En septiembre del año pasado fue estrenado el remake de 'Los Siete Magníficos' dirigido por Antoine Fuqua. Después de seis meses, el Corte Inglés ha lanzado esta exclusiva versión steelbook en Blu-Ray. Para aquellos que fantaseen con llenar sus estanterías de ediciones únicas, para aquellos que disfruten con una buena película de tipos duros en el antiguo oeste, es el momento de emocionarse. Nosotros hemos tenido la oportunidad de tener entre nuestras manos esta belleza, y así os lo presentamos en este genial unboxing.
8 curiosidades sobre Denzel Washington
Sin dobles
¿Dobles para Denzel? Por favor. No es que sea un actor especializado en el género de acción, pese a que el thriller trepidante y vertiginoso se haya convertido en un territorio que Washington ha transitado con bastante frecuencia en la última etapa de su carrera, pero algunos de sus trabajos han requerido un importante esfuerzo físico que el actor siempre ha querido afrontar él mismo.
Sin dejar de admirar la labor de los dobles, esencial para la industria pese a que cueste encontrar un aplauso unánime, Denzel siempre ha tenido claro que su compromiso con los papeles que interpreta es máximo. Por eso se empeña en interpretar las escenas más peligrosas sin más ayuda que su talento. No llega al nivel casi suicida de Tom Cruise, pero menos es nada.
Elecciones fallidas
Si uno repasa con detalle la carrera de Denzel, un ejercicio que asegura un buen atracón de buen cine, descubrirá que está repleta de grandes personajes. Un ojo clínico para la elección de papeles que, pese a haberse relajado ligeramente en los últimos años, sigue manteniendo un colchón lo suficientemente considerable como para estar más que tranquilo. Pero, atención, Washington también ha dejado pasar más de un tren que, por desgracia, nos ha privado de más cantidad de carisma marca de la casa en la gran pantalla.
Pese a que el actor se empeña en aclarar que no le pesa lo más mínimo haber dicho que no a películas como 'Amistad' o 'Michael Clayton', si que hay una negativa que le escuece. Y no es para menos. Porque, Denzel, entre tú y yo, si te llama David Fincher para protagonizar 'Seven', tienes que decir que SÍ. Y lo sabes. Evidentemente, Washington ya ha aclarado en numerosas ocasiones que se arrepiente de no haber liderado la obra maestra que revolucionó el thriller.
Infancia complicada
Denzel no tuvo una infancia fácil, ni mucho menos. Y no sería por el modelo familia que tenía en casa, desde luego, ya que su padre era pastor de la Iglesia Pentecostal y su madre, dueña de un salón de belleza, cantaba cada semana en el coro gospel. Sin embargo, con diez años, Washington se aburrió de sermones y peinados y se lanzó de lleno a la calle en compañía de jóvenes pandilleros con quienes cometió algunos delitos.
Sus padres, horrorizados, decidieron entonces mandarlo a un reformatorio, una elección que tendría unas nefastas consecuencias, puesto que Denzel sufrió abusos sexuales por parte de otros chicos mayores que él. Una etapa de la que saldría apoyándose en la religión, una tabla de salvación que el actor no se ha cansado de recordar siempre que ha tenido oportunidad y por la que se le ha señalado en alguna ocasión como un auténtico fanático. Pero ahí entramos en terreno de suposición. Cuidado.
Washington y Mandela
Una de las mejores anécdotas relacionadas con Denzel tiene a Nelson Mandela como auténtico protagonista. Y al mismísimo Rocky como secundario de lujo. Bien, nos situamos en Los Angeles, casa de Washington, pongamos que miércoles. El teléfono suena, Denzel lo coge y suena la voz del líder sudafricano avisándole de que en los próximos días irá a comer. Lo que no podía esperar Denzel, o quizás sí, pero no en las dimensiones que vamos a explicar, era la compañía con la que vendría Mandela, nada más y nada menos que cincuenta profesionales de seguridad, más varios helicópteros sobrevolando la casa de manera incesante.
Un ambiente estupendo al que se quiso sumar Sylvester Stallone, vecino de Denzel, que se presentó en el encuentro y pidió formar parte de él. Denzel accedió encantado y aseguró que Mandela pasó un estupendo rato en compañía del actor, ya que era un gran aficionado al boxeo. Y, claro, no todos los días tiene uno la oportunidad de conocer, al mismo tiempo, a Huracán Carter y Rocky Balboa.
