No perdamos ni un segundo más y acudamos al único camino posible, el del halago más firme: Kate Winslet es una de las mejores actrices de la historia del cine. Tal cual. Figura ilustre entre sus compañeras de generación, la intérprete británica es uno de esos valores seguros cuando uno decide escoger una película en la que sumergirse. Si ella está dentro, ni una duda, merecerá la pena. Incluso cuando el resto de elementos no estén a la altura, Winslet brillará. Y, probablemente, eclipsará al resto del reparto.
En cualquier caso, a lo largo de su imponente filmografía nos encontramos con muchas más noticias positivas que sustos desagradables. Con su deslumbrante presencia, capaz de combinar el fulgor de las estrellas clásicas con la energía interpretativa más contemporánea, Winslet sabe sacar oro de cada uno de sus personajes, metiéndose de lleno en su piel y sentimientos. Nos puede hacer reír y llorar, sufrir o temblar de miedo, enamorarnos o desconcertarnos, pero siempre será desde el talento más brutal. Siempre te la crees, no hay otra opción. Afortunadamente.
Y precisamente, a lo largo de este especial, recuperamos sus diez mejores trabajos, interpretaciones memorables que engrandecieron películas que, ya de por sí, brillaban. Pero, claro, tener a Winslet al frente te aporta algo diferente, especial y único. Una actriz maravillosa con la que siempre es un auténtico placer reencontrarse.
Los mejores papeles de Kate Winslet
'Sentido y sensibilidad'
Emma Thompson y Kate Winslet. Kate Winslet y Emma Thompson. Maravilloso dúo protagonista para 'Sentido y sensibilidad', una de esas joyas cinematográficas que hacen oídos sordos de forma envidiable al siempre temible paso del tiempo. Dirigida con el talento característico de Ang Lee, esta adaptación de la inolvidable novela de Jane Austen es modélica en todas sus vertientes, pero, puestos a destacar, se hace tan inevitable como necesario subrayar esas dos radiantes interpretaciones protagonistas. La guinda perfecta para una película deliciosa.
'Wonder Wheel'
Teniendo en cuenta que puede que estemos hablando de la última película estrenada en cines de la carrera de Woody Allen, algo tan incomprensible como triste, Kate Winslet puede sentirse todavía más orgullosa de haber protagonizado 'Wonder Wheel'.
Su arrolladora interpretación, capaz de saltar del melodrama más puro a la comedia marca de la casa de su autor, es el gran tesoro de una cinta que, por encima de su impecable acabado formal, alcanza lo mejor de sí misma gracias a Winslet. Ella es el motor, el corazón, el alma, la risa y la melancolía de 'Wonder Wheel'. Y cumple a lo grande en todas y cada una de estas facetas.
'Steve Jobs'
Hubo un momento en el que 'Steve Jobs' tenía críticas de ganadora del Oscar. Fue un instante, semanas, pero en ese tiempo uno de los premios que apuntaban como claros era el de Kate Winslet como Mejor actriz de reparto. Y una vez vista la película, se entiende. Winslet consigue lo que parece imposible, mostrar corazón en una película en la que las emociones brillan por su ausencia.
En medio del cálculo, los planes de dominación mundial, las nuevas tecnologías y las presentaciones multitudinarias, sobreviviendo a un panorama humano más cercano a los androides que al afecto y el cariño real y tangible, Winslet consigue aportar humanidad, calidez, ternura. Su interpretación, llena de detalles, define a la perfección la evolución de su personaje. Brillante en todo momento, sus miradas en el tercer y último acto de la película son la guinda de un recital Made in Winslet.
'The Reader (El lector)'
En el año en el que debería haber ganado el Oscar por su trabajo en 'Revolutionary Road', Kate Winslet terminó con la estatuilla bajo el brazo gracias a 'The Reader (El lector)', un dramón de manual con el que Stephen Daldry empezó a flojear tras dos obras maestras consecutivas de la talla de 'Billy Elliot (Quiero bailar)' y 'Las horas'.
Una cinta lastrada por un ritmo más que fallido, demasiado cercano al bostezo, que, sin embargo, se salva del naufragio gracias a la labor de la actriz británica. Una interpretación que podría haber caído en la parodia y el exceso lacrimógeno, pero que, en manos de Winslet, resulta realmente convincente y conmovedora. Mención especial para un tramo final que solamente se puede definir como recital de primera categoría.
'Revolutionary Road'
Hay dramones y dramones. Y hay historias e historias. No todas son iguales, no todas comparten el mismo patrón y no todas juegan en la misma liga. Sam Mendes, tras los discretos resultados tanto de taquilla como de crítica de su anterior trabajo, 'Jarhead', regresaba a terrenos conocidos y pantanosos con 'Revolutionary Road', ambicioso tratado sobre una relación matrimonial en todas sus vertientes. Sexual, romántica, social y psicológica. Además, volvía a profundizar en los estereotipos e incoherencias de nuestra sociedad. Las (falsas) apariencias en un mundo de espejos rotos.
