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CRÍTICA

'Los mercenarios 2', El retorno de los reyes

La secuela de 'Los mercenarios' es todo lo que se podía esperar de ella, con más leyendas y más explosiones. Que se abstengan los débiles, Stallone y compañía no dudarán en dar espectáculo.

Por Jesús Agudo Más 18 de Agosto 2012 | 11:08
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Es bastante fácil imaginarse qué pensó un fan del Arnold Schwarzenegger más duro cuando vio en el cine el póster de 'Junior'. ¿Qué hace su ídolo con una barriga a punto de explotar? Resulta bastante obvio que ese seguidor del austríaco preferirá escuchar veinte veces "I'll be back" que volver a verle embarazado. 'Los mercenarios 2' es el sueño de ese amante de la acción.

Los mercenarios 2

Todo el que haya visto 'Los mercenarios' sabrá lo que hay, de hecho no creo que alguien haya entrado en una sala a verlo y le haya sorprendido que, en esencia, hablemos de casi dos horas de violencia y chascarrillos. No será mucho más, pero es justo lo que se pide. Lo sabe una persona que lleva décadas haciendo sólo eso: Sylvester Stallone.

En esta ocasión no se pone detrás de las cámaras como director, cediendo el honor a Simon West ('Con Air', 'Tomb Raider'). Stallone firma el guión, y algo ha aprendido entre la primera y segunda entregas, y es sobre todo a controlar su ego. 'Los mercenarios 2' es una cinta mucho más coral, no podía desaprovechar semejante elenco.

Piezas de museo

Parecía difícil, pero el equipo ha conseguido ampliarse con los sueños de todo seguidor del cine de acción. Schwarzenegger, Chuck Norris y Jean-Claude Van Damme son algo así como los dioses mayores del género, que puedan aparecer es todo un lujo, y encima lo hacen con su momento de gloria para que, si la aparición es breve, nos deje plenamente satisfechos.

Los mercenarios 2
La película cuenta con tal cantidad de guiños a anteriores trabajos que sólo los fieles a estos musculados, operados y arrugados héroes de acción podrán disfrutar por completo de la película. No sólo sirve como homenaje, sino también como una manera perfecta de reírse de sus ganas de seguir dando guerra, a pesar de que deberían ir pensando en retirarse. Saben que son antiguallas, pero quieren demostrarnos que están más en forma que muchos de nosotros.

Porque lo están, no sólo físicamente, sino también con una inventiva en el arte del matar que hacen de la secuela un espectáculo visual todavía mayor. ¿Un helicóptero abatido por una moto? Sólo podían hacerlo ellos. Deslumbrante y atronadora, la cinta deja pocos momentos de tregua para respirar ante tanta sangre y violencia explícita, no apta para cardíacos.

Si hablamos de la película de acción definitiva, está claro que el guión es lo de menos. Las excusas para iniciar los disparos son a cada cual más básica y absurda. Salvo lo ingenioso de los chistes y las coreografiadas peleas, el libreto no sirve ni de pisapapeles. Este género es así, evasión total, simple y llanamente. Y vaya si lo consigue.

Pocas cosas le sobran a este cóctel molotov de la violencia extrema. Quizás abarcaba ser un poco más bestia. Quizás los personajes de Yu Nan y Liam Hemsworth (más la primera que el segundo) no terminan de encajar en el reparto de viejas glorias. Aunque, por suerte, la batuta la sigan llevando Statham, Lundgren y compañía. Van Damme, por su parte, cumple perfectamente su labor de villano absolutamente típico. ¡Si hasta se apellida Vilain!

Puede haber muchas razones para lapidar a 'Los mercenarios 2'. Pero cualquier persona que lo haga sobra directamente en las salas donde la proyecten. A los que les atraigan las historias profundas, una dosis justificada y controlada de violencia y buenas interpretaciones creo que no hace falta decirles que ninguna de estas cosas van a estar en el metraje de la película. Pero los que llevan esperando con fervor el estreno de esta segunda entrega saben a lo que van y les encanta. Stallone y compañía también lo saben, y por eso han diseñado el delicatessen de los mamporros. Con todos sus ídolos haciendo lo que mejor saben hacer: matar. Sin chorradas, sin otra intención más que la de divertir a los que puedan soportarlo. Es una película de género realizada por los catedráticos del género. Es prácticamente imposible salir decepcionado.