Quizá por cuestión presupuestaria, la producción de género fantástico tiene hoy en día su centro de influencia en las industrias asiática y norteamericana. Sin embargo, resulta innegable la importancia de la cinematografía europea en el género desde los inicios del cine mudo, con autores como Fritz Lang o Murnau como visionarios precursores de un cine de terror que cautivaría a millones de espectadores hasta nuestros días.
Para contribuir a eliminar la falsa creencia de que el cine fantástico y de terror es incompatible con la industria europea y sus autores, repasamos a continuación una serie de títulos clave en la evolución del género desde los años veinte a la actualidad, deteniéndonos en movimientos tan relevantes como el Giallo italiano o el Nuevo Extremismo francés, sin olvidarnos de las monster movies de la Hammer y de algún título español especialmente destacado.
El mejor terror europeo
Nosferatu (F.W. Murnau, 1922)
Los orígenes del cine de terror están íntimamente ligados al cine europeo, en concreto al Expresionismo Alemán, del que surgieron títulos tan emblemáticos del cine mudo como 'El gabinete del doctor Caligari', 'M, el vampiro de Düsseldorf' o esta inquietante obra maestra de Murnau, adaptación evidente pero no autorizada del 'Drácula' de Bram Stoker, por cuyos derechos peleó el estudio encontrándose con la rotunda negativa de la viuda de Stoker, que acabó demando a los productores y ganando el juicio.
Los tribunales ordenaron la destrucción de todas las cintas de la película (aunque un reducido número afortunadamente se ocultaron y sobrevivieron) lo que no hizo sino agrandar el mito de un film tan aterrador como poético, imprescindible para entender los orígenes del terror en el cine.
La momia (Terence Fisher, 1959)
Desde su fundación en 1934, la productora británica Hammer Productions regaló a los fans del género fantástico decenas de emblemáticos títulos de terror, a menudo basados en los mitos clásicos de la literatura fantástica, que convirtieron en auténticos emblemas a actores como Chritopher Lee o Béla Lugosi.
'La momia' de Terence Fisher inauguraba una triunfal década de exitosas monster movies que le dieron al estudio cuantiosas ganancias a base de explotar con encanto e inconfundible alma de B movie los arquetipos del relato de terror canónico. Protagonizada por el carismático Peter Cushing, La Momia es una divertida mezcla de aventuras y terror que Universal recuperó cuarenta años más tarde en el taquillero remake de Stephen Sommers.
Suspense (Jack Clayton, 1961)
En un estilo diametralmente opuesto al de Hammer, las adaptaciones al cine de las novelas espectrales de Henry James tuvieron notable peso en los inicios del thriller psicológico en el cine. 'Suspense' de Jack Clayton adapta la novela 'Otra vuelta de tuerca' y es considerada una de las mejores traslaciones a la gran pantalla de la obra de James.
La inolvidable Deborah Kerr da vida a una institutriz a cargo de dos niños huérfanos que viven en una apartada casa de campo, en la que comienza a sospechar que los antiguos criados ejercen, tras su muerte, una inquietante influencia en la actitud de los niños. Una magnífica película que sin duda sirvió de inspiración a Alejandro Amenábar para su premiada 'Los otros'.
Repulsión (Roman Polanski, 1965)
Roman Polanski es uno de los autores europeos que con mayor acierto e inventiva se han aproximado al género fantástico. En esta celebrada producción franco-británica, Polanski hacía sufrir a una bellísima Catherine Deneuve en la piel de una joven reprimida que experimenta un enfermizo sentimiento entre la atracción y el rechazo por los hombres, magnificado por la relación de su hermana con un hombre casado.
Entre el drama psicológico y la pesadilla surrealista, esta inquietante e imprescindible película se llevó el Oso de Plata en el Festival de Berlín y supuso el primer gran éxito en la filmografía de su controvertido director, además de uno de los papeles más recordados de la extensa filmografía de su actriz protagonista.
Suspiria (Dario Argento, 1977)
Tan imprescindible como las producciones de la Hammer resulta en la historia del terror europeo el Giallo italiano, movimiento abanderado por Mario Bava y por el enfant terrible Dario Argento, inigualable provocador de desigual pero personalísima carrera, cuyo punto álgido alcanzó con títulos como 'Rojo profundo' o esta 'Suspiria' magnífico capítulo inicial de la trilogía de Las tres madres.
