Mario Casas se ha propuesto un objetivo: que el público no vea a Mario Casas en sus películas. Parece simple, pero no lo es, teniendo en cuenta que es uno de los actores más famosos de este país.
En 'Bajo la piel de lobo' se volvió mudo, en 'El fotógrafo de Mauthausen' adelgazó hasta tener el enfermizo aspecto de un internado en un campo de concentración nazi, en 'El practicante' se convirtió en un hombre gris en silla de ruedas y en 'No matarás' se convierte en la antítesis de lo que vemos en él: un chico pringado y solitario que vive un viaje a los infiernos en una noche en Barcelona.
Para convertirse en Dani en la segunda película de David Victori ('El pacto'), Casas se pone gafas, un peinado poco favorecedor y se viste con ropa holgada para esconder sus músculos. Todas esas decisiones las toma el propio actor cuando está diseñando al personaje. "Siempre intento alejar al público de la imagen que tiene de mí", nos asegura en esta entrevista.
Ya es de sobra conocida su forma de trabajar, zambulléndose en la mente de sus personajes durante los rodajes hasta el punto de no dejar de interpretarlos entre toma y toma. ¿Se considera un actor de método? Entre risas y algo ruborizado nos dice que sí: "Siempre he trabajado desde el método, siempre me he sumergido en los personajes muchísimos, no lo llamaba del método, pero podríamos decir que sí soy actor de método".
Quizá por ello cita a Marlon Brando cuando le preguntamos si considera que tiene algo que demostrar como actor: "Yo todavía tengo muchísimo que demostrar", nos dice sin dudarlo y añadiendo a la lista de carreras que admira las de Jake Gyllenhaal, Tom Hardy, Joaquin Phoenix y Javier Bardem. "Están en constante crecimiento y cambio, y se atreven a hacer cualquier cosa. Como actor quiero poder hacer cosas distintas, equivocarme y aprender".
Un rodaje inmersivo
David Victori y Mario Casas desarrollaron una forma de trabajar inmersiva a la hora de rodar 'No matarás'. Para contar la historia de este joven al que la vida se le pone boca arriba en unas pocas horas, decidieron grabar la película de forma cronológica ("algo titánico", opina el actor que nunca había trabajado de esta forma) y contar con mucha libertad y algo de improvisación en las escenas.
Casas se enfrentaba a las situaciones con la misma inocencia que su personaje: "Decidí no conocer a los actores [de antemano] porque el personaje no conocía a los suyos, conocerlos in situ, en «cinco y acción». Los sitios que desconocía tampoco [los visité antes]. Jugamos a buscar la verdad, y había planos secuencia muy largos (...), tomas de 40 ó 50 minutos en las que pasaban muchas cosas". Todo ello para intentar imprimir "un realismo y una pulsión" en 'No matarás'. El resultado lo podremos ver en cines desde este viernes, 16 de octubre.