Cuando la gente piensa en 'Gru, mi villano favorito' unos seres amarillos empiezan a jugar en su memoria, dejando al villano titular en un segundo plano, pero eso no significa que no tenga importancia. Tras la presentación de 'Los Minions' en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, los críticos estadounidenses han comenzado a publicar sus opiniones.
En general los comentarios positivos hasta el momento, destacando que estos personajes siguen aportando una dosis de comedia incomparable, aunque a nivel narrativo no ha convencido tanto. Esta dualidad es comentada por Fionnuala Halligan de Screen Daily: "'Los Minions' es un placer sorprendentemente demente. Una fusión loca y vital, a la vez que simple, de humor adulto fuera de compás y la sensibilidad de un bebé anárquico. (...) Narrativamente 'Los Minions' tienen una impredecible energía que encaja con cómo los niños cuentan sus propias historias ("y después... y después... ¡y después!")."
Por lo tanto es un producto infantil, que puede enamorar también a parte del sector adulto, con una narrativa algo desorientada, pero la locura parece estar asegurada. La película lleva por todo el globo y varias épocas, lo cual para Peter Debruge de Variety remarca la mayor falta de la cinta: "La larga lista de personajes y localizaciones en la primera media hora, que incluye Egipto, Transilvania, Rusia, el Polo Sur, Nueva York y Orlando, ya sugiere lo desarticulada que está la película a un nivel puramente narrativo, con cada escena pareciendo más concebida individualmente que como parte de un todo. (...) Los minions, como los buenos secuaces que son, nunca aprenden ni cambian, siempre acaban metidos en variaciones de la misma situación."
Dejar sin habla
El mayor reto al que se han tenido que enfrentar los responsables de esta cinta animada es que los seres protagonistas realmente no hablan, sino que se comunican de una manera prácticamente incomprensible, que puede dificultar el avance de la trama. Eso es lo que destaca Boyd van Hoeij en THR: "Uno se da cuenta rápidamente del loco reto que esta película ha debido ser. No solo sus personajes son incapaces de expresarse en inglés pleno (aunque 'WALL-E: batallón de limpieza' demostró el potencial de esa restricción), sino que sus personalidades son tan abiertas a ser explotadas que debe haber un millón de ideas que no han podido incorporar a la película."