Bill Nighy tiene esa virtud casi indescriptible de algunos actores de no necesitar hacer casi nada para terminar arrasando con casi todo. Es una cuestión de presencia absoluta, de rollo total, de estilo, elegancia y sentido del ritmo interpretativo. El británico, con una extensa y variada trayectoria a sus espaldas tanto en cine como en televisión y teatro, se ha convertido en una de esas estrellas cuya aparición en pantalla se recibe siempre con merecido entusiasmo.
Es lo que tiene el valor seguro, la certeza de estar ante un actor que, ya sea en tonos cómicos o en el dramatismo más contundente, parece estar siempre cómodo, controlando la situación y vibrando al mismo nivel que el resto de elementos que dan forma a la historia. Con la admiración, el respeto y el cariño de crítica, público y compañeros de profesión más que afianzado, Nighy ha sabido asentar los pilares de una carrera repleta de aciertos y pequeños grandes clásicos.
En ese sentido, las diez películas que aparecen en este especial ejemplifican ese talento tan especial de Nighy, ese aura tan característica, esa personalidad tan arrasadora. Un intérprete que consigue mejorar todas las propuestas en las que participa con la sencillez que reside en el talento de los gigantes. Sin estridencias ni artificios. Haciendo fácil lo realmente complicado. No se admiten imitaciones, siempre Nighy.
Los mejores papeles de Bill Nighy
'Love Actually'
No importa el momento. Tampoco la hora ni el lugar. Cuando uno se encuentra ante la oportunidad de volver a ver 'Love Actually', cero dudas, lo hace. Imposible resistirse a una película que funciona a la perfección como declaración de amor capaz de mezclar la ternura, la diversión, la resignación y el encanto con una facilidad pasmosa. Sonrisas cómplices y lágrimas fugitivas en cantidades industriales.
Repleta de personajes y escenas maravillosas que se han convertido en parte de la memoria cinéfila de varias generaciones, especialmente esa estrella rock pasada de rosca y tiempo interpretada con dosis extra de carisma por Bill Nighy, la cinta escrita y dirigida por un Richard Curtis especialmente inspirado, sigue sobreviviendo con apabullante destreza al paso del tiempo. Nada ha envejecido ni muestra rastro de óxido en una película que sigue brillando con la fuerza del primer día.
'Siempre locos'
Motivado por la sorpresa general que supuso 'Full Monty' entre crítica y público solamente un años antes, el director Brian Gibson y los guionistas Dick Clement e Ian La Frenais orquestaron una propuesta muy similar en fondo y forma titulada 'Siempre locos' y ambientada en el mundo del rock. Una cinta amable, simpática y alejada por completo de la excelencia que, sin embargo, funcionaba de manera más que aceptable en su condición evidente de entretenimiento nostálgico y bienintencionado para toda la familia.
Un logro tan sencillo como admirable que habría sido completamente imposible de consigue sin la entrega total de un fantástico elenco de intérpretes donde destaca, una vez más, Bill Nighy, presencia incontestable capaz de combinar la melancolía, el humor y el sarcasmo con suma facilidad. Otro trabajo sobresaliente para su catálogo.
'La librería'
'La librería', una de las mejores películas, con diferencia, de la carrera de Isabel Coixet, está repleta de grandes momentos, instantes de cine auténtico, sensible y emotivo en los que la directora cede el espacio justo a sus intérpretes para que la historia fluya de una manera envidiable. Y lo que ocurre es que, en muchos casos, cuenta con el talento apabullante de Bill Nighy para cumplir a la perfección con el objetivo.
Hablamos de un actor inmenso que lleva décadas demostrando su genialidad a la hora de dar vida a cualquier tipo de personaje, siempre desde un compromiso y una entrega con la historia absolutamente ejemplar. En 'La librería', Nighy roba cada uno de los planos en los que aparece y muestra una química tan maravillosa con la estupenda Emily Mortimer que no queda otra opción que quitarse el sombre ante él. Sí, otra vez.
'Pride (Orgullo)'
Apoyada en un reparto cinco estrellas en el que brillan especialmente gigantes del tamaño de Bill Nighy e Imelda Staunton, dos intérpretes con capacidad total para llenar la gran pantalla, 'Pride (Orgullo)' consigue divertir y emocionar de la manera más natural posible, esquivando las zancadillas lacrimógenas, evitando el tono panfletario, tratando a todos y cada uno de sus personajes con sumo cariño, cediendo espacio a la reflexión sin empañar el tono familiar de la propuesta.
Como si de una unión entre Ken Loach y Richard Curtis se tratara, la película transcurre con un ritmo impecable, escenas repletas de ternura, cantos a la libertad que ponen los pelos de punta y abrazos que colocan el nudo en la garganta. No se trata de una obra maestra, tampoco lo pretende, sino de una admirable historia real protagonizada por personas normales convertidas, con el paso del tiempo, en auténticos héroes.
