Una de las cosas más especiales y emocionantes que presenta el lenguaje cinematográfico es la libertad. Puede salir mejor o peor, puede alcanzar el nivel deseado o quedarse a medio camino entre el abismo y la nada pero, amigo, cuando acierta no queda más remedio que rendirse ante la evidencia. ¿Todo es posible? En absoluto. Pero eso no implica que no se pueda intentar. La valentía, el riesgo, la sensación de vértigo ante la novedad, el aplauso final tras ser testigo de una historia que, sirviéndose de todo el poder que tiene este arte, consigue llegar un paso más allá. Las nuevas tecnologías, los avances técnicos, la incesante búsqueda de la sorpresa del espectador, han marcado alguno de los hitos más indiscutibles de la historia del cine. Y en ese terreno no podemos olvidar la combinación de animación y acción real en una pantalla.
Dos universos tan lejanos como cercanos en intenciones y objetivos que demostraron en numerosas ocasiones ser perfectos compañeros de viaje, acabando con los prejuicios y con cualquier posible sensación de recurso gratuito. Porque, en la mayoría de ejemplos, entendemos la razón por la que un cineasta apostó por una unión que llevaría a la película a otro lugar, que desencajaría mandíbulas, que potenciaría la magia, que hipnotizaría sin opción a réplica. La animación colándose por la rendija del tiempo para avanzar y llevar a la historia más allá de las posibilidades, rompiendo moldes y límites que, al final, resultan ser inevitablemente invisibles.
A continuación, recordamos diez de las películas que mejor aprovecharon las posibilidades que ofrecía la combinación entre animación y acción real, machacando el artificio a base de talento y pulso firme. No se puede titubear con un paseo por el alambre de estas características porque puedes terminar cayendo con todo el equipo. Una tragedia que estas propuestas esquivaron hasta justificar y engrandecer, desde la virtud creativa y la chispa de genialidad necesaria, la capacidad del cine para romper las cadenas. Una y otra vez.
10 mejores películas que mezclan animación y acción real
'Ósmosis Jones'
¿Los hermanos Farrelly rodando una buddy movie? Hasta aquí nada nuevo bajo el sol, ya que la mayoría de sus propuestas han partido desde lugares diferentes para terminar abrazando claramente este género en el que los guionistas y directores se muestran especialmente cómodos. Sin embargo, una de las sorpresas que trae 'Ósmosis Jones', la rareza más estupenda escondida dentro de su carrera, es que todo ese tramo resulta ser animado mientras que los actores de carne y hueso, con un notable Bill Murray a la cabeza, protagonizan una trama complementaria y, para nuestra sorpresa, inferior.
Y es que la aventura policial protagonizada por un glóbulo blanco, tal cual, les permite a los Farrelly ir un poco más allá de su zona de confort, sin olvidar el inevitable humor de trazo grueso marca de la casa, pero descubriendo que, por encima de los tópicos que recorren su cine, están dos cineastas con interés en probar nuevos rumbos. Lástima que la taquilla no comulgara con 'Ósmosis Jones' y no les permitiera seguir profundizando en este sentido, pero siempre quedará como la películas más incomprendida de su catálogo. Y de manera injusta.
'Pedro y el dragón Elliot'
Cuando se acerca a una película como 'Pedro y el dragón Elliot' no puede dejar de tener en cuenta el contexto temporal. La combinación que vemos en esta preciosa película marca Disney entre animación y acción real es una auténtica pasada si recordamos que estamos hablando de un estreno de 1977. Porque, más allá de la maravillosa banda sonora, la ternura de la criatura protagonista y su emocionante amistad con el pequeño Pedro, tenemos un auténtico monumento a la técnica repleto de detalles que siguen deslumbrando como el primer día.
Tras su reciente remake en acción real, una de las joyas del año al que ya vamos despidiendo, parece un momento perfecto para regresar a una película que se suele olvidar a la hora de repasar los tesoros del estudio pero a la que conviene defender con especial hincapié. Un espléndido trabajo para toda la familia que supo mezclar con infinito cariño las dos vertientes Disney.
'La bruja novata'
Siete años después de deslumbrar a todo el mundo con 'Mary Poppins', en pie, el director Robert Stevenson volvió a probar fortuna con 'La bruja novata', una propuesta muy similar en intenciones y objetivos que la mencionada obra maestra de Disney. Sin embargo, la magia de aquella, de manera previsible, resulto ser irrepetible, por lo que esta historia protagonizada por una encantadora Angela Lansbury quedó muy lejos de los resultados esperados.
Pero eso no implica nada negativo, en absoluto, y 'La bruja novata' resulta ser un entretenimiento para toda la familia que cuenta con una de las escenas más memorables del catálogo del estudio, un partido de fútbol que se sigue considerando uno de los mayores logros técnicos del género. Durante ese tramo de comedia viva, desternillante, la película de Stevenson despega hasta el infinito y consigue generar esa complicadísima sensación de ser un clásico para cualquier tipo de espectador.
'Bob Esponja: Un héroe fuera del agua'
Ocurre una cosa curiosa con 'Bob Esponja: Un héroes fuera del agua', y es que, incluso aquellos que nunca habíamos mostrado interés alguno en el personaje estrella de Nickelodeon, nos encontramos empujados al cine tras observar atónitos la estupenda reacción de la crítica tras su estreno. ¿De verdad estábamos ante un ejercicio de cine tan libre y arrollador? Pues sí. Vaya que sí.
