Más conocido por su vis cómica, Jack Black es un artista total. Compositor, productor, creador de su propia carrera desde la primera nota que lanzó al aire en su guitarra, Black ha sido el foco de la primera generación de comedia norteamericana post 11-S, junto a grandes nombres como Ben Stiller, Adam Sandler o Kevin Hart. Su punto de inflexión, y a partir del cual toda la audiencia se apuntó su nombre en la casilla de sobreactuados talentosos, fue en 'Escuela de Rock', donde juntó sus dos grandes pasiones: el cine y la música. Esta última es el motor artístico que le ha llevado a la gran pantalla como compositor en más de 40 proyectos, siendo 'El rey de la polca', producción de Netflix dedicada a la decadencia del artista polaco Jan Lewan, el último de ellos.
Recién estrenada 'La Casa del Reloj en la Pared', en la que comparte pantalla con Cate Blanchett y Owen Vaccaro, su carrera tiene más borrones que aciertos, y eso es un hecho que ni siquiera sus dos nominaciones a los Globos de Oro (por 'Bernie' y por 'Escuela de Rock') pueden negar. No obstante, nadie podrá decir que Black no es un gran actor después de convertir la sobreactuación en una perfomance perfectamente válida para los títulos que protagoniza. De hecho, ha llegado a dominarla tanto que en 'Bernie', su aproximación más espectacular a mimetizarse por completo con un personaje, hace de ella su principal arma para conquistarnos a todos. Es el papel que se adapta a él, y en el que él mejor puede encajar. Es cierto que volvió a intentarlo el pasado año con Lewan y no le salió, pero eso no importa cuando detrás de ti hay más de 150 proyectos.
'Tropic Thunder', 'Alta fidelidad' o 'Supernacho' son otras de sus cúspides como actor, pero, a falta de ver cómo se desenvuelve en la piel de Jonathan Barnavelt, lo mejor que ha hecho hasta la fecha es 'Tenacious D', tanto la banda musical, como la serie, como la película ('Dando la nota'). Es su historia sobre su dueto con Kyle Gass, sobre su vida como músico emergente y actor de comedia. Black fue rock n' roll y lo sigue siendo en la banda 'Eagles of Death Metal'; Black fue humor y lo sigue siendo en 'La Casa del Reloj en la Pared'; Black fue grande y queremos que lo siga siendo recordando sus mejores papeles en el cine.
Los mejores papeles de Jack Black
Jan Lewan en 'El rey de la polca'
El esquema Ponzi de Jan Lewan le llevó a la cárcel y ahí estaba Jack Black para darle una parcelita de atención en Netflix con 'El rey de la polca'. Evidentemente, el actor se mete en la piel de este especialista en polka reconvertido en especulador financiero con la facilidad con la que un camaleón modifica sus pigmentos para mimetizarse con el entorno. Es la primera vez, después de muchos años, en la que Black no recurre a su ya clásica performance sobreactuada, sino que se sirve de otras interpretaciones un poco menos explícitas (excepto en los números musicales) para dar vida y chispa a Lewan. El resultado no son nominaciones, pero sí un buen puñado de carcajadas por la ópera bufa que se marca Black en cada secuencia.
JB en 'Tenacious D: Dando la nota'
'Tenacious D', la banda liderada por Jack Black y Kyle Gass (los dos se conocieron cuando eran miembros de la Actor's Gang, una compañía de teatro de Los Ángeles fundada por Tim Robbins), es el culmen de Black como artista total. No sólo formó un grupo de rock n' roll con su colega de profesión, sino que, además, creó una serie sobre ello y, ya en 2006 después de consolidarse, nos regaló 93 minutos de mucho rock, drogas y el humor de Black en vena. Además, no sólo está dirigida por Liam Lynch (el de Sarah Silverman), sino que cuenta con cameos de gente tan poppy como Ben Stiller o John C. Reilly. Música (el tipo canta que te mueres) y cine en un mismo proyecto. Ahora que nos damos cuenta, Jack Black es el Jimmy Barnatán de Estados Unidos, pero con más dinero y ganas de hacer cine.
Jeff Portnoy en 'Tropic Thunder: ¡Una guerra muy perra!'
En 'Tropic Thunder' se junta con los grandes de su generación: Ben Stiller, Robert Downey Jr. o Jason Bateman, y se sale. A pesar de quedar a la sombra de un Downey Jr. que hizo suya cada secuencia (le nominaron al BAFTA, al Globo de Oro y al Oscar por su Kirk Lazarus), Black hizo algo aún más complicado en películas de este tipo, donde los grandes cómicos han llegado al set y tú aún no sabes si sacar adelante tu performance o no. Black tenía el culo pelado de proyectos, pero, aún así, no es sencillo encontrar tu sitio en el set, clavar cada línea de diálogo y aprovechar tus encuadres para darle a tus fans lo que esperan de ti. Black lo hizo. Black volvió a hacerlo.