'Una cuestión de tiempo'
Todo en 'Una cuestión de tiempo' tiene gracia, inteligencia y mucho, muchísimo, encanto. Especialmente porque el maravilloso Richard Curtis se centra en contar esta historia desde la humildad y la naturalidad, sembrando el camino de giros emotivos que funcionan hasta la lágrima, sí, pero también de golpes de humor perfectamente insertados a lo largo de dos horas que pasan en un suspiro.
Acompañados por un conjunto de secundarios que, como siempre ocurre en el cine de Curtis, consiguen tu simpatía desde el minuto uno, los protagonistas de esta historia de amor tan fantástica como universal, tan atípica como reconocible, consiguen saltar de la pantalla y pasar de personajes a personas. Lo que les ocurre te interesa, te divierte y te emociona. Un pastel en el que la guinda viene representada por la relación entre un padre, interpretado de manera apabullante por la mejor versión de Bill Nighy, y su hijo. La relación paterno - filial, tema recurrente en toda la obra de Curtis, ofrece los momentos más conmovedores de una película que se ve con una permanente mezcla de sonrisa y nudo en la garganta.
'El exótico hotel Marigold'
La sensación que uno tiene al ver 'El exótico Hotel Marigold' es similar a la que transmite Dev Patel a lo largo de toda la cinta, es decir, el placer absoluto de ver en pantalla a, nada más y nada menos, que Judi Dench, Bill Nighy, Maggie Smith, Tom Wilkinson, Celia Imrie, Ronald Pickup y Penelope Wilton. Casi nada. Un reparto de ensueño que, junto a la calmada dirección de John Madden, elevaban la cinta por encima de la media. Se ve, se disfruta y se olvida con la misma facilidad, sí, pero uno siempre volvería a pagar una entrada por reencontrarse con este grupo de leyendas, aunque sea para verlos en modo vacaciones pagadas.
'Radio encubierta'
Para los melómanos, 'Radio encubierta' es una de esas joyas ocultas de los últimos años que guardamos como tesoro personal. Si conectas con todo el universo que plasma Curtis con talento total, estás más ante un parque de atracciones de sentimientos que frente a una estampa hippie y musical de un determinado momento histórico. Con una de esas bandas sonoras incontestables, auténtico festival de melodías y estribillos imbatibles, el director redondeaba una jugada repleta de nostalgia y cariño. Y encima contaba con un Bill Nighy pletórico en cada una de sus escenas, como demuestra la maravillosa imagen que ilustra este texto. Imprescindible.
'Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto'
Condenado por un amor imposible, Davy Jones apareció en 'Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto' con la contundencia que siempre atesoran los personajes marcados por la inspiración total de las musas. Así, cuando muchos creíamos que ningún villano podría superar el magnetismo y la personalidad de Héctor Barbossa, nos encontramos con un ser mitad humano y mitad criatura marina que superó todas las expectativas.
En términos puramente cinematográficos, Jones es un personaje inolvidable, definido con una técnica perfecta e interpretado con el talento siempre ejemplar del gran Bill Nighy. En lo que afecta directamente a la saga, es un hallazgo absoluto, una de las mejores aportaciones que ha realizado 'Piratas del Caribe' al género blockbuster.
'Diario de un escándalo'
No debe ser nada sencillo aguantar la mirada de dos auténticas leyendas como Cate Blanchett y Judi Dench, excepto si eres un intérprete de la talla de Bill Nighy. 'Diario de un escándalo', además de ser una de las mejores películas británicas de la pasada década, es un pulso extraordinario y fascinante entre dos actrices inmensas al que se sumaba con gusto un Nighy capaz de mantener el listón a la misma altura del infinito. Generoso, cómplice y especialmente contenido, estamos ante uno de los trabajos más impecables de la trayectoria del actor.
'Su mejor historia'
'Su mejor historia' es una de esas películas que no engañan, que se comportan exactamente de la manera en la que uno puede imaginar cuando se sienta en la butaca dispuesto a disfrutar de ella. Todo es elegante, sofisticado, dramático sin excesos, divertido sin carcajadas, emotivo sin entusiasmo y disfrutable sin excusas. Una propuesta medida al milímetro y plenamente eficaz que encuentra en el reparto al mejor de los aliados posibles. Y es que, tanto Gemma Arterton como Sam Claflin, pasando por un fantástico Bill Nighy capaz de convertir a su personaje en una de esas presencias que se echan en falta cuando no están en pantalla, hacen de 'Su mejor historia' una experiencia todavía más satisfactoria. No inventada nada, pero asegura un rato más que agradable.
