que adaptaba una novela de Ira Levin (autor de 'La semilla del diablo' y 'Las mujeres perfectas').
Stone se convertía en el capricho de un voyeur al que interpretó William Baldwin, con quien mantendrá una tórrida relación una vez se mude a un lujoso apartamento de Manhattan, donde una serie de terribles crímenes han tenido lugar.
'El cuerpo del delito'
Madonna ya había perdido la vergüenza mucho antes de rodar 'El cuerpo del delito', pero no cabe duda a que poco le importaba cuál podía ser el resultado de este título, dirigido por Uli Edel y que co-protagonizó junto a Willem Dafoe.
Ganadora del Razzie a la Peor Actriz, no solo nos regaló algunos de los diálogos más sonrojantes del cine de los noventa, sino que retrataba a la ambición rubia como la bomba sexual que ella se empeñó en demostrar que era, pues tan pronto es capaz de matar a polvos a un amante, como hacer que su abogado defensor (Dafoe) caiga rendido ante sus encantos. Además, nos descubría una nueva utilidad para las velas y la cera caliente, idóneas para una sesión de sadomaso low cost.
'El color de la noche'
Aquella en la que Bruce Willis se pegaba unos cuantos revolcones junto a Jane March y que tenía una escena en la piscina que muchos recordarán.
Lástima que eso sea lo único que recordemos de 'El color de la noche', thriller psicológico de alto contenido sexual dirigido por Richard Rush, en el que Willis encarnaba a un psicólogo atormentado por el suicidio de una paciente. En la búsqueda de su redención, se instala en casa de un amigo que le confiesa que está siendo amenazado, hasta que aparece muerto y el protagonista entablará una relación puramente carnal con una misteriosa mujer.
Le llovieron nueve nominaciones al Razzie, y por méritos propios se alzó con el de Peor Película de 1994.
'Acoso'
Dirigida por Barry Levinson (y basada en una novela de Michael Crichton), en 1994 nos llegaba 'Acoso', aquella en la que Michael Douglas volvía a interpretar a un hombre que caía en las redes de una femme fatale, esta vez interpretada por una inmensa Demi Moore en el rol de Meredith Johnson, personaje que soltaba por la boca algunas de las obscenidades más escandalosas del momento, entre las que destaca aquello de "¿Me metes la polla en la boca y ahora tienes un ataque de moralidad?".
En modo Harvey Weinstein, Demi ponía contra las cuerdas al protagonista de este tecno-thriller que desde aquí reivindicamos como pieza de culto, y por cuya incorrección política muchos se escandalizarían hoy en día.
'Jade'
En 1980 William Friedkin ya se había adentrado en terreno caliente con 'A la caza', pero fue en 1995 cuando perfeccionó su técnica en dicho campo gracias a 'Jade', thriller policíaco protagonizado por Chazz Palminteri, Michael Biehn, David Caruso y una Linda Fiorentino en plan femme fatale moderna, y que recuerda al que había encarnado un año antes en 'La última seducción'.
Escrita por Joe Eszterhas (guionista de 'Instinto básico' y 'Sliver (Acosada)', en esta historia sobre corrupción y mentiras, el sexo y la lujuria tendrán un protagonismo absoluto, aunque Friedkin apostase por el misterio y no se recrease en el erotismo, el cual acabará resultando un tanto tosco pese a la total entrega de Fiorentino.
'Crash'
Basada en la novela homónima de J.G. Ballard, en 1996 David Cronenberg estrenaba 'Crash', Premio Especial del Jurado en Cannes con el que levantó ciertas ampollas por lo que contaba.
Protagonizada por James Spader, Holly Hunter y Rosanna Arquette, nos adentra en el mundo prohibido de las filias sexuales de dos desconocidos que se acaban de conocer estando ingresados en el hospital. Ambos se adentrarán en una vorágine de placer en la que mucho tendrá que ver la sinforofilia, excitación sexual derivada de la observación y representación de desastres como incendios o accidentes de tráfico.
'Juegos salvajes'
Podemos declarar el de 'Juegos salvajes' como uno de los tríos más calientes del cine mainstream, y es que para el recuerdo quedó aquella escena en la que Matt Dillon, Denise Richards y Neve Campbell se lo montan entre derroche de champagne y mucho vicio contenido.
En este neo-noir dirigido por John McNaughton, el calor de Florida no será lo único que haga subir la temperatura, pues para eso ya teníamos también a las dos protagonistas dándose un mítico revolcón en la piscina, a Kevin Bacon en pelota picada en la ducha o a una Theresa Russell encarnando a una tan insaciable como millonaria mujer que decidirá llegar hasta el final con la acusación de violación que su hija ha presentado ante los tribunales.
'Eyes Wide Shut'
'Eyes Wide Shut' vio la luz a modo póstumo, pues se estrenó en cines poco después de la muerte de Stanley Kubrick, quien con ella firmó un título puramente testamental en el que abrazaba el drama, la intriga, el terror e incluso ciertos despuntes hacia el surrealismo.
Contando lo que bien podría definirse como una de las crisis de pareja más tétricas del cine, Tom Cruise y Nicole Kidman (la pareja de moda en el Hollywood de 1999) se convierten en los títeres de un realizador que no solo consiguió de ellos unas de sus mejores interpretaciones, sino que parecía vaticinar que la sesión de sexo que ambos se prometen al final del título para afianzar su matrimonio, nunca llegó a buen puerto.