Hal en 'Amor ciego'
Su primer papel protagonista y va el señor Black a pavonearse delante de todos y a eclipsar a una superestrella como Gwyneth Paltrow. 'Amor ciego' es una chorrada de los hermanos Farrelly que apoya todo su peso en los hombros de Black y Paltrow. Ambos hacen un trabajo estupendo, pero el actor, en este caso, es capaz de pulir a su personaje hasta el punto de hacerlo gracioso sin ni siquiera abrir la boca. A los Farrelly les funcionó muy bien el estilo de Black a la hora de hacer humor y de provocar una sobreactuación regulada. A Black, con los años, también le fue bien este ensayo sobre su carrera.
Miles en 'The Holiday'
Esto parece el día de la marmota. Black interpretándose a sí mismo, con la performance sobreactuada y la vis cómica afinadísima a través de la composición musical para enamorar a una mujer, en este caso Iris, el personaje interpretado por Kate Winslet. Si al actor le encajas como incógnita en la misma ecuación que las tres variables anteriormente mencionadas, dicha incógnita se convertirá en una constante, que es lo que ha sucedido durante toda su carrera. Son papeles que sabe cómo abordar y cómo bordar. En 'The Holiday' volvió a hacerlo con Miles y todos quedamos muy satisfechos.
R.L. Stine en 'Pesadillas'
Nunca fue tan divertido imaginar a un autor como R.L. Stine en la piel de un loco de la comedia como Jack Black. 'Pesadillas' es su acercamiento a la psique de un novelista de terror que, glups, esconde a las criaturas de sus escritos en los mismos. Una vez más, Black recurre a su dominio de la perfomance sobreactuada para sacar adelante un personaje que le debió de saber a poco, porque acabó doblando las voces del muñeco ventrílocuo y del chico invisible. Todoterreno Black.
Dewey Finn en 'Escuela de rock'
A pesar de ser un fraude para casi todas las personas de su entorno, el bueno de Dewey Finn se empeñó en hacer de sus alumnos los más grandes para solucionar sus problemas económicos. Sin embargo, en ese viaje que emprendió cuando comenzó a suplantar la identidad de un profesor de instituto también aprendió a enseñar el valor de la amistad, el trabajo en equipo y el talento bien enfocado. 'Escuela de rock' fue la cúspide el actor.
Black se interpreta a sí mismo y, además, a su pasión por la música. No tiene nada que ver con la metaficción, sino con un ejercicio de interiorización de un personaje con el que se identifica y para el que no había mejor intérprete posible.
Malcolm en 'Margot y la boda'
Hay que valorar correctamente el esfuerzo de un actor tan inclinado hacia la comedia como Black para encarnar a un personaje que se hace, todo el rato, el resignado, el triste, el apestado. Un poco como si Dewey Finn, su personaje en 'Escuela de Rock', cambiase la guitarra y el rock n' roll por una casita de madera y muchos problemas con su caprichosa y neurótica cuñada. Se vendría tan abajo como lo hizo Malcolm en 'Margot y la boda', y es que hay que reconocerle algo a Black: sus personajes son él mismo enfrentándose a las situaciones de sus personajes. Y eso, transmitirlo sin resultar excesivo o sobreactuado (esto último siempre le ha costado más) es para destacar.
Bernie Tiede en 'Bernie'
Para propios y extraños, Bernie Tiede es el mejor papel en la carrera de Black. No en vano, ser exactamente lo que te pide que seas un señor a la altura cinematográfica de Richard Linklater no es baladí. 'Bernie' es el falso documental basado en hechos reales sobre un enterrador que estrecha lazos con una rica del barrio a la que compra, continuamente, con regalos muy cuidados.
Roger Ebert, crítico de Chicago Sun-Times definió a la perfección lo que cualquier espectador siente al ver a Black en el papel de su vida: "Tuve que olvidar lo que sabía de Black. Él crea este personaje de la nada, no se parece a nada que haya hecho antes, y demuestra que un actor puede ser algo maravilloso en el papel correcto."
Jerry en 'Rebobine, por favor'
Black entendió a la perfección la misión que le encargó la creatividad de Michel Gondry: 'Rebobine, por favor' tenía que ser tan hilarante como su protagonista pudiera demostrar. Y así fue, el Jerry de Black es todo lo que desearíamos de un personaje desmedido y totalmente desaforado, que lucha contra sus dolores de cabeza sin usarla.
Black canalizó todo su talento para la comedia absurda y de ello nació un personaje al que Gondry siempre le tendrá que agradecer que una excesiva magnetización del cerebro humano pudiese destruir todas las películas de un videoclub.