Cuando tu salto al firmamento de Hollywood y a las carpetas de millones de adolescentes se ha propiciado gracias a una saga como 'Crepúsculo', eso de ganarte el respeto en el sector más crítico e ilustre de la industria no debe ser una tarea nada sencilla. Sin embargo, Robert Pattinson, un actor que, por encima de todo, declara su rebeldía desde lo imprevisible, ha demostrado que el milagro es posible. ¿Cómo? Acudiendo siempre a la llamada del mismo borde del abismo.
Alejado completamente del papel que le convirtió en toda una estrella, Pattinson ha sido capaz de construir una filmografía que se mueve entre la sorpresa y el delirio, la coherencia y la locura, el riesgo y el acierto. Su próximo papel se dibuja constantemente con un signo de interrogación y los aplausos, que se los ha ganado con creces, viven cosidos al estupor general. Su carrera jamás ha seguido la línea recta y, especialmente por eso, conviene rendirse a la evidencia de su talento.
A lo largo de este especial, repasamos aquellos papeles que sirven a la perfección para ejemplificar el modelo de trayectoria que lleva asentando Pattinson desde que el amanecer de los vampiros llegara a su fin. Ocho interpretaciones con las que tuvimos la oportunidad de descubrir y disfrutar de un actor entregado, minucioso e inteligente. Sí, había vida después de Edward Cullen. Y era mejor de lo que jamás podríamos haber imaginado.
Los mejores papeles de Robert Pattinson
'Agua para elefantes'
En plena vorágine 'Crepúsculo', saga que se encontraba en aquel lejano 2011 a las puertas de su desenlace con 'Amanecer: Parte I' y 'Amanecer: Parte II', Robert Pattinson sacó hueco para protagonizar otras tres historias románticas con resultados desiguales. Y es que, mientras la terrible 'Love & Distrut' y la (muy) fallida 'Recuérdame' daban forma al lado más vacío del vaso, 'Agua para elefantes' se elevaba entre la multitud de propuestas similares para conseguir un aprobado digno de celebración.
Con una dirección tan efectiva como puntualmente deslumbrante de Francis Lawrence y con un notable Pattinson al frente, esta adaptación de la novela de Sara Gruen nunca terminaba de convertirse en una cinta memorable, especialmente por la nula química entre el actor y su compañera de reparto (Reese Witherspoon) y la sobreactuación constante de un Christoph Waltz desatado, pero se las apañaba para convencer desde su aroma clásico y deudor del Hollywood más tradicional y, sí, dorado. Un romance de los de toda la vida que, a pesar de su previsible rumbo, mantenía la atención y el interés del espectador. Por supuesto, con sus fallos, hablamos de una película situada a varios pisos por encima de la saga protagonizada por Cullen, Bella y compañía.
'Cosmópolis'
Lo más maravilloso de 'Cosmópolis' es que se estrenó el mismo año que 'Amanecer: Parte II'. Puede parecer una simple curiosidad, pero detrás de esa sensación se esconde toda una declaración de intenciones por parte de un Robert Pattinson que, mientras se despedía del vampiro que le convirtió en una estrella, se metía de lleno hasta los fondos más oscuros de la maquinaria Cronenberg. Dos universos cinematográficos absolutamente opuestos que ya dejaban bien claro que el actor nunca rechazaría una buena curva inesperada. En el caso que nos ocupa, además, estamos frente al proyecto más suicida de la trayectoria profesional de Pattinson. Casi nada.
'Cosmópolis', adaptación de la novela homónima firmada por Don DeLillo, es cine imposible y delirante, complejo e hipnótico, desafiante y despiadado. Hablamos de un Cronenberg especialmente gélido e inaccesible que, lejos de intentar aportar algo de sentido común a la obra literaria original, decide apostar casi todo a la casilla de la fidelidad, exceptuando un desenlace tan valiente como interesante. Se trata, en definitiva, de una de esas películas a las que es prácticamente imposible acceder, por voluntad propia de la misma, pero en las que podemos señalar varios hallazgos. Y ahí conviene destacar a un Pattinson que ofrece aquí el primer gran trabajo interpretativo de su carrera. Un tipo solo en medio de la locura colectiva. El mejor de los escenarios posibles para renacer, en cierto sentido, como actor.
'The Rover'
Finiquitada la saga 'Crepúsculo', y con la tormenta de críticas, pasiones y odios despertados con su interpretación en 'Cosmópolis', Robert Pattinson viajó hasta Australia para trabajar a las órdenes de David Michôd, responsable de la estupenda 'Animal Kingdom', y medir fuerzas interpretativas con la mejor versión posible de Guy Pearce. El resultado de esta combinación, 'The Rover', sigue resonando con contundencia como uno de los trabajos más memorables de la carrera del actor.
