Quien afirmó que el pasado siempre vuelve, no se equivocó. Un claro ejemplo de ello es 'Isla perdida (Haunted Heart)', el nuevo trabajo de Fernando Trueba que llega a las salas el próximo 23 de agosto. Un nuevo largometraje en inglés en el que, tras el ejercicio histórico y político que supuso 'Dispararon al pianista', el ganador del Oscar por 'Belle Epoque' vuelve al cine con aroma más clásico a través de un turbio romance entre Max, un estadounidense con siniestro pasado, y Álex, una joven española que llega para trabajar en su restaurante.
"Quería hacer una película muy clásica, con un lado de cine negro. Entonces, lo lógico era el inglés", afirmaba el cineasta madrileño sobre las razones que le llevaron a rodar su tercera obra en la lengua de Shakespeare, tras las intrigas de 'El sueño del mono loco' y los enredos románticos de 'Two Much'. Esto desembocó en la búsqueda de un intérprete que terminó por ser Matt Dillon. Quien colaborara con Francis Ford Coppola, Gus Van Sant o Lars von Trier no escatima en elogios hacia el responsable de 'La niña de tus ojos'. "Fernando es un gran director y me ha gustado trabajar con él porque tiene voz propia", reconocía el protagonista de 'Juegos salvajes' y 'Crash (Colisión)'.
La tercera pieza de la ecuación es Aida Folch, que colabora por cuarta vez con el realizador tras 'El embrujo de Shanghái', 'El artista y la modelo' y 'La reina de España'. Y los elogios a la figura de Trueba no tardan en repetirse. "Fernando es un director que tiene muchísima calma, que te escucha, al que puedes proponer cosas. Ama a los actores, le gusta estar con nosotros. Todos somos un equipo y genera un ambiente en el rodaje de colectivo, todo el mundo está incluido (...) es una maravilla trabajar de esta manera", reconoce una actriz a la que también hemos visto en 'Cuéntame cómo pasó', 'Los lunes al sol' y 'Sé quién eres.
Cuando su artífice es preguntado por la forma en la que describiría su última creación, no duda en afirmar que es como "sentarse a ver una de Rohmer que termina por convertirse en una de Hitchcock". Y el hecho de que se mencione al maestro del suspense también sirve para dejar claro el propósito de la obra. "'Isla perdida (Haunted Heart)' tiene algo de practicar el cine en su estado más puro, busca recuperar ese sentido clásico del cine y el relato", asegura un autor que tiene claro que "hoy en día los largometrajes se han vuelto un acontecimiento externo casi al propio cine, ya sea por el tema que tratan o por la gente que las hace". No obstante, asegura que "con la nostalgia no se hacen películas".
La Highsmith y el compromiso político
Cuando habla sobre otras referencias en las que se ha inspirado para construir su última criatura, que llevaba escrita en 2008, pero no se había filmado hasta ahora "porque había otros proyectos que estaban listos de financiación y de fechas de actores", el artista también reconoce los escritos de Patricia Highsmith, en concreto su Tom Ripley, a través de un "personaje americano perdido y extrañado que está escondido o dando tumbos por Europa".
A la pregunta de si, como se atribuye a Godard, "el travelling es una cuestión moral", Trueba es claro. No duda en señalar que, ante todo, un movimiento de cámara debe regirse por "cuestiones estéticas y narrativas", ya que "el compromiso de un director es con la historia que está contando". Y ahí queda también el palo a uno de los padres de la nouvelle vague, con el que asegura "no estar en casi nada de acuerdo". Tanto que se niega a que sus anteriores largometrajes, 'El olvido que seremos' y 'Dispararon al pianista', sean considerados como políticos, aunque la cuestión guarde mucha importancia. "El primero es una historia de amor entre padre e hijo, con el segundo pretendía descubrir quién era Tenório Júnior", concluye.