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CRÍTICA

'Mandela, del mito al hombre': La importancia de luchar

Justin Chadwick dirige a Idris Elba y Naomie Harris en el biopic de Nelson Mandela, el hombre que acabó con el Apartheid y reconcilió a los sudafricanos. En cines desde el 17 de enero.

Por Guillermo Álvarez 18 de Enero 2014 | 10:00

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La lucha es imprescindible para avanzar. Es improbable que las cosas cambien si nadie alza la voz para acabar con lo establecido. Así se han conseguido los derechos de los que gozamos hoy día en gran parte del mundo, pero no ha sido fácil. El siglo XIX estuvo marcado por el final de la esclavitud, que sobre todo en Estados Unidos mantenía a la mayor parte de los negros del país en condiciones infrahumanas, tratados como una propiedad. En el XX sus condiciones de vida habían mejorado, pero quedaba mucho por hacer, y ahí entran Sudáfrica y Mandela.

'Mandela, del mito al hombre'

La historia de Sudáfrica ha estado plagada de conflictos por el control del territorio. Fueron los holandeses (los Boers) los que se hicieron con el control de parte del país, pero su debilidad fue aprovechada por los británicos para hacerse con el poder. Sucesivas guerras y oleadas de inmigrantes de distintas partes del mundo dejaron como resultado una sociedad multicultural, pero con claro dominio de los blancos sobre los negros, pese a que estos últimos eran mayoría. En el siglo XX se asentó el poder británico, pero los boers también tuvieron su espacio, dejando siempre al margen a los negros. Lo que era una realidad se convirtió en Ley en 1948, año en el que se instituyó el sistema de segregación racial conocido como Apartheid, una vergüenza que duró más de 40 años.

Al hablar del Apartheid es inevitable hacerlo de Nelson Mandela, el hombre que logró terminar con esta injusticia legal. Cualquier vida merece ser contada, y más la de alguien tan extraordinario como Madiba, y así llega 'Mandela, del mito al hombre'. Esta no es la primera cinta en la que aparece Mandela, ahí están sin ir más lejos 'Adiós Bafana' (2007) y la magnífica 'Invictus' (2009), pero sí es el primer biopic oficial sobre la vida del expresidente de Sudáfrica, ya que contaba con su aprobación y está basado en su autobiografía 'Mandela: Un largo camino hacia la libertad'.

'Mandela, del mito al hombre'

La cinta está dirigida por Justin Chadwick y tiene en su reparto principal a Idris Elba, que da vida a Mandela, y a Naomie Harris, que encarna a Winnie Madikizela, segunda esposa del expresidente. Aunque el director no está excesivamente acertado con unos planos desafortunados, no se puede decir lo mismo del protagonista, que ha conseguido mimetizarse con el recientemente fallecido líder. El británico ha señalado que esta película le ha hecho llegar a la cima; es probable que le queden muchos éxitos, pero puede sentirse orgulloso de su trabajo. Naomie Harris no se queda corta, y recorre con maestría su lugar en la película dando vida al gran amor de Madiba, Winnie Mandela, una mujer que tomó el testigo de su esposo cuando este entró en la cárcel.

Un largo biopic para un hombre longevo

No es fácil de llevar al cine la vida de alguien que ha existido, y que incluso estaba vivo durante la preparación, el rodaje y casi el estreno (Nelson Mandela falleció el 5 de diciembre de 2013), y además se corre el riesgo que tienen todos los biopics de solo interesar a los fanáticos de las biografías en general o de personaje en particular. No es diferente en el caso de 'Mandela, del mito al hombre', aunque la grandeza del personaje hace que al menos como lección de historia sea necesario ver este filme.

'Mandela, del mito al hombre'

El biopic narra tres cuartos de vida de la extensa biografía de Mandela. Para aligerar pasa por su infancia de puntillas y enseguida se encuentra a principios de la década de los cuarenta, cuando Nelson ejercía de abogado en Johannesburgo y era un joven mujeriego. En esos años comienza a gestarse su pasión por la lucha, por terminar con las injusticias y la tiranía blanca, así como a verse que su vida familiar nunca será fácil.

Los años pasan, el Apartheid es una realidad legal, y Mandela milita en el Congreso Nacional Africano (CNA); realizando una serie de acciones de resistencia no violenta que lamentablemente no tienen el resultado esperado, hay que luchar. Y entonces conoce a Winnie Madikizela (Naomie Harris), su gran amor, con quien forma una nueva y feliz familia a la que no puede dedicarse tanto porque tiene que luchar en la clandestinidad para acabar con el Apartheid y terminar con un Estado que no gobierna para todos. En 1962, tanto él como sus compañeros son detenidos y condenados a Cadena Perpetua en Robben Island, de donde logró salir 27 años después. Gracias a su lucha y su deseo de reconciliación llegó a ser presidente de Sudáfrica en 1994, dejando a un lado la violencia, lo que no fue entendido ni siquiera por su familia, terminó separándose de Winnie, que apoyaba otro tipo de medios para conseguir sus fines.

'Mandela, del mito al hombre'

Las películas de más de 2 horas no suelen ser demasiado acertadas si no se justifica tan largo metraje. En líneas generales esta lo hace, e incluso puede llegar a dejar con ganas de más, ya que termina con la llegada a la presidencia de Mandela en 1994, por lo que se quedan sin contar los siguientes años de la vida de este gran hombre. Lo malo es que hay momentos que sobran o que podían haberse hecho más ligeros y que han cortado el paso a otros más intensos que el espectador se queda sin ver. Sin ir más lejos, sus 27 años en la cárcel no son tan bien narrados como se esperaba, siendo estas tres décadas las que hicieron cambiar de parecer a Mandela y conseguir que dejara la lucha armada por la palabra.

A nivel técnico es acertada, pese a algunos planos que Justin Chadwick podía haberse ahorrado. La banda sonora y la iluminación hacen bien al filme, aunque en ocasiones se busca provocar emoción y lágrima fácil, lo que no siempre está justificado. Con todo, la cinta deja ver al hombre que había detrás del mito, un hombre único que supo perdonar y reconciliar, y que dejó una huella imborrable en la historia.