Wes Anderson es un director curioso. Admite admiración por esos cineastas camaleónicos capaces de adaptarse a cualquier género, pero donde él realmente se siente a gusto es en su propio terreno personal; lleva la fidelidad a su estilo hasta las últimas consecuencias. Este viernes se estrena su última obra: 'Moonrise Kingdom', y para celebrarlo esta semana el Club de Cine tendrá temática Anderson.
Sin moraleja
A 'Los Tenenbaums. Una familia de genios' le pasa como al resto de películas de la filmografía de Wes Anderson (exceptuando quizás 'Fantástico Sr. Fox'): no va sobre nada. O al menos sobre nada en particular; cada protagonista tiene sus propios problemas y durante el transcurso de la cinta luchan por superarlos. A lo largo de ese camino se encontrarán, se darán fuerza los unos a los otros y aprenderán a mejorar su vida aprendiendo de los conflictos ajenos. Y en este film es donde mejor se puede observar, pues es el que más dividido tiene el protagonismo de sus personajes. El gran mérito de Anderson es conseguir un relato brillante de una familia como los Tenenbaums en vez de una historia dispersa como podría aparentar por su argumento.
Presentada como si se tratara de un libro, la cinta narra cómo una familia desestructurada que lleva años sin verse se reencuentra. El desencadenante será, en gran medida, Royal Tenenbaum - un hilarante Gene Hackman -, que al verse en quiebra decide que debe volver a reunirse con su mujer, de la que aún no se había divorciado, y sus hijos. A cualquier precio.
Una comedia atípica
Esta forzada reunión familiar provocará sonorísimas carcajadas en aquellos que disfruten con el tipo de humor que se gasta Anderson. Y es que todo lo que vemos en el film es imposible de categorizar como normal. Las situaciones rallan la incoherencia y la absurdez, jugando con esos disparates de forma que el espectador se haga cómplice de los mismos y goce entrando en este particular mundo. La complicada personalidad de los personajes es parte de este "juego", ya que la falta de madurez que todos ellos tienen, aún siendo adultos, se convierte en eje central y conductor del argumento, mientras nos engancha y consigue arrancarnos una sonrisa en multitud de ocasiones.
Pero no solo hay humor en 'Los Tenenbaums'. El drama también se presenta como protagonista absoluto de varios segmentos del metraje; mención especial a la escena que interpreta Luke Wilson a ritmo de Elliott Smith: uno de los grandes picos del film que es difícil de olvidar. Con Wes Anderson se torna complicado intentar predecir qué va a ocurrir en el siguiente "capítulo": su constante juego con lo descabellado y su poco cariño por el convencionalismo lo convierten en un cineasta que ama lo inesperado; pero nunca usando giros de guion sin sentido o inexcusables, siempre sirviéndose de la trama al mismo tiempo que la alimenta.
Familia de excéntricos
'Los Tenenbaums' es una comedia en la que es posible que ni siquiera te rías. Su humor es tan especial que entra dentro de lo factible que te acabe gustando pero no hayas pasado de la sonrisa. En cualquier caso, Anderson te lo pone fácil para que disfrutes de Luke Wilson hasta los topes de barba, de Ben Stiller como un padre de dos hijos obsesionado por la seguridad, de Owen Wilson como escritor drogadicto, de Gwyneth Paltrow como la silenciosa y excéntrica hermana adoptiva de la familia... todo un cóctel de carismáticos personajes a los que es sencillo cogerle cariño. No aprenderás nada sobre el concepto de familia, pero sí habrás disfrutado con esta familia; con ésta en concreto.
