Si algo nos ha dejado la Navidad, además de ingentes cantidades de regalos, turrón, zambombas y un discurso monárquico, es al culpable de las alegrías y decepciones de cualquier niño (en edades comprendidas de 0 a 99 años). Santa Claus, Papá Noel, San Nicolás, nacido del mito del solsticio de invierno, creado por el cristianismo, reformado por Coca-Cola en 1931 y sustentado por el dinero occidental, en cualquiera de sus apodos está la magia de estas fechas. Y si hablamos de magia, tenemos que hablar de cine y/o televisión de manera casi constitucional. Nunca el capitalismo fue tan digno de Hollywood, y viceversa, como en la noche del 24 al 25 de diciembre. Sin embargo, la gran pantalla nos ha demostrado con bastante insistencia que no es el hábitat natural de un hombre que regala generosidad y no escatima en renos voladores. Las películas que se han intentado acercar al espíritu de Papá Noel han fracasado porque ninguna ha sido capaz de realizar una radiografía social certera y porque absolutamente todas han abrazado el humor rancio y bobo que existe. Sólo 'Bad Santa' se atrevió a gritar una verdad universal: sólo te puedes disfrazar de Santa Claus si estás borrach@.
Otros intentos, como la trilogía protagonizada por Tim Allen que empieza con '¡Vaya Santa Claus!', han caído en la retranca de las historias divinas. Esas en las que un hombre normal descubre que su sino está junto a los Dioses y no con los mortales. En este caso, se niega la existencia de Mr. Claus para, posteriormente, declarar al hombre en divinidad y convertirlo en el personaje más querido de la Navidad. Un proceso a menudo concedido para no romper sueños e ilusiones. Porque el cine navideño, en tanto blanco como la nieve, sirve a los intereses del consumismo. No obstante, uno de los temas más recurrentes en las producciones es el reflejo de ese proceso por el cual los padres toman el relevo de un señor con barba rala cada vez más cansado de los viajes transatlánticos. Sí, niños, Papá Noel existe, vendría a tu casa, pero ha tenido que parar a descansar. Así que, tus padres sabrán cómo hacerte feliz. Ese es, a grandes rasgos, el leitmotiv del cine sobre Mr. Claus.
Evidentemente, el universo de Papá Noel se ha estirado hasta la creación de 'Fred Claus, el hermano gamberro de Santa Claus' o de su conexión con la Guerra de Vietnam a través de esa TV Movie en la que Nigel Hawthorne nos enseñó el verdadero significado de la Navidad. Antes de imbuirnos en este delirio de trajes rojos y deseos hechos realidad, es importante subrayar el peligro de ver tantas películas distintas sobre el mismo personaje junto a tus hij@s. Si tienen algo del perspicaz, sólo deberían ver una película en la que aparezca Santa Claus. Porque, de la misma manera que pueden interpretar una actuación, también pueden interpretar que si cualquiera puede ser Papá Noel, será porque el original ya no está operativo. Así que, sin más dilación, te dejamos con los mejores Mr. Claus de la Historia de la ficción. Y recuerda, si todavía no lo has hecho, envía tu carta al apartado de correos de Rovaniemi, Laponia. Él sabrá quién eres.
Los mejores Papá Noel de la ficción
Billy Bob Thornton en 'Bad Santa'
'Bad Santa' no sólo nos ha dejado al que es, posiblemente, el mejor Papá Noel hasta la fecha, sino que además tiene la poca vergüenza de ser una buena película. Terry Zwigoff, Glenn Ficarra y John Requa adaptaron la historia original de los hermanos Coen, así que te puedes imaginar de qué tipo de ficción estamos hablando. Estrenada en 2003, farda de la nominación al Globo de Oroque consiguió un Billy Bob Thornton agudo, que encarna a la perfección la frase que mejor define estas fechas navideñas: sólo puedes disfrazarte de Santa Claus si estás borrach@.
Se trata de un retrato irreverente y salvaje sobre la Navidad consumista. Aquí no hay magia, simplemente la cara de Thornton deseando la muerte a todo el que se le acerca. Alcohólico y depresivo, su Willie describe todo el proceso interno de un hombre que trabaja en un centro comercial interpretando al querido Santa. Sin embargo, sus métodos no terminarán de convencer a esos niños que, con tal de que le traigan su regalo, son capaces de sentarse en las rodillas de un hombre adulto desconocido.
