Nuevamente dirigida por Eric Darnell y Tom McGrath, y contando con las voces -en su versión original- de Ben Stiller, Jada Pinkett-Smith, David Schwimmer y Chris Rock entre otros, 'Madagascar 2: escape to Africa', llega a nuestras salas este fin de semana simplemente como 'Madagascar 2'.
La película retoma la historia de Álex, Gloria y compañía, los animales del zoológico de New York que acabaron en la isla de Madagascar. Tras mucho esfuerzo por parte de los sesudos pingüinos, los animales conseguirán poner nuevamente en marcha el avión estrellado, reemprendiendo su camino de vuelta a casa. Por desgracia, el viaje de retorno los llevará a la sabana africana, a una reserva natural donde Alex, el león, se reencontrará con sus padres, y donde deberá demostrar su valía.
Pocas veces un servidor se había aburrido tan soberanamente en un cine como con la primera entrega de Madagascar, estrenada en 2005. Por tanto, superar la calidad de su predecesora no ha supuesto problema alguno para esta nueva entrega de la saga, si bien el producto ofrecido, en líneas generales, se encuentra muy por debajo de los títulos de la propia Dreamworks, por no hablar ya de su directa competidora, Pixar.
Momentos geniales en un mar de tedio
Como suele ocurrir con los títulos estrenados por la factoría animada creada por Steven Spielberg, 'Madagascar 2' se enfoca abiertamente hacia un público eminentemente infantil, inundando de momentos musicales de aire revival un metraje que, incluyendo dichas secuencias, apenas supera los ochenta minutos.
Todo hay que decirlo, la calidad de los gags mejora notablemente en comparación a su predecesora, focalizados casi exclusivamente en los pingüinos capitaneados por Skipper -los cuales ya tuvieron un especial navideño para ellos solos-, Julien, el rey lémur, y la terrible anciana que ya repartiera estopa en la primera entrega. Por desgracia, el handycap de 'Madagascar 2' radica en su propio fondo, pues sus personajes protagónicos apenas sí llegan a conectar con el espectador, sus aventuras apenas sí nos interesan o inquietan en lo más mínimo, y el éxito de sus bufonadas depende en exceso de a quién tienen a su lado.
A esto cabe sumarle una clara influencia de esa mítica cinta de animación que es El rey león, película de la que 'Madagascar 2' se nutre ávidamente tanto para confeccionar su entramado como para plagiar directamente a algunos de sus personajes; y si no, busquen las diferencias tanto de fondo como de forma entre Scar y Makunga. Con ello, nos encontramos ante un producto endeble en líneas generales, que se sustenta casi de manera exclusiva de los puntuales gags de sus personajes secundarios y de una constante dilatación del metraje a base de números musicales.