Llamarte Jude y tener tatuada una frase de 'Sexy Sadie' te convierte, automáticamente, en una de las personas más geniales del mundo. Sin discusión. Pero, además de beatlemaniaco ejemplar, Jude Law ha conseguido convertirse en una de las estrellas de Hollywood más aficionadas a la resurrección y al desconcierto que podemos encontrar en la industria. La clave está en su inquietud, su manera de aceptar blockbuster orientados directamente a la taquilla con películas de escala menor destinadas a lanzar su suerte con una moneda al aire. En ambos casos, y aquí está lo realmente importante, su entrega es exactamente la misma. No se puede encontrar ni un signo de pereza en el talento de Law.
A lo largo de su trayectoria, el actor británico ha sobrevivido a su físico, dirigido con contundencia a llenar millones de carpetas, corchos y taquillas en todo el mundo, y lo ha adaptado a papeles que, partiendo de su atractivo, siempre terminaban en el otro extremo de la carretera. El camino fácil parece escapar siempre de sus manos de una manera tan voluntaria como admirable. Porque, no nos engañemos, Law ha tenido en numerosas ocasiones la oportunidad de dejar caer su cabeza sobre el cómodo colchón que ofrece el piloto automático, el éxito seguro sin el menor esfuerzo.
Pero no. Y ahí está una de las principales razones por las que Jude Law continúa siendo un actor al que siempre agradecemos encontrar en la gran pantalla, la certeza de que su presencia mejorará la historia, aportará un valor extra, implicará, en definitiva, algo más. No siempre acierta a la hora de colocarse en la misma línea que separa la intensidad del ridículo, pero uno no se cansa de admirar su mirada perdida hacia un destino que es imposible anticipar. Porque cuando las cosas le salen bien, algo que ocurre de manera constante en estas 10 películas que representan lo mejor de su carrera, la recompensa merece la pena con creces.
10 mejores papeles de Jude Law
'El talento de Mr. Ripley'
Uno de los hitos más destacados de la carrera de Jude Law fue su capacidad para salir airoso y (muy) aplaudido de la adaptación cinematográfica de 'El talento de Mr. Ripley'. Sí, probablemente estaba interpretándose a sí mismo en cada escena, pero consiguió plantar cara a un Matt Damon en permanente estado de gracia que ofreció la mejor interpretación de su carrera.
La relación entre sus personajes durante el primer tramo de la historia, antes de que la trama abrace de manera ejemplar el tono de thriller asfixiante, deja momentos cinematográficos de primer nivel, con escenas tan perfectas como aquella en la que una partida de ajedrez en una bañera nos permite conocer los demonios y debilidades de ambos personajes en cuestión de minutos. Law entiende a Dickie Greenleaf, lo quiere y respeta, lo valora, se identifica con él. Por eso se mimetiza de una manera tan maravillosa con el personaje y por eso su interpretación es tan memorable.
'Gattaca'
Pocos papeles se han ajustado de una manera tan perfecta y brillante a la figura y carisma de Jude Law como Jerome. 'Gattaca' estaba repleta de aciertos y el casting, desde luego, era uno de ellos.
El actor aportaba su mirada aterrada y aterradora, combinación ganadora y complementaria que Law ha sabido usar siempre con un talento deslumbrante, a una historia que, por más que se empeñara en aparentar ser un thriller de ciencia ficción con ansias de trascendencia, se coronaba como drama melancólico basado en una implacable reflexión sobre la frustración humana. Una película por encima del notable con la que Law sumaba su primer gran triunfo.
'Enemigo a las puertas'
Es curioso como el mismo año en el que Jude Law trabajaba por primera vez a las órdenes de Steven Spielberg, en 2001, protagonizara también 'Enemigo a las puertas', una película influida de inicio a fin por 'Salvar al soldado Ryan', una de las obras maestras indiscutibles del Rey Midas de Hollywood.
Dirigida por un inspirado Jean-Jacques Annaud, esta historia basada en hechos reales en la que Law interpreta al francotirador ruso Vassili Zaitsev es una cinta bélica marcada por el hito firmado por Spielberg tres años atrás que, afortunadamente, también es capaz de mostrar una fuerza narrativa más que destacada. Acompañado también por la impecable Rachel Weisz, con quien consigue una química envidiable, Law consigue con 'Enemigo a las puertas' una de sus interpretaciones más sobrias y equilibradas, igualando incluso los méritos de todo un Ed Harris. Palabras mayores.
'Camino a la perdición'
Cada vez que se elabora una lista con los mejores villanos que nos ha dejado el cine en lo que llevamos de siglo, tenemos la mala costumbre de olvidar a Harlen Maguire, el terrorífico fotógrafo que acompaña entre las sombras a Tom Hanks y Tyler Hoechlin en su inolvidable 'Camino a la perdición'. Se trata de toda una injusticia ya que estamos ante un personaje absolutamente memorable al que Jude Law interpretó, con grandeza, desde la misma contención, gritando desde el silencio, apabullando desde la sencillez.
Cada una de sus apariciones a lo largo de la obra maestra de Sam Mendes se cuenta con escalofríos, con el temor real de que todo puede acabar en un baño de sangre que acabe con personas e infancias de la misma forma. El actor británico está inmenso en su manejo de la mirada, en la dosificación de esfuerzos y matices. Es, en definitiva, una interpretación prácticamente perfecta desde todos los puntos de vista posibles.