David Huddleston en 'Santa Claus, la película'
David Huddleston retomó la clásica historia de Santa Claus en 1985 con una interpretación que se acerca, sobre todo en lo físico, al mito cristiano y, también, al rebranding que efectuó Coca-Cola en 1931. 'Santa Claus, la película' nos cuenta la historia de Papá Noel desde el más absoluto respeto a los niños y a todos los que preguntan por Anya Claus, su esposa y la que debe aguantar su excesivo altruismo.
Es una película de orígenes, en la que se nos plantea cómo el Sr. Claus, leñador y buena persona, le hacía regalos a todos los niños de su vecindario en un acto de generosidad y amor. Su perímetro de acción cada vez se expandía más, hasta que llegó el día de cargar todos los regalos en un trineo y, mediante el hechizo de la Navidad, contratar a coste cero a un volquete de renos voladores que le llevasen hasta el país de Nunca Jamás. Así, todos los pequeños del mundo tendrían su regalo.
Si de verdad te interesa la Navidad, tienes que ver esta película. Es la combinación perfecta de bondad narrativa y aventuras por todo el mundo. Te lo pasarás en grande.
Douglas Seale en 'Santa Claus (Cuentos asombrosos)'
1985 también nos dio 'Santa Claus (Cuentos asombrosos)', un capítulo de 25 minutos dentro del serial 'Amazing Stories' producido por Steven Spielberg, en el que se retrata la verdadera imagen que tendría Papá Noel en la civilización contemporánea. Un hombre disfrazado, al que casi no se le puede ver la cara, irrumpiendo en una casa ajena a través de la chimenea. Un ladrón, vaya. Así lo entendieron Joshua Brand, John Falsey y Phil Joanou cuando escribieron la breve historia protagonizada por Douglas Seale.
El actor, que lo volvió a intentar tres años más tarde en 'Hay que salvar a Papá Noel', fue elegido porque a los creadores les servía el perfil de posible delincuente que tenía entonces. Por lo tanto, su Santa Claus quedó bastante alejado de los valores que representa, pues, aunque en la cinta se tratase del verdadero Papá Noel, todos estábamos muy de acuerdo cuando los policías, confundiéndolo con un ladrón, le detuvieron en mitad de la faena. A pesar de eso, a Seale le debemos el esfuerzo de disfrazarse de Papá Noel en dos películas diferentes. El tipo lo intentó, así que el problema es nuestro.
Edward Asner en 'Elf'
Jon Favreau quiso hacer una película subversiva sobre la Navidad, y lo consiguió. 'Elf' cuenta el esfuerzo de un hombre por recuperar el espíritu navideño. Desde su adopción por parte del mundo Santa Claus hasta su encuentro con el padre biológico, el personaje interpretado por Will Ferrel bascula entre la fantasía y la realidad, mientras Edward Asner se empeña en ser el mejor Santa Claus del nuevo siglo.
De hecho, suya es una de las frases más significativas de la película. Cuando está sobrevolando Central Park, Asner (Santa) suelta que se está haciendo "demasiado mayor para esto". Y tiene todo el sentido del mundo, porque el intérprete ya tenía 74 años, una edad en la que Papá Noel tendría que pensarse dos veces si le merece la pena ese trote. Favreu cuadró a la perfección las dos líneas temporales de la realidad y la ficción. Asner sólo tuvo que representarlas.
Edward Ivory en 'Pesadilla antes de Navidad'
De acuerdo, sólo le dio voz, pero el Santa Claus de Edward Ivory en 'Pesadilla antes de Navidad' trató de reforzar la imagen que tenía la sociedad de un Papá Noel valiente y generoso. Tim Burton diseñó una película exquisita que habla sobre dos festividades enfrentadas, sobre la vida y la muerte luchando por el trono. Mr. Claus es secuestrado como parte del plan de Jack Skellington de mejorar la Navidad haciéndola más macabra.
Además, el espíritu de este personaje, secundado por las inflexiones de un Ivory comprometido con la causa, es el contrapunto perfecto a la imagen gótica del director Henry Selick.
