Por encima del payaso, del (apabullante) cómico, Robin Williams fue, sigue doliendo mucho usar el pasado, un actor inmenso para el que no existían más géneros que el carisma y la personalidad arrolladora. Por supuesto que su capacidad innata para colocar la sonrisa en la cara del espectador simplemente apareciendo en pantalla terminó ganando casi todas las batallas, pero si quería transmitir ternura, inseguridad, amor, tristeza, felicidad o, incluso, terror, también lo conseguía con una facilidad absoluta.
Con una trayectoria de la que siempre se suelen recordar más, de forma inevitable, los grandes taquillazos para toda la familia que protagonizó durante su etapa dorada, Williams también accedió a participar en proyectos que se situaban en las antípodas de lo que se podía esperar de él. Y no era un atrevimiento tópico y caprichoso de un actor de comedia con ganas de probar suerte en el drama, se trataba de un tipo inquieto, atrevido y arriesgado que se lanzaba de lleno a la aventura de enfrentarse a retos nuevos. La valentía siempre suma.
A continuación, tenemos una nueva oportunidad de revisar su catálogo de inolvidables personajes recordando las diez mejores interpretaciones de su carrera. Un conjunto de trabajos de altura con los que Williams nos conquistó para siempre, desprendiendo un encanto embriagador que aún hoy nos hace recordar su presencia con la emoción a flor de piel. Un actor incapaz de abandonar nuestra memoria. Imposible dejar de echarle de menos.
Los 10 mejores papeles de Robin Williams
'El rey pescador'
'El rey pescador' es una película imperfecta y fallida, apasionante y aburrida, conmovedora y perezosa, excesiva y caótica. Es todo y nada a la vez, la enésima oportunidad perdida de Terry Gilliam de conseguir alcanzar esa grandeza cinematográfica a la que aspira en cada plano de su filmografía. Sin embargo, como ocurre con sus mejores trabajos, aquí el triunfo reside exclusivamente en unas interpretaciones capaces de vencer incluso a la megalomanía omnipresente a su alrededor.
Y ahí aparece un Robin Williams maravilloso, capaz de merendarse a todo un Jeff Bridges con esa mezcla de locura y ternura tan característica. Su interpretación se sitúa (muy) por encima de la película, pero solamente por ella merece la pena revisarla de vez en cuando. No es poca razón.
'Aladdin'
Lo que para algunos no es más que un pasatiempo se convirtió, en manos de Robin Williams, en un tour de force asombroso. No, no se trataba solamente de doblar a un personaje de Disney, en unos años en los que la compañía vivía su segunda edad de oro, sino de transformarse por completo en él, reventar las expectativas desde dentro y traspasar la pantalla y el dibujo.
Así, el inolvidable genio de esa joya llamada 'Aladdin', terminó siendo uno de los secundarios más protagonistas y maravillosos de la historia del estudio. Todo, absolutamente todo, gracias a un Williams desatado, hilarante y pletórico incapaz de fallar. Nadie ha conseguido igualar aún su proeza. Y me temo que nos va a tocar seguir esperando un buen rato más. No hay un genio tan genial...
'Retratos de una obsesión'
¿Robin Williams puede dar miedo? Sí, Robin Williams puede dar miedo. La prueba definitiva y aplastante la encontramos en la estupenda 'Retratos de una obsesión', la película más perturbadora e inquietante jamás protagonizada por el actor y uno de sus trabajos más infravalorados.
Su personaje, hipnótico en su maldad, cautivador en su mirada fija al infinito de la oscuridad, era todo un reto para un intérprete que, frente a los desafíos, siempre se crecía. Cualquier otro habría rechazado un papel de estas características, pero Williams se entregó por completo, comenzando con un impactante cambio de imagen, construyendo desde los cimientos un reflejo exacto de la pesadilla y la locura. Una interpretación asombrosa.
'Jumanji'
Pase lo que pase con su remake, introduciendo temblores y sarpullidos, 'Jumanji' seguirá ligada directamente a nuestra memoria como una de las aventuras más trepidantes y divertidas de la década de los 90. Y, menuda sorpresa, contaba con un espléndido Robin Williams al frente.
Desde un punto de partida brillante que hizo que millones de adolescentes soñara con encontrar ese juego para echar una partidilla y una más que interesante capacidad para crear escenas especialmente memorables, 'Jumanji' dejaba sobre los hombros de su estrella principal el papel más interesante de todo el conjunto, carente de conflicto dramático interesante, sí, pero con matices de héroe insospechados hasta la fecha en la carrera de Williams. No importaron los antecedentes, el actor está en su salsa, y más comedido de lo esperado, y se lanza de lleno al juego. Un clásico generacional de inicio a fin. Otro en la lista de Williams.