La historia cuenta la accidentada llegada de una joven bailarina a una exclusiva academia en la misma noche en que una de las alumnas aparece muerta con signos de violencia. Un inquietante relato de cuidada atmósfera y ambivalentes personajes que culmina en violento clímax muy del gusto de su director.
En compañía de lobos (Neil Jordan, 1984)
Mientras Hollywood ha utilizado los cuentos europeos como materia prima de un cine para todos los públicos, los cineastas del viejo continente se han interesado en resaltar el importante reverso oscuro de estos relatos ya desde que Cocteau adaptara 'La bella y la bestia' en los años cuarenta. En una línea similar, 'En compañía de lobos' hace emerger el sustrato de represión sexual latente en la 'Caperucita Roja' de Perrault en un excelente film que nos permite además disfrutar de la magnífica Angela Lansbury.
En su segunda película tras la cámara, el cineasta irlandés Neil Jordan mostraba ya un evidente talento que anticipaba una tan notable como ecléctica carrera en la que, ya en Hollywood, ha revisitado el género fantástico en películas como 'Entrevista con el vampiro', 'In Dreams' o la divertida 'El hotel de los fantasmas'.
Funny Games (Michael Haneke, 1997)
Cuando los fans del terror disfrutaban de un inesperado resurgimiento del slasher con la llegada de la estupenda 'Scream' de Wes Craven, el reputado director austriaco Michael Haneke nos presentaba como respuesta esta brutal y lúcida reflexión sobre la violencia y nuestra actitud ante la misma, que causó tanto impacto como indignación en su controvertido estreno en el Festival de Cannes.
Impactante y con numerosos guiños metacinematográficos, 'Funny Games' narra con manipuladora habilidad el asalto de dos adolescentes de modales exquisitos a una familia burguesa austriaca que pasa sus vacaciones en un entorno rural. Lo que comienza como un impertinente juego psicológico se convierte pronto en una salvaje tortura. Una obra maestra tan incómoda como imprescindible.
Alta tensión (Alexandre Aja, 2003)
El segundo largometraje del francés Alexandre Aja (ahora habitual del terror hollywoodiense), se enmarca dentro del llamado 'Nuevo extremismo francés', curiosa oleada de films galos que irrumpe a principios del siglo XXI para epatar al público con relatos de terror de violencia extrema tan impactantes como 'Frontière(s)', 'Al interior' o 'Martyrs'.
'Alta tensión' es un violento slasher de impactantes escenas cercanas al gore. La historia nos presenta a dos amigas que buscan refugio de estudio en la granja familiar de una de ellas. La calma se irá al traste con irrupción de un macabro psicópata adicto a la sangre. Una película solo apta para estómagos fuertes y fans entregados del torture porn más radical.
Déjame Entrar (Tomas Alfredson, 2008)
Desde Suecia nos llegó hace ya ocho años una de las más sorprendentes películas europeas de terror de la última década. Tal fue el éxito de este curioso film de vampiros de Thomas Alfredson, que Hollywood solo tardó dos años en estrenar un remake dirigido por Matt Reeves y que mantenía con bastante dignidad la lograda atmósfera del original escandinavo.
El film nos presenta a Oskar, un niño introvertido víctima de acoso escolar que encuentra una inesperada aliada en su misteriosa vecina Eli, cuya llegada al barrio del protagonista coinicide con una serie de muertes sangrientas. Cautivadora mezcla de relato de infancias robadas y cine de vampiros, destaca además por una magistral escena climática en una piscina cubierta.
Saga [REC] (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007 - 2014)
Y no negaremos que el cine español ha puesto su granito de arena en la historia reciente del cine de terror europeo, casi siempre de la mano de Julio Rodríguez y el encomiable trabajo de Filmax, para mantener una envidiable cantera de cineastas que apuestan por el género fantástico de corte artesanal, pertinentemente influídos y promocionados por el Festival de Sitges.
'[REC]' incendió Sitges 2007 con su atrevida apuesta por el found footage y el subgénero de infectados, dos lugares comunes del cine de terror que triunfaba en Hollywood en aquellos días combinados, eso sí, con excelente habilidad por sus creadores. Las desventuras de la reportera Ángela Vidal (estupenda Manuela Velasco) hicieron revolverse en el asiento a miles de espectadores en una impactante entrega original -un éxito internacional objeto incluso de remake americano- continuada con desigual acierto en tres secuelas.