Desempleo, sector de la construcción, strip-tease masculino, 2012? ¿Es el remake de 'Full Monty'? NO, es 'Magic Mike', una de las últimas películas del prolífico director estadounidense Steven Soderbergh.
Basándose en las vivencias de Channing Tatum como stripper y con la ayuda del tremendo carisma que desprenden las interpretaciones del propio Tatum y Matthew McConaughey, Soderbergh nos narra la historia de Mike (Tatum), un entrepreneur (como él se autodenomina) que por las noches se convierte en la estrella de un club de strip-tease regentado por Dallas (McConaughey). Un día conoce a un joven de diecinueve años apodado The Kid (Alex Pettyfer) al cual decide reclutar para el equipo de bailarines del club de Dallas. La inclusión del joven en el mundo de las fiestas, sexo fácil y dinero rápido no sólo cambiará por completo su vida, sino que también lo hará la de Mike.
Que no te deslumbren las luces del escenario, los espectaculares bailes de Channing Tatum o los ingeniosos y energéticos shows, 'Magic Mike' es una comedia dramática donde el drama tiene más peso que la comedia. Como la vida de su protagonista, de cara al público puede parecer un simple entretenimiento lujurioso pero detrás de todos esos músculos, esos extravagantes atuendos y esos desvergonzados personajes, existe un digno drama sobre sueños rotos y vidas que navegan sin un rumbo preestablecido, todo ello enmarcado dentro de la crisis económica en la que estamos envueltos.
Es curioso observar como en el cine norteamericano actual, el tema económico está cogiendo cada vez más fuerza en géneros que antes solían pasar de puntillas por los problemas financieros de sus protagonistas. Lo vimos recientemente con el thriller en 'Mátalos suavemente', lo hemos visto también con la comedia romántica en 'Larry Crowne, nunca es tarde', con el drama en 'The Company Men' o, incluso, en la ciencia ficción con 'In Time'. Los directores y estudios estadounidenses no pasan por alto la situación que estamos viviendo y están impregnando a sus películas de la preocupación que está instaurada en el ciudadano de a pie, por ello, en 'Magic Mike', que aparentemente puede verse como un simple producto diseñado para alterar las hormonas del público, las dificultades económicas y las vicisitudes emocionales que ellas generan a sus personajes cobran más protagonismo que la pomposidad de sus performances.
Que a Soderbergh le importe más lo que pasa fuera de la pista de baile que lo que ocurre encima de ella no significa que el filme no se tome en serio su parte más vistosa, de hecho, el primer acto está dotado de una fuerza y una energía similar a la de películas como 'You Got Served', 'Step Up. Bailando' o 'Stomp the Yard: Ritmo salvaje', sin embargo, la exhibición que Soderbergh hace del mundo de los boys se acerca más hacia el espectáculo de dichas cintas, con una ligera carga erótica, que a la lascivia de, por ejemplo, 'Showgirls'.Sin llegar a la maestría con la que Paul Thomas Anderson retrató en 'Boogie Nights' los tejemanejes que se producen en los despachos y en el backstage del negocio de la exhibición carnal, Soderbergh sabe conseguir muy bien tanto ese tono de diversión que supone para un chico joven y atractivo bailar medio desnudo para una masa de mujeres que te desean mientras consigues dinero fácil, como ese tono más maduro y realista de la historia que implica el llevar un negocio que funcione y llegar a final de mes.
Tres generaciones
Un mismo mundo y tres visiones totalmente distintas del mismo. El joven de diecinueve años perdido e irresponsable que encuentra en el trabajo de stripper un pasatiempos con el que conseguir diversión, mujeres y dinero fácil, interpretado por un correcto Alex Pettyfer, el treintañero dotado de un talento innato para el baile que en su día fue aquél joven de diecinueve años pero que, ahora, tiene otras aspiraciones más estables en la vida, interpretado por un sensacional Channing Tatum y el empresario y dueño del tinglado que toma el escenario cual oficina de trabajo, interpretado por un jocoso Matthew McConaughey. A través de la manera que tienen estos tres personajes de afrontar los diferentes lances de la historia, Soderbergh nos dibuja las dos caras de la moneda a la vez que maquilla con naturalidad ciertas concesiones made in Hollywood como la tradicional historia de amor o el ascenso y la caída del protagonista con su correspondiente dosis moralizante.
Como en todos los filmes del director de 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo', uno se queda con la sensación de que se queda a medias. Lo que podría ser excelente, se queda en notable ('¡El soplón!'), lo que podría ser notable, se queda en aprobado ('Un romance muy peligroso (Out of Sight)'), lo que debería ser un simple aprobado, acaba siendo todo un fracaso ('The Girlfriend Experience') y, a pesar de cumplir ese patrón, 'Magic Mike' se queda en un notable alto y se convierte en una de las mejores películas que el cineasta ha hecho hasta la fecha.