å

YO TAMBIÉN

#MeToo: ¿Hasta qué punto podemos separar el arte del artista?

A la luz de los alegatos de abusos sexuales en Hollywood, nos preguntamos: ¿qué responsabilidad tenemos nosotros a la hora de actuar en contra de los abusadores?

Por Jadzia Emily George Samuel 8 de Febrero 2019 | 18:11

Comparte:

Ver comentarios (1)

En los últimos años, el exterior anteriormente impecable que cubría los cerros estelares de Hollywood se ha empezado a derrumbar irrevocablemente, lo que ha revelado el feo hueso de mentiras y abusos que se escondía detrás de la fachada de glamour y luces. Las víctimas de los buitres influyentes de Hollywood, hasta ahora acalladas, están usando sus voces para demoler la muralla que previamente protegía a estos abusadores sexuales en posiciones de poder.

Harvey Weinstein

El movimiento en contra de estos superpoderes empezó en octubre de 2017 con las terribles acusaciones contra Harvey Weinstein, uno de los productores más influyentes en Hollywood que, durante los últimos casi 40 años, ha contribuido a la creación de algunas de la películas más icónicas de la historia del cine. Un reportaje de The New York Times aseguró que el hombre de 65 años llevaba décadas pagando a decenas de actrices que habían sido víctimas de abuso sexual. Desde este momento, muchas intérpretes más dieron un paso al frente para acusar a este magnate públicamente. Como consecuencia, el movimiento de #MeToo nació, y gracias a él cientos de mujeres en Hollywood (y miles más mundialmente) han compartido sus propias historias de abuso sexual en la industria. En el último año y medio la lista de actores, directores, productores y creadores con alegatos terribles en su contra ha crecido extraordinariamente y ha revelado la fea verdad sobre las décadas del abuso sistemático en Hollywood.

Aunque, hasta cierto punto, Hollywood casi parece un mundo totalmente separado de la realidad de nuestras vidas diarias, las películas y el arte que estas personas han creado ocupan un lugar inolvidable en nuestra cultura y no podemos evitar su importancia en la sociedad. Como consumidores de arte, tenemos que decidir cómo respondemos a la luz de estas nuevas revelaciones. ¿Somos responsables de actuar en contra de estos hombres?

House of Cards

Por supuesto, las grandes empresas para las que trabajan los creadores acusados tienen una responsabilidad muy grande de reaccionar de una manera apropiada. Después de los alegatos contra Kevin Spacey (acusado de avances sexuales hacia un menor), Netflix le despidió de 'House of Cards', una serie de la que no solo era protagonista sino también productor ejecutivo. Además, borraron a Spacey totalmente de cada escena de la película, ya completa, 'Todo el dinero del mundo' y le reemplazaron con Christopher Plummer (por la que Plummer recibió una nominación al Oscar). De manera similar, la empresa de producción de Weinstein, The Weinstein Co., despidió al magnate con el que comparte nombre. Sin embargo, aunque nos gustaría creer que todo eso significa que ahora estos hombres viles no pueden ganar ningunos ingresos más a través de sus películas o series, la verdad está muy lejos de eso. Weinstein todavía conserva un 20% en su empresa, algo que no le pueden arrebatar. Además, Bryan Singer (el primer director de 'Bohemian Rhapsody' antes de que le despidieran) recibió 40 millones de dólares por su trabajo en dicha película, a pesar de los varios alegatos actuales de abusos sexuales a menores que ha recibido. La triste verdad es que la única manera en la que podemos evitar que estos hombres reciban dichos ingresos es boicoteando su trabajo completamente.

No hace falta decir que sus actos deberían tener consecuencias, especialmente cuando se trata de crímenes tan terribles como estos, pero, ¿es el público responsable de decidir hasta qué punto que deberían extenderse estas consecuencias? Aun si todo el mundo decidiera ignorar los actos de estos creativos para disfrutar el arte por el arte, esas propuestas siempre esconderían en la trastienda esos actos viles. Si bien no podemos decir que los actos repulsivos de Harvey Weinstein reduzcan la importancia cultural de sus películas (¿vamos a eliminar 'El señor de los anillos', 'Pulp Fiction' o 'Shakespeare enamorado' de la historia?), sin duda las producciones en las que ha estado implicado van a estar mancilladas para siempre. Aun si quisiéramos hacerlo, sería imposible separarnos completamente de la realidad; ¿quién puede ver 'House of Cards' ahora sin hacer una mueca de repugnancia al contemplar al personaje dominante y ambicioso de Spacey?

Bohemian Rhapsody

¿Juez, jurado y verdugo?

Como consumidores tenemos que tomar una decisión en cuanto a hasta qué punto vamos a apoyar a los hombres que han cometido abusos desde sus puestos de poder de maneras tan terribles. ¿Además, nos importa el papel que tuvo el abusador en la creación de un película? En el caso de Spacey y su papel protagonista en 'House of Cards', quizá sea más fácil evitar la serie cuando su cara está presente a lo largo de todo el metraje; pero ¿también deberíamos evitar cualquier película relacionada con la empresa de producción de Weinstein? ¿Deberíamos boicotear 'Bohemian Rhapsody' a la luz del caso Singer?

Al fin y al cabo, el público no puede pretender tener los papeles de juez, jurado y verdugo. Aunque sí tenemos el poder de, hasta cierto punto, evitar el éxito de los abusadores y sus obras no yendo a verlas, si boicoteamos su trabajo completamente, no solo quitamos ingresos al abusador sino también a los cientos de personas inocentes que trabajaron en la película o la serie con ellos. Lo más importante es que escuchemos las historias de esas víctimas que dan un paso adelante y que las tratemos con respeto. Después cada uno tendrá que decidir hasta qué punto desea rechazar a los abusadores y separar el arte del artista.