Thriller postapocalíptico de corazón rudo y alma western, 'The Rover' es una de esas propuestas marcadas en la arena a fuego y sangre, siempre dispuestas a un nuevo ladrido y siempre preparadas para dar un puñetazo en la misma boca del estómago. Contextualizada en escenarios sucios y desoladores, esta historia de venganza encuentra en la unión entre Pattinson y Pearce su virtud más apabullante. Ellos funcionan a la perfección y permiten que la película crezca escena a escena. Dos intérpretes totalmente entregados a la causa.
'Maps to the Stars'
Dos años después de reventar la cabeza a millones de espectadores y fanáticos con 'Cosmópolis', Robert Pattinson regresaba a los brazos del legendario y siempre imprevisible David Cronenberg para participar en 'Maps to the Stars', una de las películas más acertadas de la última etapa del cineasta canadiense.
Acompañado por un imponente reparto en el que encontramos a Julianne Moore, Mia Wasikowska, John Cusack, Olivia Williams o la mismísima Carrie Fisher, Pattinson pocas veces ha parecido estar tan sumamente cómodo en un papel como en esta apasionante historia de pérdida, locura y desolación narrada en el escenario más rutilante posible para desplegar la alfombra roja al desasosiego: Los Ángeles. Una joya escondida en el catálogo Cronenberg, sí, pero también en el de un actor que, al fin, terminaba de desplegar sus alas.
'Life'
De acuerdo, sus otros dos estrenos protagonizados en 2015, 'La infancia de un líder' y, sobre todo, 'La reina del desierto', no fueron elecciones demasiado afortunadas para un Robert Pattinson que, tras 'Maps to the Stars' y 'The Rover', parecía destinado a terminar de reventar cualquier atisbo de su pasado vampiro. Sin embargo, ahí apareció 'Life' para que recuperáramos la fe (semi)perdida.
Dirigida por el siempre interesante Anton Corbijn, esta historia centrada en la amistad entre el fotógrafo Dennis Stock y el inolvidable James Dean surgida durante la sesión de las memorables fotos del número de la publicación Life de 1955 protagonizadas por el actor, nos trajo una nueva interpretación más que notable que sumar al bueno de Robert. Y es que, con la inestimable ayuda de un espléndido Dane DeHaan, el actor se muestra tan generoso con su compañero de reparto como inteligente a la hora de aprovechar cada escena de posible lucimiento. De esta forma, nos encontramos con un Pattinson comedido y audaz, brillante y carismático. Un trabajo sobresaliente.
'Z, La Ciudad Perdida'
Palabras mayores. 'Z, La Ciudad Perdida', la última obra maestra firmada hasta la fecha por el fascinante James Gray, se puede ver y disfrutar como el biopic casi perfecto o como un relato de aventuras de los de toda la vida, pese a que su ritmo pausado pueda enervar a más de un amante de la vertiente más lúdica del género, pero su verdadero potencial reside en la reflexión sobre la ambición y la inseguridad que realiza a través de su protagonista. Así, el viaje de Fawcett, interpretado con sorprendente grandeza por Charlie Hunnam, y al que acompaña un maravilloso Robert Pattinson, adquiere todo su sentido y valor en un último tercio en el que la película se transforma por completo, sin dejar de ser ella misma, en un drama capaz de evolucionar su componente humano hasta un relato familiar lleno de implacable emoción.
Un tramo que pone punto y final con uno de esos planos que quedan guardados en la retina para siempre. No hay otra opción que la de aplaudir. Y así con todo. Una película que, centrando su historia en la búsqueda de una ciudad legendaria escondida en la selva del Amazonas, termina encontrando la más pura grandeza del cine. Sin lugar a dudas, la mejor película en la que haya participado Robert Pattinson hasta la fecha. Y una de sus interpretaciones más redondas.
'Good Time'
Nominado a Mejor actor por los Independent Spirit, los Gotham y los Satellite Awards, Robert Pattinson ofreció en la alucinada y alucinante 'Good Time' la más inspirada de todas sus versiones. Acompañado por un espectacular Ben Safdie, también presente en las apabullantes labores de dirección junto a su hermano Safdie, el actor protagonizaba un thriller de luces de neón, persecuciones vertiginosas y giros de guion tan sorprendentes como logrados.
Todo funciona con ejemplar efectividad y solvencia en una película que no cede momento para el respiro, que no toma prácticamente nada de aire antes de cada salto y que convierte cada atajo en una salida al paraíso más sucio y trepidante. Y ahí explota un Pattinson capaz de llevar el peso casi completo de una historia con el talento de un gigante. No busquéis más, aquí está su interpretación definitiva.
'Harry Potter y el cáliz del fuego'
No es que su interpretación en la maravillosa 'Harry Potter y el cáliz de fuego' sea nada del otro mundo, pero, maldita sea, si en el currículum profesional de Robert Pattinson aparece un personaje como Cedric Diggory es evidente que debe aparecer en un especial que repase los momentos álgidos de su carrera. Es lo que tiene haber estudiado en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Privilegios indiscutibles.