Paul Giamatti en 'Fred Claus, el hermano gamberro de Santa Claus'
Paul Giamatti compite de tú a tú con Billy Bob Thornton por ser el fake de Santa Claus más irrespetuoso del cine. En 'Fred Claus, el hermano gamberro de Santa Claus' todo está barnizado con una mezcolanza de incorrección política, humor trasnochado y amor fraternal. Ciertamente poco original, esta comedia navideña basada en la historia de Jessie Nelson tiene uno de los mejores repartos de siempre. A saber: Vince Vaughn, Rachel Weisz, Kevin Spacey, Kathy Bates y el propio Giamatti.
Pasó tan desapercibida, a pesar de su perseverancia por hacer gracia, que ni siquiera se acordaron de ella en los Razzie. Porque, aunque el Claus de Giamatti tenga puntos de verdad churriguerescos, la película no abandona la fórmula de película navideña ni a base de carbón crudo.
Richard Attenborough en 'Milagro en la ciudad'
Richard Attenborough cogió el testigo de David Huddleston como el Santa Claus más fiel al mito cristiano. 'Milagro en la ciudad' es el remake de 'De ilusión también se vive', película de 1947 que funcionó como una suerte de impulso positivo para unos Estados Unidos que acababan de salir de la post Gran Depresión para adentrarse en lo tenebroso de la II Guerra Mundial. Attenborough interpretó a su manera la idiosincrasia de un personaje al que, a pesar de que muy pocos le recuerdan en su piel, le debe mucho la década de los 90.
Tim Allen en '¡Vaya Santa Claus!'
Tim Allen es el Papá Noel que nos merecemos. Su trilogía '¡Vaya Santa Claus!' se enmarca en el proceso hombre-divinidad de las películas navideñas. Es decir, cómo un padre (casi siempre divorciado y con miedo a perder el amor de su hijo) se ve forzado a convertirse en Santa Claus, de modo que no le queda más remedio que sacar todo el amor y la generosidad que lleva dentro (aunque sea el Grinch en carne y hueso).
Su Mr. Claus tiene el privilegio de haber sufrido una evolución marcada por la actualidad. Desde 1994 hasta 2006, Allen fue el encargado de abrirse paso en tu memoria para quedarse a vivir como el único e inimitable Papá Noel del cine. Las tres cintas, comedias familiares canónicas y ortodoxas, fueron bajando su nivel hasta los límites del bostezo irrespetuoso, pero Allen no cejó en el empeño por caer simpático. Nada tenía ya sentido en ese universo extraño de personajes aún más extraños, y Allen se esforzó por sacarnos una sonrisa. Tan sólo por eso merece nuestra aprobación.
Leslie Nielsen en 'Milagro en Navidad'
Leslie Nielsen es una institución de la comedia. 'Milagro en Navidad', TV Movie dirigida por William Dear en el 2000, es como se tradujo 'Santa Who?', una película que menos mal que contó con Nielsen, porque si no habría sido bochornosa. Según explica su sinopsis, Papá Noel tiene amnesia después de caer de su trineo y tiene que recurrir a la ilusión de un niño para recuperar su memoria y, lo más importante, su propósito en tierras occidentales. Lo más desternillante de 'Milagro en Navidad' es la relación que mantiene Mr. Claus con un intrépido periodista que, atónito ante la noticia de tener al mejor amigo de la Navidad para él solito, decide tenderle una mano para mantener el espíritu navideño.
Nielsen consiguió mantener su sello cómico por encima del personaje, lo cual nos da al Dr. Rumack disfrazado de Papá Noel. Impagable.
Nigel Hawthorne en 'Llámame Santa Claus'
El personaje interpretado por Whoopi Goldberg en 'Llámame Santa Claus' no cree ni en Papá Noel ni en la Navidad, después asociar la trágica muerte de su padre a las fechas en cuestión. Sin embargo, ahí está el Mr. Claus de Nigel Hawthorne para hacer cambiar de opinión hasta a la persona más hundida y cabezona del planeta. Quizá sea el Santa Claus más tierno y que mejor encarne el perfil de abuelo del mundo que a todos nos conquista. En suma, la película pone como telón de fondo a todos esos niños que, culpa de la Guerra de Vietnam, nunca más volvieron a celebrar las navidades junto a su padre.
En esta TV Movie del 2001 se ve claramente ese tratamiento de la Navidad como medicina homeopática para la tristeza. De hecho y a pesar de caer, como todas, en los convencionalismos del cine familiar sobre la Navidad, el Santa Claus de Hawthorne estará para siempre en nuestros corazones (y nuestras cajitas envueltas).