Además de La Tierra, Venus y Marte son los dos planetas de nuestro sistema solar que, dada su posición respecto al Sol y su tamaño, podrían haber albergado vida en algún momento. Nuestra primera opción como exploradores siempre ha sido el Planeta Rojo, quizás debido a que siempre ha habido hombres al mando y ya sabéis que los hombres vienen de Marte y las mujeres de y está eso de que la cabra tira siempre para el monte.
Los primeros en intentarlo fueron los soviéticos, por eso de ser los únicos con su propio planeta. De haber llegado al Planeta Rojo quizás la utopía socialista no hubiera sido tal y ahora brindaríamos todos con vodka. Pero fueron los americanos los primeros en cosechar éxitos o menos continuados. Mientras, chinos y europeos nos subimos al carro en los últimos años.
Y ahora tenemos tan cerca las estrellas que podemos charlar distendidamente con Pedro Duque (pantalla mediante) acerca de las posibilidades de una misión tripulada al astro hermano y de valorar la forma en que films como 'Marte (The Martian)' están más cerca de la ciencia que de la ficción.
Como la vida misma
En una cita organizada por FOX con la colaboración del CAB (Centro de Astrobiología) el astronauta español nos atendió vía videoconferencia desde Alemania para contarnos sus impresiones respecto al penúltimo trabajo de Ridley Scott, el cual, a grandes rasgos, le resultó altamente satisfactorio.
"Desde el punto de vista de los astronautas en la película está bastante bien reflejado cómo es la relación entre los astronautas, con control... y con los jefes. Todo esto cuando lo vemos nos hace sonreír", afirmó el astronauta al respecto de los puntos más fieles a la realidad. Aunque, seamos honestos, este era el aspecto más fácil de trasladar. En el fondo de lo que se trata es de reflejar la dinámica de un grupo de compañeros de trabajo. Solos, en un ambiente extraño, tienden a hacer piña y comportarse como una familia. Ya sea en una base militar o en una nave espacial, esta dinámica de personajes tiende a repetirse.
Pero no restemos méritos a 'Marte'. El apartado psicológico de los personajes está muy bien llevado. En palabras del astronauta, uno de los grandes aciertos es la recreación de los debates que hay en Tierra cuando deben comunicarle una mala noticia a alguien que está en el espacio y no tiene previsto regresar hasta pasados varios meses. ¿Se le da la noticia a sabiendas de que no tiene opción de hacer algo al respecto, o es preciso decir la verdad desde el principio? Un dilema al que se enfrentan los responsables de la película.
Y aunque a nivel técnico la película presenta también unas cuantas buenas ideas y con base real (principalmente en cuanto a las expectativas de alcanzar el punto de realizar una misión tripulada, a 30 años vista), el drama siempre se impone y Drew Goddard y el equipo de Ridley Scott se tomaron algunas licencias que no pasaron desapercibidas para Pedro Duque, pero reconociendo que la película "está muy bien llevada" y tiene "mucha intención".
En el debe, encontramos las fortísimas tormentas de arena del Planeta Rojo (las hay, pero ni de lejos tan virulentas, pues su atmósfera es mucho más débil que la terrestre), la idea de poder cultivar la tierra marciana para el consumo humano o lo ligero del traje que llevan los astronautas en Marte que, a priori, no podría aislar a estos de la radiación del lugar.
Futuro marciano
La videoconferencia estuvo acompañada de una visita guiada por las instalaciones del CAB y una mesa redonda con los responsables de la institución (Miguel Mas Hesse, Victor Parro [director y vicedirector respectivamente] y Juan Antonio Rodríguez Manfredi, jefe del Departamento de Instrumentación) en las que, además de señalar algunos de los aspectos citados por Pedro Duque, se detuvieron mucho en las opciones reales de hacer una visita a nuestro planeta vecino.
La intervención de Duque se podría resumir en esta frase: "La ciencia es el único método que nos permite predecir lo que puede pasar en el futuro, la única manera que tenemos de sacarle el máximo partido a todas las cosas. Y eso lo que piensa Matt Damon: 'Como no recurra a la ciencia... voy a palmar'". Una afirmación compartida por el resto de invitados al evento y que es la guía que marca el camino de la exploración espacial.
Se estima que alrededor de 2030 podremos estar hablando de las primeras misiones tripuladas al Planeta Rojo, pero antes tendremos que enfrentarnos a no pocos retos para que esa sea una realidad. De primeras está el hecho de contrarrestar la fuerte gravedad terrestre. Para un viaje de esas características sería necesaria una nave lo bastante grande y, con los combustibles actuales es francamente difícil superar esa barrera, harían falta combustibles menos pesados y más potentes.
Y eso sin olvidar las consecuencias psicológicas, y físicas, de un viaje tan largo (la estimación total de una misión de ese tipo ronda los tres años). El cuerpo se acostumbra muy rápidamente a las condiciones de ingravidez, atrofiando músculos y huesos por la escasez de actividad. ¿La solución? Entrenar y no parar de hacer ejercicio. Para ello los astronautas suelen contar con algunos aparatos para trabajar en ingravidez y aplacar los efectos de esta.
En el futuro llegaremos a Marte, sin duda, y los últimos descubrimientos (como los arroyos de agua) hacen más plausible esa posibilidad. Un despertar del interés de gobiernos y compañías, y un auge de la competencia, abrirían el camino para llegar al Planeta Rojo en un futuro cercanos.
Confiemos en que cuando lleguemos al Planeta Rojo, no nos dejemos a nadie olvidado en su superficie.