Paul Tibbitt, uno de los directores estrellas de la serie televisiva, tomaba las riendas del segundo salto a la gran pantalla de Bob, Patricio y compañía y servía una receta infalible para que, tanto los fanáticos del personaje como los recién llegados, no pudieran dejar de reír durante 93 minutos que no ofrecen descanso alguno. Una absoluta locura que se siente capaz de todo y que regala alguna de las escenas cómicas más delirantes de los últimos años del género. Cuando los personajes animados salen del agua y se combinan con actores de carne y hueso, todo termina de explotar y, lástima, lo trepidante se confunde con lo caótico. Un mal menor para una de las sorpresas cinematográficas más evidentes del pasado año.
'Space Jam'
Ok, 'Space Jam' te puede gustar más o menos, puedes considerarla en mayor o menor medida el anuncio más largo de la historia de la NBA o la estrategia más desesperada de un estudio (Warner) por resucitar el legado de sus personajes animados. No te culparé de ello, pero te estarás perdiendo una de las cintas familiares más entrañables y divertidas de la década de los 90.
Por si la idea de combinar a Michael Jordan y Bugs Bunny no fuera suficiente, los responsables de esta delirante historia de baloncesto, alienígenas y Bill Murray apostaron por llevarlo todo al límite de lo ridículo. Y así alcanzaron la gloria. Taquillas destruidas en medio mundo, subida imparable de ventas de merchandising y el enésimo recordatorio de que no ha existido un deportista en la historia a la altura del número 23. Puedes etiquetarla de tontería, pero 'Space Jam' es un triple de entretenimiento en toda regla.
'Encantada: La historia de Giselle'
'Encantada: La historia de Giselle' es cursi y ñoña, está repleta de canciones con extra de azúcar y tiene todos los tópicos de la clásica historia de princesa conoce príncipe azul. Pero funciona. Y mucho. Con una Amy Adams a la cabeza que, en lo que es ya un clásico dentro de su carrera, debería haber sido nominada a un Oscar por pura capacidad de enamorar a cualquier espectador con su encanto y ternura, Disney escribió una inesperada y maravillosa reivindicación de la naturaleza y espíritu de los cuentos tradicionales.
Mezclando animación y acción real de manera comedida, sin caer en los excesos gratuitos, algo que se contagia a todas las decisiones narrativas de la propuesta, 'Encantada: La historia de Giselle' es uno de esos clásicos Disney que parecen olvidados con el paso del tiempo. Y eso que es una de las más evidentes demostraciones de personalidad y carisma de un estudio que cuenta este tipo de historias mejor que ningún otro. Probad y volved a verla. Se mantiene igual de brillante.
'James y el melocotón gigante'
La verdadera combinación ganadora de la excelente 'James y el melocotón gigante' no es la de la animación y la acción real, sino la que une a dos genios de la talla de Henry Selick y Roald Dahl. La imagen y la palabra. Lo visual y lo narrativo. La imaginación desbordando cada plano, oscura, deslumbrante, apasionante y apasionada. Un lujo cinematográfico que pasó tan injustamente desapercibido como la mayor parte de la obra de Selick pero que, con la inestimable ayuda del paso del tiempo, ha terminado ocupando un privilegiado y merecido lugar en la liga de clásicos de culto. Tan clásica como avanzada a su tiempo, tan adulta como infantil, tan hermética como cautivadora. Una joya en toda regla.
'Mary Poppins'
Conste en acta que si 'Mary Poppins', adaptación de la maravillosa historia de P.L. Travers, no está más arriba en este especial es porque la interacción entre la animación y la acción real está presente exclusivamente en un tramo muy limitado de la película. Pero, claro, qué tramo. Y qué números musicales.
En esta obra maestra sin fisura alguna, Disney y su equipo de genios condensaron todas sus virtudes: melancolía, diversión, atrevimiento, encanto, magia...Todo está presente en una película, la mejor de la historia del estudio, que sigue poniendo los pelos de punta. Muchos seguimos soñando con saltar dentro de los cuadros callejeros de aquel deshollinador. Cine en estado puro.
'El Libro de la Selva'
Cuando se anunció el remake en acción real de uno de los mejores clásicos Disney, 'El libro de la selva', muchos (¿todos?) nos pusimos a temblar. Los resultados previos obtenidos por 'Maléfica' o 'Alicia en el país de las maravillas' no dejaban demasiado lugar para la esperanza, pero el actor y director Jon Favreau dio en el clavo por completo y acabó de un plumazo, o mejor dicho, de un rugido, con todos los temores.
Una carta de amor al original animado que expandía el poder aventurero de aquella y nos dejaba con la mandíbula desencajada ante un acabado visual que mostraba unos asombrosos avances en la interacción entre actores de carne y hueso y seres creados de manera digital. Si fallaba en ese punto, era complicado que 'El Libro de la Selva' hubiera conseguido aportar algo más allá de la mera anécdota, pero es que no solamente demostró que los temidos remakes del estudio pueden funcionar sino que, en el mejor de los casos, pueden llegar a ser superiores a su referente. Palabras mayores.
'¿Quién engañó a Roger Rabbit?'
La cima del género. Robert Zemeckis, uno de esos cineastas que vive enamorado de los avances cinematográficos hasta puntos casi enfermizos, nos propuso un viaje al Hollywood clásico de finales de la década de los 40 para conocer a un catálogo de personajes inolvidables que participan en una historia que mezclaba a la perfección el espíritu de la animación más tradicional con el cine negro de mujeres fatales, detectives borrachos y villanos de altura.
Trepidante, alocada, respetuosa con el género, repleta de guiños y cameos divertidos y entrañables y con un guión cuidado al milímetro que en ningún momento se permitía dar un paso en falso, '¿Quién engañó a Roger Rabbit?' se convirtió en un clásico instantáneo que cautivó a crítica, público e industria por igual y marcó un hito que todavía no se ha visto superado. Resumiendo, una de esas películas en las que todo funciona al máximo nivel.