'Señora Doubtfire, papá de por vida'
Un nombre: Robin Williams. Ya tienes un pie y medio en la meta que te hayas propuesto alcanzar. 'Señora Doubtfire, papá de por vida' fue lo que fue, un éxito mundial capaz de conquistar incluso a la crítica más feroz, y sigue siendo lo que sigue siendo, una de las películas familiares más memorables de los últimos años, gracias a su protagonista. En un cien por cien. Impresionante interpretación de un genio de la comedia en su etapa de mayor esplendor, un torbellino imparable capaz de arrasar con todo, un actor en permanente estado de gracia. Él es la película. Y no necesitamos más. Ni muchísimo menos.
'Patch Adams'
De acuerdo, 'Patch Adams' no es una gran película, pero eso no implica, ni muchísimo menos, que no cuente con una interpretación central profundamente conmovedora. El problema, básicamente, reside en la silla de director, con un Tom Shadyac obsesionado con subrayar la lágrima constante...hasta que decide convertir la película en un thriller terrorífico con trauma incluido. La historia real tenía esos elementos, pero se podrían haber tratado muchísimo mejor.
En cualquier caso, ahí está Williams para ofrecer otro recital de sensibilidad a prueba de barreras y escudos. Mientras todo a su alrededor va directo a la búsqueda del golpe en el estómago del espectador, el actor mantiene la compostura en todo momento, aportando la humanidad que este biopic merecía. No, no es una cinta memorable, pero sí lo es el trabajo de Williams.
'Despertares'
Un año antes del estreno de 'Despertares', el director Penny Marshal había triunfado con 'Big', Robin Williams había triunfado con 'El club de los poetas muertos' y Robert De Niro, bueno, era Robert De Niro. Si a esta suma de talentos añadimos una historia basada en hechos reales sobre la amistad entre el doctor Malcolm Sayer, neurólogo que decidió usar un medicamento nuevo para tratar a las personas que sufren encefalitis letárgica, enfermedad que les priva de las facultades motoras hasta reducirlas a un estado vegetativo, y uno de sus pacientes, lo que nos queda es una de esas propuestas que, si todo va bien, obtendrán unos resultados como mínimo notables. Y así fue.
'Despertares' es exactamente la película que todos podemos imaginar y desear, emocionante, entretenida y con un reparto en permanente estado de gracia. Uno de sus mayores placeres es el de observar como dos actores entregados al cien por cien, Williams y De Niro, deciden convertir su hipotética batalla interpretativa en un trabajo en conjunto a favor de la película. Generosidad absoluta y ejemplar.
'El club de los poetas muertos'
Dos años después de revolucionar a crítica y público con su interpretación en 'Good morning, Vietnam', Robin Williams se superaba a sí mismo con 'El club de los poetas muertos', la película que consiguió convencer de su talento dramático a todos aquellos que aún le veían exclusivamente como un (gran) comediante.
Pero, claro, ante semejante trabajo de sutileza, cariño, matices y carisma, uno no podía más que aceptar al actor como un grande, un tipo que consiguió hacer del Sr. Keating uno de los personajes cinematográficos más memorables de la década de los ochenta. Cuando llega el inolvidable desenlace de esta obra maestra, todos nos subimos sobre nuestro pupitre para gritar '¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán!' entre lágrimas. Y, no lo dudéis, esa sensación maravillosa sucede por culpa de, o mejor dicho, gracias a Williams.
'El indomable Will Hunting'
El papel era todo un bombón, Robin Williams lo sabía y, por eso, aprovechó cada segundo en pantalla para demostrar su inmenso talento a la hora de conquistar el corazón de, primero, el resto de personajes que le acompañan en la historia y, segundo, a los espectadores que convirtieron a 'El indomable Will Hunting' en algo más que una película de culto. En la película de sus vidas.
Y lo cierto es que, aunque algunos no compartamos esa pasión por la cinta que elevó a Matt Damon y Ben Affleck a los altares de Hollywood, Oscar a Mejor Guión Original incluido, pocas objeciones se pueden hacer a una de esas historias contadas con cariño y ausencia total de pretensiones egocéntricas. Un trabajo en equipo en el que destaca, con contundencia, la interpretación de un Williams que, al fin, consiguió su estatuilla. Justicia poética.
'Good morning, Vietnam'
Si alguien podía cumplir con los tremendos requisitos que supone interpretar a un disc-jockey de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que viaja hasta Saigón en plena guerra de Vietnam para entretener a los soldados desplegados en la zona, ese era Robin Williams. Por una cuestión de carisma e intensidad, simpatía y complicidad, explosión y diversión. Y el actor no decepcionó.
Primera nominación al Oscar gracias a una interpretación que podría haber caído en el esperpento y la sobreactuación, como ocurre, por otro lado, con la inmensa mayoría de papeles de su carrera, pero que Williams maneja con la sabiduría y el control de un genio. Todas las pistas apuntaban hacia él y, efectivamente, no había nadie mejor para gritar 'Good Morning, Vietnam' en pantalla.