Mark Zuckerberg lleva desde el estreno de 'La red social' intentando demostrar que el personaje de Jesse Eisenberg y él tienen poco en común. Una reacción normal, dado que en la película le ponen de asocial, paranoico, misógino (de lo que hablaremos luego) y en definitiva, rarito.
Para el creador de Facebook, en la película intentan sacar cosas de contexto y "no les cabe en la cabeza la idea de que alguien construyera algo simplemente por el hecho de que le gusta construir cosas". Sin embargo, sí que ha admitido que hay un detalle de la cinta que está perfectamente plasmado: su vestuario. Zuckerberg ha dicho que cada camiseta o sudadera que sale en la pelícua las tiene realmente. Pues nuestras felicitaciones al departamento de vestuario y su trabajo de investigación.
'La red social' VS Las mujeres
Quien sí ha sido acusado de misógino es Aaron Sorkin, guionista de la película. Kev Levine, director de televisión, escribió en su blog que "básicamente todas las mujeres eran objetos sexuales/groupies estúpidas". Sorkin no ha tardado en contestar.
Según cuenta el autor del guión, las mujeres que aparecen en la película son reales. La ex-novia de Eduardo que estaba como una cabra era verdadera, las groupies eran verdaderas, incluso la ex-novia de Marc era real (aunque no se llamaba Erica). La lapidaria frase "Erica Albright es una puta" y el invento de Facemash fueron sacados del blog de Zuckerberg, por lo tanto simplemente reflejan la realidad. Sorkin pide perdón por si alguna mujer se sintió ofendida.
Para terminar recalca que sólo dos personajes femeninos son ficticios: la abogada de Mark que como podemos comprobar no tiene ningún tipo de problema en soltarle cuatro verdades al "geek", y la abogada de Eduardo, quien tampoco se corta un pelo. La verdad es que me creo que haya sido tergiversada la opinión del guionista o de David Fincher acerca de las mujeres después de ver la cinta, pero también me creo que no les haya quedado otro remedio porque exisitieran de verdad; y a mi Erica desde el discurso que le lanza a Zack en la primera escena ya me conquistó.
