Las películas de superhéroes llevan unos cuantos años ya ocupando los primeros puestos de las listas de las películas más taquilleras, algunas de ellas superando los 2 mil millones de dólares de recaudación mundial. Las historias basadas en cómics se han convertido en una de las principales fuentes de ingresos para las grandes corporaciones de entretenimiento, ¿pero qué hay de los autores de esas historias? ¿Qué parte del pastel se llevan por haber sido los que han imaginado las historias que han servido de inspiración para las exitosas cintas de Marvel y DC, si es que se llevan algo? Este melón ya ha sido abierto en más de una ocasión por los propios artistas, como Ed Brubaker, que no considera que Marvel haya sido justo con él como creador del arco del Soldado de Invierno, que les ha dado pie a una película ('Capitán América: El soldado de invierno') y a una serie ('Falcon y el Soldado de Invierno'). Brubaker llegó a decir que ni siquiera fue invitado a la premiere de la película y fue Sebastian Stan quien consiguió que les dejaran pasar a él y a Steve Epting, co-creador de los cómics.
Marvel contrata a sus artistas por encargos concretos y se quedan con los derechos de las historias y los personajes, así que técnicamente no tendrían que deberles nada por adaptar esos cómics a la gran o pequeña pantalla. Sin embargo, saben que tienen que tener a sus grandes nombres contentos para que no se larguen a la competencia. A algunos de ellos les ofrecen 'contratos por personajes especiales', que deben ser propuestos por los propios autores si creen que su obra puede llegar a ser adaptada en el futuro. Hay artistas que ni siquiera conocen la existencia de estos contratos, y aún así es la editorial quien tiene la última palabra, y la compensación en general es insuficiente si se compara con la recaudación de las películas.
Solo 5.000 dólares
The Guardian afirma en un reportaje sobre este tema que tres fuentes distintas les han confirmado que la compensación que da Marvel a los artistas por adaptar su obra suele ser un cheque de 5.000 dólares (4.265 euros) y entradas para la premiere. Por supuesto, esta cifra parece un chiste comparado con el dinero que se llevan por las entradas de la película, ventas de merchandising y demás ingresos. "Me ofrecieron un contrato por personaje especial que era realmente terrible, pero era eso o nada. Y luego en vez de cumplir con ello te mandan una nota de agradecimiento y te dicen '¡aquí tienes dinero que no te debemos!' y son cinco mil dólares. Y tú solo piensas: 'la película ha hecho mil millones de dólares'" dice un autor de cómics que no ha querido publicar su nombre. Marvel tampoco ha querido comentar, alegando que los contratos y negociaciones con los autores son privados.
A los creadores solo les quedan como soluciones renegociar, como hizo Jim Starling, creador de Thanos, convertirse en productores ejecutivos o miembros del equipo creativo de la película o serie, o rodearse de abogados para intentar mejorar unas compensaciones que no parecen justas siendo sus cómics la semilla que hace germinar toda una película. Este problema no tiene pinta de desaparecer pronto si los propios creadores continúan expresando públicamente su descontento con las condiciones que imponen DC o Marvel. Veremos si consiguen al menos sentarse en la mesa para hablar.