El rostro, la voz, las sonrisas reconvertidas en frías lágrimas, corrían a cargo de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, sencillamente perfectos en unos personajes que Mendes usa como vehículo para alcanzar, de nuevo, las dosis más altas de elegancia, sensibilidad y, sí, dramatismo. Pero, reitero, no todas las tragedias son iguales y lo que diferencia 'Revolutionary Road' del resto de compañeras de género es la brutalidad interior de su propuesta. La esencia misma de la película es el dolor, el aceptar la caída al vacío, el volcarse en un futuro mejor sin darse, darnos, cuenta de que el presente se nos sigue escapando de las manos. 'Revolutionary Road' no entiende de comidas con perdices ni sexo con amor. Todo está lleno de tristeza en una película tan compleja que, anclada en el clasicismo, siempre parece nueva. Y siempre duele.
'Juegos secretos'
Cuando hablamos de 'Juegos secretos', lo hacemos de una de las mejores y más incomprendidas películas de la trayectoria profesional de Kate Winslet. Porque esta obra maestra, de eso se trata, dirigida con inmenso talento por un Todd Field totalmente mimetizado con la novela original de Tom Perrotta, es uno de esos claros ejemplos de (gran) cine que explota desde el impulso, la calma tensa y el nervio quebradizo.
Un paisaje dramático lleno de oscuridad y terror cotidiano en el que Winslet se mueve como pez en el agua, entregando una interpretación asombrosa, realmente excepcional. Perdida en la incertidumbre, la indiferencia o el ruido de todo un vecindario de secretos y mentiras, la actriz saca todo su potencial a relucir. Una interpretación memorable para una película obligatoria.
'Quills'
Película extraña a la que el paso del tiempo no ha beneficiado tanto como uno podría esperar tras un primer visionado, 'Quills' se beneficiaba al máximo de un reparto modélico para alcanzar su nivel máximo. Y es que, claro, si tienes de tu lado a Kate Winslet, Geoffrey Rush, Joaquin Phoenix y Michael Caine, tienes muchísimo ganado.
En el caso de la actriz, además, su personaje es un auténtico regalo que Winslet sabe aprovechar de inicio a fin. Incluso cuando la cinta parece perder algo de ritmo por el camino y ceder demasiado espacio a la provocación gratuita, ella se mantiene firme en su talento, capaz de generar escenas memorables entre la omnipresente niebla. Por si quedaba alguna duda, sí, Kate Winslet es lo mejor de 'Quills'.
'¡Olvídate de mí!'
Pocas dudas. Una de las interpretaciones más memorables de Kate Winslet está en '¡Olvídate de mí!'. También la peor traducción jamás realizada sobre un título original en la historia de nuestro país, pero ese es otro tema que nos llevaría más tiempo y peor humor. Aquí estamos de celebración, recordando una obra maestra de principio a fin, una de las más hermosas y crudas reflexiones sobre el amor y el paso del tiempo, sobre los impulsos y las decisiones que no aceptan la vuelta atrás, sobre el futuro como ese lugar que, sin estar, puede llegar a hacer tanto daño desde la incertidumbre.
A Jim Carrey, impecable, le acompaña la mejor versión de una Winslet con la que consigue una química tan sorprendente como inolvidable. A partir de su primer encuentro, todos los milagros se comienzan a suceder sin pausa. Un clásico contemporáneo.
'Titanic'
Aunque el tiempo haya generado una sorprendente corriente de opiniones negativas sobre ella, como si de repente millones de espectadores se hubieran puesto en común en tirar por tierra todas y cada una de sus inmensas virtudes, 'Titanic' es el último gran romance trágico del Hollywood más clásico. Nos hacemos viejos y ya podemos decir aquello de que ya no se hacen películas así. James Cameron partió de un guion básico, tan carente de sorpresas como sobrado de efectividad, para construir una película deslumbrante en su exceso, tradicional en su romanticismo, capaz de generar escenas inolvidables con una facilidad pasmosa.
Leonardo DiCaprio y una soberbia Kate Winslet se convirtieron en una de las parejas cinematográficas del siglo, con una química que aún sigue despertando suspiros generales, provocando que todos sufriéramos con y por ellos desde el mismo momento en el que aquel maldito iceberg cambió todo. Sus defensores seguimos siendo más. Aseguramos nuestra victoria.
'Hamlet'
A lo largo de los 242 minutos de 'Hamlet', inmensa adaptación cinematográfica firmada por Kenneth Branagh, la cantidad de actores y actrices que se van sucediendo en pantalla es tan apabullante que, para ser sinceros, cuesta destacar a unos por encima de otros.
Sin embargo, sería injusto obviar la interpretación de una Kate Winslet entregada al máximo en su composición de la inolvidable Ofelia, excelsa tanto a la hora de transmitir esa encantadora ingenuidad romántica como de exprimir al máximo su descenso a los infiernos de la locura. Un personaje esencial en la historia de la literatura al que la actriz británica inyectó las mejores de sus virtudes en su salto a la gran pantalla. Un elemento más a favor de una película inconmensurable.