El Diablo y su influencia en los humanos, ha sido fuente de inspiración para la literatura desde tiempos inmemoriales. Además, teniendo en cuenta que por el amplio abanico de temas que puede abarcar, durante años hemos podido ver como, de alguna forma u otra, el maligno era representado en pantalla, ya sea a modo de invocación en un aquelarre de brujas, o como máxima representación del mal.
Ya en títulos primigenios del cine de terror como en la danesa 'Häxan: La brujería a través de los tiempos' de Benjamin Christensen, estrenada en 1922, el demonio y sus acólitos se hacían presentes a través de una representación del folclore y los ritos paganos. Sin embargo, no sería hasta los años sesenta que su figura como tal (y con el auge de los cultos satánicos en plena oleada hippie), pasaría a ser parte clave para la historia del cine de terror, con títulos absolutamente representativos del cine satánico como 'La semilla del diablo', que presentaba la inseminación de una joven Mia Farrow por parte de un macho cabrío; o 'La profecía', que nos traía al joven Anticristo dispuesto a dominar el mundo.
La poseída
Evidentemente, el tercer título en cuestión para acabar de formar la triada perfecta de terror satánico, será 'El exorcista', estrenada en 1973 y que traía como principal elemento el hecho de presentar a una adolescente con el rostro de Linda Blair, como el receptáculo en el que el Diablo decide introducirse.
Será entonces cuando el cine de exorcismos tome vida propia, llegando a partir de aquí toda una serie de imitaciones, tributos e intentos por mejorar, que nunca le han llegado a hacer competencia. Porque está claro que con Regan, las posesiones y los exorcismos en el cine tocaron techo.
Para muchos considerado un subgénero menor (y ha sido por culpa de la explotación a la que ha sido sometido, por lo que a día de hoy no tiene mucha fama), han sido varias las propuestas que nos han presentado buenos ejemplos que serían dignos rivales de Linda Blair, es por ello que en el presente especial hacemos un poco de memoria y recopilamos los mejores ejemplos de posesiones que nos ha traído el cine.
Las mejores posesiones del cine
'El último exorcismo'
Bajo la producción de Eli Roth, en 2010 Daniel Stamm estrenaba 'El último exorcismo', cuya principal baza era la de presentar la historia a modo de falso documental.
En él, seguiremos la pista a Cotton Marcus, un cura a punto de retirarse que invita a un equipo de rodaje a que filme sus andanzas como exorcista. Será cuando nos adentremos en lo más profundo de la América rural, cuando nos topemos de frente con el caso de Nell (Ashley Bell), una joven poseída por el mismísimo Diablo cuyo caso será el más duro al que se haya enfrentado jamás el sacerdote.
'Cadáver'
Pobre Hannah Grace. No solo deberá lidiar con que su padre le someta a un exorcismo sino que, además, morirá de forma abrupta durante el mismo. Sin embargo, y debido a que su cuerpo continúa poseído por una entidad maligna, este seguirá impregnando el mal allá donde llegue, incluida la morgue en la que acaba de empezar a trabajar Shay Mitchell en 'Cadáver'.
La gimnasta y contorsionista Kirby Johnson es parte de la esencia de la Grace poseída, pues con sus movimientos que ponen al límite la flexibilidad del cuerpo humano, logra estremecer sin la necesidad de recurrir al tan manido efecto de CGI.
'Exorcismo en Connecticut'
Inspirada en un caso real en el que llegaron a estar involucrados los Warren, 'Exorcismo en Connecticut' se estrenaba en 2009 bajo la batuta de Peter Cornwell como director.
La historia nos presentaba a la familia Campbell, quienes deciden mudarse a una casa victoriana que antiguamente fue una funeraria, con la intención de estar lo más cerca posible del hospital donde Matt (Kyle Gallner), el hijo mayor, está llevando a cabo su tratamiento contra el cáncer. El delicado estado de salud del protagonista, le convertirá en el receptáculo idóneo para que los males que habitan el lugar quieran regresar al mundo de los vivos.
'El exorcismo de Emily Rose'
A camino entre el drama judicial y el terror, en 2005 se estrenaba 'El exorcismo de Emily Rose', título basado en hechos reales y que dirigió Scott Derrickson.
La trama nos presentaba el caso de Emily Rose (Jennifer Carpenter), una joven de inquebrantable fe católica que, tras empezar a sufrir una serie de alucinaciones, contacta con un sacerdote para que le practique un exorcismo. Sin embargo, durante la realización del ritual la joven fallecerá, lo que llevará a que el estado acuse al padre Moore (Jennifer Carpenter) de homicidio. Durante el juicio, y a medida que se vayan detallando los detalles del caso, la propia abogada defensora, Erin Bruner (Laura Linney), empezará a cuestionarse sus propias creencias en torno a la existencia del Diablo.
