"Los médicos le dijeron a mi familia que tenía un 2% de posibilidades de vivir". Matthew Perry, actor conocido por interpretar a Chandler en la popular serie 'Friends' ha confirmado a la revista People que estuvo a punto de morir en 2018. ¿La causa? Una adicción a los opiáceos que terminó ocasionándole serios problemas de colon. Dos semanas en coma y cinco ingresado en el hospital luchando por su vida, cambiaron completamente la manera en la que este actor ve las cosas. Ahora se siente "agradecido de estar vivo".
Perry también revela que sus problemas empezaron en la época de la mencionada sitcom, cuando despuntase su fama, pero que la adicción al alcohol que padeciese por aquel entonces, a los 24 años, apenas comenzaba a surgir. "Podría manejarlo, más o menos. Pero cuando llegué a los 34 fue cuándo se convirtió realmente en un problema. Por aquel entonces hubo años en los que estuve sobrio, de hecho en la temporada 9 me mantuve sobrio todo el tiempo. ¿Y adivina en qué temporada me nominaron a mejor actor? Pensé: 'Esto debería decirme algo'". Junto a la bebida, este intérprete narra la gran cantidad de calmantes que llegase a consumir: 55 pastillas de Vicodin al día en el peor de los momentos cuando simplemente "no sabía cómo parar". "Si la policía hubiese venido a mi casa a amenazarme con la cárcel si no dejaba de beber, habría hecho las maletas. No podía parar porque la enfermedad y la adicción son progresivas. Empeora a medida que envejeces".
Pacientes y comprensivos, sus compañeros de reparto cerraron filas en torno a él. "Como los pingüinos. Cuando uno está muy herido, los otros pingüinos lo rodean y lo sostienen. Caminan alrededor hasta que ese pingüino puede caminar solo. Eso es lo que el elenco de 'Friends' hizo por mi", recuerda el actor que por fortuna ha logrado recuperarse. "Estoy bastante sano ahora mismo. Tampoco me voy a pasar de gimnasio porque no quiero interpretar solo a superhéroes", dice bromeando, "pero tengo una salud bastante buena ahora mismo".
Superviviente agradecido
Perry detalla que en lo peor de su enfermedad estuvo conectado a una máquina ECMO, tratamiento del que es muy difícil salir. "Cinco personas estuvieron conectadas a una máquina ECMO esa noche. Las otras cuatro murieron y yo sobreviví. Así que la gran pregunta es ¿por qué? ¿Por qué yo? Tiene que haber algún tipo de razón".
Desde entonces el actor se ha mantenido firme en lo que a su salud se refiere y ahora, con el objetivo de concienciar y ayudar a más adictos, publica un libro narrando sus vivencias. "Creo que [los lectores] se sorprenderán de lo mal que estuve en ciertos momentos, a punto de morir. Digo en el libro que si hubiese muerto, habría impactado a la gente pero no hubiese sorprendido a nadie. Y vivir con eso da mucho miedo. Así que espero que la gente se identifique con ello y sepa que esta enfermedad ataca a todos. No importa si tienes éxito o no, a la enfermedad no le importa".
'Matthew Perry: Amigos, amantes y aquello tan terrible' saldrá a la venta en España el próximo 17 de noviembre de la mano de Contraluz Editorial.