Brian Wilson fue vocalista y líder de los Beach Boys desde que comenzasen su andadura en los primeros 60. Radicados en Hawthorne, California, los componentes de la banda eran tres hermanos, Brian, Carl y Dennis Wilson, un primo de la familia, Mike Love, y un compañero de clase de Brian, Al Jardine. Otro miembro, Bruce Johnston, se uniría a la formación más adelante para reemplazar a Brian durante las giras y actuaciones en vivo.
Fragmentación temporal y fragmentación sensorial
'Love & Mercy' relata varios periodos de la vida del carismático líder. A través de continuos flashbacks se nos da a conocer la post-adolescencia de Wilson, sus primeros problemas psicológicos y los inicios de la banda. Así, la película se escinde en dos, como parece estarlo la mente de Wilson. Del presente del genio venido a menos, ya adulto, saltamos al Wilson joven, optimista y de creatividad trepidante. Esta estructura bipolar salta a la vista sin prestarse a malas interpretaciones, incluso siendo dos los actores que se alternan en la representación de un mismo personaje.
Asimismo, hay otras dos facetas que se entrecruzan, en este caso de manera menos clara, tal vez por la intrínseca dificultad en que lo hacen en la realidad del genio: su relación con la música y su relación con todo y todos los demás. ¿Cuál era (y es) la enfermedad de Wilson? ¿Era (y es) esquizofrénico? La película no ofrece un diagnóstico certero, no pone nombre concreto a la patología, al menos no en palabras. Y he aquí uno de los grandes logros del film: consigue transmitir a través de imágenes, de las interpretaciones de sus protagonistas, el sufrimiento padecido por Wilson.
John Cusack interpreta el papel de Brian Wilson en la actualidad que abarca el film (un Wilson en torno a los 40). Cusack recupera la credibilidad, después de años (y muchos) de interpretaciones cuestionables en películas flojas. Sin lugar a dudas, es su mejor papel desde que hiciese de Rob Gordon en 'Alta Fidelidad' (2000).
Pos su parte, Paul Dano, en el rol del Wilson adolescente, se consagra como actor de primer orden. Consigue transmitir con verosimilitud el infierno que, según se nos cuenta, vivió el músico. Sí, supera a Cusack, y en todos los sentidos. Como sucede en el biopic y pese a que sea paradójico, es como si Cusack (o el Wilson adulto) haya llegado a ser quien es solo gracias a que antes ha sido Dano (o el Wilson joven). Dicho con otras palabras: Cusack son los restos de Dano, la genialidad devenida casi en caricatura. Paul Dano ya no es una promesa. Es una estrella dramática.
Uno de los principales traumas de Wilson es la relación con su padre. Debido a las palizas que este le propinaba (al igual que a sus hermanos) perdió un 96% de capacidad auditiva en el oído derecho, siendo solo un chiquillo. Los abusos de su padre, físicos y, sobre todo, psicológicos, marcarían la conducta de Wilson de por vida. 'Love & Mercy' deja claro que esta figura paterna fallida, que ejerció mal tanto de padre como de representante musical, es un obstáculo que el músico no ha logrado superar.
Perfecto... pero quizá demasiado
Si de algo peca 'Love & Mercy' es de mostrarnos a un Brian Wilson demasiado perfecto. Entrañable en todo momento, solo puede echársele en cara su introspección. Incluso en los accesos paranoides dan ganas de perdonarlo. No, nadie es tan genial por genio que sea. Tal vez influya el hecho de que Wilson y su esposa sigan vivos.
Dirige Bill Pohlad, un desconocido hasta la fecha, sobre un libreto firmado por Oren Moverman y Michael A. Lerne. Con todo, y pese a ese ligerísimo regusto a homenaje condescendiente, 'Love & Mercy' es un retrato verosímil de uno de los músicos más influyentes del siglo pasado y, a la par, más desconocidos por el gran público.
Sin trucos, sin alardes técnicos, 'Love & Mercy' contiene lo que necesita: la elección de las escenas más oportunas, la estructura idónea para retratar al personaje al que pretende dar a conocer y la carga dramática precisa por parte de los intérpretes, tanto principales como secundarios.