And the Oscar goes to...
La distancia que separa a Denzel Washington de su tercer Oscar tiene nombre: Casey Affleck. A estas alturas de la carrera, ya podemos admitir que, salvo sorpresa mayúscula, la estatuilla dorada caerá en las manos de uno de estos dos intérpretes. Denzel por 'Fences' y Affleck por 'Manchester frente al mar' pelearán hasta el final por un galardón que, en el caso de Washington, supondría un hecho histórico. O mejor dicho, la confirmación de la leyenda. Y es que estamos ante el primer actor afroamericano en ganar dos estatuillas de la Academia y el tercero en alzarse con un Oscar a Mejor Actor en la categoría protagonista.
Sus interpretaciones en 'Tiempos de gloria' y 'Training Day', puro espectáculo, fueron las afortunadas, pero en el tintero quedan seis nominaciones que, de haber finalizado en premio, no hubieran levantado ninguna polémica. Ese tercer Oscar es cuestión de tiempo. Quizás, de meses.
No enfades a Denzel
Denzel no está considerado el tipo más simpático de la industria. Sus entrevistas solamente pueden terminar de dos formas: muy bien o muy mal. No hay término medio. Sin embargo, muchos de sus compañeros de profesión han declarado en numerosas ocasiones su admiración y cariño hacia el actor, sirva como ejemplo esa Julia Roberts emocionadísima a la hora de entregarle su Oscar por 'Training Day'. Pero no todos han tenido tanta suerte. Una de las broncas más sonadas de Denzel no ocurrió en una rueda de prensa, ni en uno de los numerosos actos de promoción de sus películas, no, sucedió en un plató, en medio del rodaje de la película 'Marea roja' y tuvo como villano a, nada más y nada menos, que Quentin Tarantino.
Al parecer, el director de 'Pulp Fiction' se encargó de escribir algunos diálogos adicionales para la película dirigida por Tony Scott, por lo que decidió acudir al rodaje para comprobar si estaban quedando bien. Denzel, nada más verle, se dirigió hacia Tarantino para recriminarle que usaba demasiadas veces la palabra "nigger" en sus guiones, forma despectiva para referirse a las personas de color. El bueno de Quentin se lo tomó con calma y le pidió al actor que se fueran a hablar a un sitio apartado para no llamar la atención, pero Washington se negó, retando al director a tener esa conversación en público. Tarantino dijo que no y se marchó. La consecuencia directa de este enfrentamiento fue una década completa sin hablarse, una etapa conflictiva que finalizó con 'Django desencadenado', película que contó con la hija de Denzel en tareas de ayuda de montaje. Aprovechando su situación, la pequeña Washington consiguió establecer la paz entre ellos. Final feliz. ¿Lección? No se juega con Denzel.
Ni una gota más
Una de las últimas y más brillantes interpretaciones de Denzel corresponde a 'El vuelo', una película dirigida por Robert Zemeckis que encontraba en Washington su virtud más destacada, puede que la única. Una de las características de su personaje, clave para el desarrollo de la historia y su pretendido alcance emocional, era el problema con el alcohol en el que acababa sumido. Una experiencia que Denzel mostraba en pantalla con toda la grandeza y el talento que se le presupone pero que, en esta ocasión, tenía más implicación personal de lo normal.
Y es que el actor ha sufrido esa misma enfermedad en numerosas ocasiones a lo largo de su vida, llegando al punto de necesitar la ayuda de profesionales acudiendo a varias clínicas de desintoxicación. En cualquier caso, esa etapa parece superada y Denzel continúa alejado del alcohol. Ni una gota más.
La Profecía Washington
Atención, estamos ante una de las historias más alucinantes que rodean la vida de Denzel. Al parecer, de niño, el actor se encontraba pasando el rato en la iglesia en la que trabajaba su padre cuando se le acercó una mujer conocida en el barrio por su capacidad para adivinar el futuro y le confesó que había escrito una profecía sobre él. Un texto escrito en un papel que le entregó antes de marcharse y en el que estaba escrito que, el día de mañana, Washington hablaría delante de millones de personas, quienes le escucharían atentamente.
El actor guardó el papel durante varias décadas, comprobando cómo se iba cumpliendo tras cada nuevo triunfo de una carrera que, más allá de profecías, continúa siendo un auténtico ejemplo para la industria y para el resto de sus compañeros. Denzel Washington. Un referente.