'Verónica'
En 2017 Paco Plaza estrenaba la que se ha convertido en una de las mejores propuestas de terror del cine español en años, 'Verónica', la cual estaba inspirada también en un suceso real.
El caso en cuestión, sucedido en Vallecas en 1991, es único en España por el hecho de contener alusión directa a sucesos paranormales en su informe policial. Para dar vida a la joven en cuestión, Plaza contó con la debutante Sandra Escacena, quien encarnará a la Verónica del título y que vivirá en sus propias carnes el horror de sentirse invadida después de haber hecho una ouija con sus amigas.
'Amityville II: La Posesión'
Tres años después de 'Terror en Amityville', se estrenaba la primera de la eterna saga de terror. Dirigida por Damiano Damiani, a modo de precuela 'Amityville II: La Posesión' nos llevaba a los hechos anteriores a los que vivimos en el título original.
Para ello, e inspirándose levemente en el trágico suceso de la familia DeFeo, la historia nos presenta a la familia Montelli, cuyo hijo mayor, Sonny (Jack Magner), será poseído por una entidad maligna que le obligará a asesinar a toda su familia, en una historia que merece la pena rescatar a día de hoy y que se atrevió a traspasar ciertos límites (como el incesto, por ejemplo) para dar muestra de que fue, es y será una rareza de los ochenta como pocas.
'Los demonios'
En esta ocasión, Ken Russell optaba por uno de los casos de posesión colectiva más famosos de todos los tiempos para recrear la Francia del siglo XVII.
'Los demonios' nos lleva hasta Loudon, donde tuvo lugar la supuesta posesión de todo un convento de monjas ursulinas, las cuales acabaron histéricas con la llegada del nuevo y seductor cura a la región, el Padre Urbain Grandier. Con el rostro de Oliver Reed, el personaje será acusado de herejía (en la vida real, fue quemado en la hoguera por hereje, acusado de practicar la brujería y haber corrompido al convento) por hacer que, literalmente, todas y cada una de las religiosas se vean poseídas por una extraña fuerza que las vuelve absolutamente locas.
'Réquiem'
El alemán Hans-Christian Schmid dirigía en 2006 uno de los títulos sobre exorcismos más aplaudidos en los últimos años: 'Réquiem'.
Para ello, el realizador se inspiraba en el mismo caso que pudimos ver un año antes en 'El exorcismo de Emily Rose', para presentarnos a una joven llamada Micaela, quien en la década de los setenta abandona el seno familiar en el sur de Alemania para ir a la universidad. Una vez allí, se enfrentarán sus creencias como devota religiosa y los sentimientos que empieza a sentir por un compañero, en un claro ejemplo de demostración de valía interpretativa que le valió a Sandra Hüller el premio a la Mejor Actriz en la Berlinale y en Sitges, donde el film se coronó también como Mejor Película.
'La posesión'
Isabelle Adjani podría haber hecho únicamente 'La posesión' y haberse retirado, porque no hay nada más grande en su filmografía que el haber interpretado a ese personaje tan pasado de rosca, intenso y terrorífico a la vez.
Debemos al tortuoso divorcio (y su tendencia a empinar el codo durante el mismo) de Andrzej Zulawski la existencia de dicha obra de culto, la cual no solo servía cual máxima representación del duelo del amor, el dolor por la pérdida y los celos, sino que sirve para fusionar todos esos elementos con un horror de tintes cósmicos (con criatura tentacular de por medio) en el Berlín dividido de 1981, cuyas calles (y túneles del metro) serán testigo de la truculenta posesión corpórea y mental del personaje de Adjani.
'El exorcista'
Evidentemente, y aunque hayan pasado más de cuarenta años desde su estreno, la corona de las grandes poseídas del cine es y seguirá siendo para Linda Blair, la eterna Regan de 'El exorcista'.
Film de culto donde los haya, clásico del cine de terror de todos los tiempos y una de las consideradas cintas "malditas" de Hollywood, no solo servía para sentar cátedra en cuanto al cine de posesiones y exorcismos (no ha habido ninguna que consiga superarla), sino que acabó por consagrar a William Friedkin como (tirano) maestro del terror y llevó la historia de William Peter Blatty a lo más alto de la ficción sobrenatural.
Y qué decir de todas las frases para el recuerdo de una joven Blair, quien jamás se recuperaría del éxito y cuya carrera acabó tocando fondo. Al menos, puede seguir presumiendo de haber sido la mejor. Y eso ya es mucho.