Los Pitufos regresan con una nueva historia de las simpáticas criaturas azules creadas por Peyo. En esta ocasión, los Pitufos viven felices en su aldea, totalmente reconstruida tras la catástrofe provocada por Gargamel en su última visita. Aunque no todos están tan contentos, pues Pitufina cumple años, y como cada vez que llega una fecha que debería ser feliz, tiene una pesadilla en la que recuerda cuál es su verdadero origen, que nos lo descubre Los Pitufos 2.
Muy lejos de allí, en París, Gargamel se ha convertido en un famoso mago, y acompañado del malvado y a la vez simpático Azrael, intenta conseguir la esencia pitufa que tanto anhela y que necesita para convertirse en el amo del mundo, pero para ello necesita a la Pitufina. Con ese propósito ha creado a dos pseudopitufos, Vexy y Hackus, los Malotes, fundamentales para secuestrar a una Pitufina, que cree que sus amigos Pitufos se han olvidado de ella.
Pero ni Papá Pitufo ni los demás estarán dispuestos a que nada le pase a Pitufina, por lo que organizan un plan de rescate con los más preparados, eso sí, Torpe, que tantos problemas provocó en la primera parte, vuelve a hacer de las suyas y consigue entrar en la expedición y llevarse con él a Gruñón y Vanidoso.
Su primera parada es Nueva York, donde pedirán ayuda a sus viejos amigos, Patrick y Grace Winslow, a quienes conocieron en su primera aventura. En esta ocasión no están solos, pues los años han pasado y ambos son padres de un niño al que llamaron Blue en honor a los Pitufos. No se puede obviar la presencia de Victor Doyle, padrastro de Patrick, que también se une a la tropa para ayudar, o al menos intentar, que Pitufina no se pase al lado oscuro.
Todos se van a París, otro gran escenario para los nuevos avatares de una película que pese a que es muy entretenida no logra captar la atención del espectador tanto como en la primera, o al menos no a los adultos, porque a buen seguro esta cinta entusiasmará a los más pequeños de la casa, que se quedarán absortos siguiendo escena a escena las tropelías de Gargamel y las aventuras de los Pitufos.
La perfección técnica de 'Los Pitufos 2'
Neil Patrick Harris vuelve a estar sublime en su papel de Patrick Winslow, donde ha madurado con respecto a la primera película. El actor, acostumbrado a la comedia, sabe cómo interpretar drama en los momentos en los que la cinta así lo pide. Lo mismo ocurre con Jayma Mays (Grace), cuya dulzura se come la cámara. Ni qué decir tiene que el malvado Gargamel sigue siendo uno de los puntos fuertes de 'Los Pitufos', algo en lo que Hank Azaria tiene mucho que ver.
A nivel técnico no se puede ofrecer ni una sola mala palabra, pues aquí sí que supera a la primera. No es tan fácil realizar una película en la que solo unos personajes son animados, y el largometraje que dirige Raja Gosnell consigue una calidad que envuelve al espectador, y que hará las delicias de los niños presentes en la sala. A ese respecto es absolutamente brillante.
Así, dos años después de estrenar la primera parte de 'Los Pitufos', Sony Pictures espera revalidar el gran éxito en taquilla que supuso la película. Las bazas son muchas, aunque lamentablemente, 'Los Pitufos 2' no consigue mantener el nivel de su predecesora.