No es algo novedoso que la opinión popular cuestione procesos legales en marcha o ya sellados. Pero el paso del tiempo suele hacer que las sospechas de una sentencia errónea se vayan disipando, por lo que es necesario que un detonante devuelva la historia a la primera plana. Hace casi un año, HBO estrenaba la sobresaliente serie documental 'The Jinx', con la que Andrew Jarecki sirvió la prueba fundamental para desenmascarar finalmente a Robert Durst; y Netflix está logrando justo lo contrario con 'Making a Murderer': hacer que nos planteemos la posible inocencia de Steven Avery y Brendan Dassey.
Avery y Dassey fueron sentenciados a cadena perpetua tras ser encontrados culpables por el asesinato de la fotógrafa Teresa Halbach a finales de octubre de 2005. Durante los últimos diez años, las cineastas Moira Demos y Laura Ricciardi han compuesto este decálogo que recoge testimonios y el proceso del juicio que se extendió a lo largo de seis semanas. Y desde su estreno el pasado 18 de diciembre en la plataforma de streaming -ese día en el que se estrenó una pequeña producción llamada 'Star Wars: El despertar de la fuerza'-, ha sembrado dudas acerca de la validez del procedimiento.
Esto ha provocado que una gran cantidad de seguidores de la serie se hayan puesto del lado de Avery y Dassey, exigiendo mediante dos recogidas de firmas la absolución de ambos por posibles emplazamientos ilegales de pruebas por parte de la policía y otras teorías que han surgido en las últimas semanas. La primera de esas peticiones, en el portal Whitehouse.gov, aglutina ya 11.500 firmas, y la segunda, en Change.org, alcanza la friolera de 71.000. En cualquier caso, la primera de ellas es la que más posibilidades tiene de llegar a manos de Barack Obama, pero para que eso suceda tendría que llegar a las 89.000 antes del 19 de enero, como apunta The Wrap.
Omisión de pruebas
Pero como suele ocurrir con los documentales, alguien cercano al proceso ha informado de la omisión de datos que según él fueron fundamentales para el veredicto final del jurado. El exfiscal de Wisconsin Ken Kratz, cuyo testimonio fue solicitado por las responsables de la serie, ha sido el responsable de estas declaraciones: "No quieres embarrar una perfectamente buena película de conspiraciones con lo que realmente sucedió, y ciertamente no vas a mostrar a la audiencia las pruebas que el jurado consideró para rechazar esa afirmación."
Para echar por tierra la posibilidad de inocencia, habla de llamadas que Avery realizó a Halbach en momentos clave de la investigación -algunas en el mismo día en el que fue asesinada-, y comenta la imposibilidad del emplazamiento de la bala de un rifle por parte de la policía, como recoge Entertainment Weekly. Mientras que el propio Avery mantiene su teoría conspiratoria dirigida al Gobierno, al que exigió 36 millones de dólares, por ser sentenciado erróneamente por violar a una chica. Por ese crimen no cometido pasó 18 años en prisión antes de ser liberado por una prueba de ADN.
En este momento Avery no tiene posibilidad de ser considerado para la libertad condicional, mientras que su sobrino Dassey podría ser valorado a partir de 2048. Demos y Ricciardi se mantienen firmes ante las acusaciones de Kratz y le han respondido claramente en declaraciones a The Wrap: "Si quiere dar forma a un documental y tratar de desacreditarnos de alguna manera, está bienvenido a hacerlo." Y ambas afirman que no han excluido importantes pruebas del juicio de su documental. Para juzgarlo lo primero que hay que hacer es unirse al último fenónemo de Netflix, y juzgar cada uno la viabilidad de este agolpamiendo de firmas que puede culminar con la salida de la cárcel de dos hombres sentenciados como culpables cuya inocencia ha vuelto a ser una posibilidad.