'A.I. Inteligencia Artificial'
Afortunadamente, el paso de los años ha terminado otorgando a 'A.I. Inteligencia Artificial' el estatus que se merecía. El de maravilla absoluta que, aunque sea para una pequeña parte del público, se ha convertido en una película de referencia, uno de los trabajos más sobresaliente de la carrera de Steven Spielberg. Ahí es nada. Sin embargo, especialmente durante las semanas posteriores a su estreno, ni crítica ni público se mostraron muy entusiasmados con esta lectura futurista de la historia de Pinocho, eso sí, potenciando las dosis de melancolía y tristeza.
Por su parte, dentro de esa vorágine de crítica negativas, Jude Law también tuvo su parte de abucheos. Y eso que estamos ante una de las mejores interpretaciones de su carrera, de lejos. Vale que su personaje no termine de estar explotado al máximo de su potencial, pero lo que hace el actor con Gigolo Joe es toda una demostración de control interpretativo, de entrega sofisticada, de baile sobre el abismo. Cualquier error lo habría convertido en autoparodia. Law no lo permite. Aplausos merecidos.
'Sherlock Holmes'
Pocos podían imaginar, con el propio Jude Law a la cabeza, que uno de los mayores taquillazos de la carrera del actor fuera una adaptación cinematográfica del personaje de Sherlock Holmes dirigida por Guy Ritchie y protagonizada por Robert Downey Jr. Y estrenada en 2009. Sin embargo, una vez vista la película, todo encaja.
Y todo justifica la celebración general ante un blockbuster entretenido de inicio a fin, vibrante en su manejo de la intriga y las inevitables escenas de acción y, por encima de todo, ejemplar en la demostración de carisma y presencia de sus dos personajes principales, Holmes y Watson, interpretados respectivamente por Downey Jr. y un Law que pocas veces ha aparentado estar pasándoselo tan bien en una película. Su trabajo, desarrollado desde una comicidad sofisticada al detalle, elevaba automáticamente la categoría de una cinta destinada al éxito. Incluso su secuela funcionó.
'Closer'
Si por algo se caracterizaba la estupenda, muy notable, 'Closer' era por saber explotar al máximo el nivel de un reparto repleto de estrellas que disfrutaban con entusiasmo de cada uno de los brillantes diálogos que les ofrecía el impecable guión firmado por Patrick Marber. Ayudaba de manera considerable que cada una de estas superestrellas tuviera un personaje que parecía diseñado a su medida, elemento que facilitaba el realismo de sus dramas internos e impulsos externos.
En el caso de Jude Law, y a pesar de contar con el papel menos agradecido de los cuatro protagonistas, su objetivo de controlar al máximo el exceso y la intensidad de su personaje suponía toda una grata sorpresa, estableciendo además un sano equilibrio en cada una de sus escenas compartidas. En este tipo de propuestas tan corales lo realmente difícil no es destacar sino saber jugar en equipo. Y Law lo consiguió al cien por cien.
'Sky Captain y el mundo del mañana'
La idea inicial estaba clara. 'Sky Captain y el mundo del mañana', la primera película de la historia del cine que contó con actores reales y en el que absolutamente todo el resto del decorado era digital, sería la primera entrega de una saga dirigida por Kerry Conran y protagonizada por Jude Law. Lástima que el público no estuviera tan entusiasmado con la idea. El fracaso en taquilla de la cinta supuso toda una decepción para sus principales responsables, acabando directamente con la carrera de Conran y sumando un duro golpe a la de Law.
Una auténtica pena ya que se trata de una deslumbrante aventura que combinaba con talento y encanto la técnica más avanzada con el aroma más característico de la aventura clásica, representada especialmente en el personaje protagonista al que Law se entrega de manera ejemplar en cuerpo y alma. Él es el motor narrativo de una propuesta que, sin lugar a dudas, merecía mayor suerte.
'eXistenZ'
1999 fue el año de la consolidación de Law como intérprete respetado por una industria, la de Hollywood, que estaba más obsesionada con encontrar al nuevo Michael Caine de lo que nos podíamos imaginar. Desde luego, 'eXistenZ' no parece el típico proyecto que un actor utilizaría para conseguir lograr semejante estatus, pero Law siempre ha sido un tipo inquieto y, después de todo, protagonizar una película dirigida por David Cronenberg siempre aporta un valor extra a tu trayectoria. Aunque sea desde la rareza y el culto.
En esta ocasión, Law tuvo la suerte de que el director y guionista canadiense se mostrara mucho más comedido de lo normal, planeando una trama especialmente accesible en comparación con alguna de sus propuestas más reconocidas. Quizá por eso, el actor supo entender perfectamente lo que la historia requería de él y sacó a relucir algunas de las piezas más valiosas de su repertorio interpretativo. Dentro de una película que, en el contexto de los videojuegos y la nueva tecnología, pretende por encima de todo despistar al espectador a base de giros imposibles que se suceden uno detrás de otro, Law destaca por su capacidad para mantenernos siempre con la duda sobre su personalidad, sus intenciones y objetivos. Misión cumplida, interpretación mayúscula.
'My Blueberry Nights'
Pocas películas de las que se mencionan a lo largo de este especial cuentan con una cantidad tan numerosa de planos perfectos como 'My Blueberry Nights', otra de las joyas hipnóticas que forman parte de la trayectoria cinematográfica del esencial Wong Kar-Wai. De hecho, estamos ante una propuesta que es, por voluntad propia, más un conjunto de escenas deslumbrantes en su exhaustiva búsqueda del detalle definitivo que un conjunto realmente equilibrado.
Una película trazada por destellos de melancolía y romanticismo en la que Jude Law funciona a la perfección como complemento melodramático para una maravillosa Norah Jones. Su historia, repleta de instantes que no necesitan más que un segundo para fascinar, es el leit motiv de una cinta que merece más de un visionado para mostrar la plenitud de su talento en todos los frentes. Incluyendo el interpretativo.