Desde que empezasen a proliferar las secuelas dentro del cine, aquella afirmación de que "segundas partes nunca fueron buenas", pasó a convertirse en la excusa perfecta para tirar por tierra cualquier intento de argumentación por parte de los defensores de estas. Sin embargo, tanto los datos en taquilla como los pertinentes reconocimientos por parte de la Academia, dictan que las secuelas suelen ser casi siempre un caballo ganador en cuanto al rendimiento comercial de un film.
'El Padrino: Parte II', 'Terminator 2: El juicio final', 'Aliens: el regreso', 'El imperio contraataca', 'Rambo: Acorralado Parte II' o 'Regreso al futuro II' son tan solo algunos de los títulos que forman parte de ese selecto grupo de segundas partes que sí fueron buenas.
Reivindicando las secuelas
Por su parte, y debido a la proliferación de títulos, repetición de esquemas y carácter de explotación, el cine de terror siempre ha tenido en su contra el hecho de que las infinitas secuelas (en su gran mayoría de menor calidad) del producto de éxito de turno, hagan que parte del público considere que nunca llegarán a la altura de las películas originales (algo parecido a lo que pasa con el eterno debate de los remakes y aquellos quienes están en contra de que se lleven a cabo).
Desde tiempos de la Universal, las interminables sagas son las que han convertido las secuelas en algo casi intrínseco al cine de terror, tema que ha llegado a ser principal tema de sátira en algunos ejemplos de los títulos que seleccionamos en el siguiente especial, el cual quiere reivindicar 10 ejemplos de películas que, pese a no tratarse de films originales, el hecho de ser segundas, terceras, cuartas o séptimas partes de una misma franquicia, no les convierte en películas menores, sino que algunas de ellas han logrado dar una vuelta de tuerca a su propia mitología.
Las mejores secuelas del cine de terror
'La novia de Frankenstein'
Boris Karloff volvía a encarnar a la criatura en 'La novia de Frankenstein', primera secuela de 'El doctor Frankenstein', la cual también dirigió James Whale (responsable de otros títulos de culto como 'El Hombre Invisible' o 'El caserón de las sombras').
En ella, Elsa Lanchester fue la encargada de ponerse en la piel de la compañera para el monstruo, convirtiéndose ipso facto en icono del cine de terror que pasaría a la posteridad como uno de los clásicos de la Universal.
Jugando con el melodrama y la sátira, 'La novia de Frankenstein' se convirtió en la mejor de todas las secuelas de la etapa clásica de los monstruos, y cuyo imaginario ha llegado a calar hondo en la cultura popular tanto como su predecesora.
'Zombie, el amanecer de los muertos vivientes'
Una después de 'La noche de los muertos vivientes', George A. Romero presentaba su segunda incursión en el género le convirtió en el Padre del Zombi Moderno.
Cambiando la cabaña aislada por un supermercado, 'Zombie, el amanecer de los muertos vivientes' convierte el lugar, emblema del capitalismo por antonomasia, en el último reducto de la población. Con música de The Goblins y Dario Argento, tras ella llegaron toda una serie de lecturas socio-políticas, las cuales han acompañado a toda la saga de los muertos vivientes de Romero.
Tuvo un más que notable remake en 2004, 'Amanecer de los muertos'.
'Viernes 13 2ª parte'
En 1980, Sean S. Cunningham había estrenado 'Viernes 13', uno de los títulos iniciadores del slasher ochentero, en el que Betsy Palmer se acababa revelando como Pamela Voorhees, la vengativa madre de un niño, Jason, quien había muerto ahogado en el lago mientras estaba a cuidado de los (fornicadores) monitores del campamento Crystal Lake.
Adrienne King fue Alice, la final girl que acabó decapitando a la temida psychokiller al final de la película. El film, acababa con la joven en una barca en el lago, para después ser sorprendida por un Jason Voorhees resucitado de entre los muertos. Finalmente, el regreso de Jason no había sido más que un sueño, pero la premisa fue la que se utilizó para 'Viernes 13 2ª parte', dirigida por Steve Miner en 1981, la cual situaba la acción cinco años después de los hechos de la primera entrega, acababa en su prólogo con la única superviviente, Alice, y nos presentaba a uno de los psychokillers más carismáticos de la historia del cine, alguien dispuesto a vengar la muerte de su madre y a liquidar a todos aquellos que se atrevan a acercarse a Crystal Lake.
Más carnaza, más muertes y más gore, fueron las máximas de esta segunda entrega, donde Jason se tapó el rostro con un saco, pues la mítica máscara de hockey no entraría en acción hasta la tercera parte.
'Pesadilla en Elm Street 3: Los guerreros del sueño'
Habían pasado dos años desde que se estrenase 'Pesadilla en Elm Street 2: La venganza de Freddy', película menospreciada por la crítica en su día que a día de hoy merece una reconsideración. En 1987, Chuck Russell presentaba una nueva incursión en el universo de Freddy Krueger, con un guion escrito por Wes Craven y Frank Darabont, y que convertía a las potenciales víctimas del asesino del rostro quemado, en portadores de habilidades extraordinarias para poder hacerle frente.
Heather Langenkamp volvía en su rol de Nancy, esta vez convertida en una psiquiatra especializada en terapias del sueño. Patricia Arquette era una de las jóvenes que harían frente a Krueger y 'Pesadilla en Elm Street 3: Los guerreros de los sueños' se convertiría en el último empujón que necesitaba la idea de Craven para convertirse en la exitosa saga que fue.
'Terroríficamente muertos'
Habían pasado seis años desde que Sam Raimi dirigiese 'Posesión infernal', película en la que Bruce Campbell interpretó por primera vez a Ash Williams, quien acabaría enfrentado a un mal primigenio surgido de las páginas del Necronomicón en una cabaña en mitad de un bosque.
Tras el fracaso comercial que había supuesto 'Crimewave', se segunda película, Raimi optó por volver al universo que había creado en su ópera prima. Para ello, volvió a contar con Campbell, e incluyó elementos de comedia que convirtieron a 'Terroríficamente muertos' en una especie de secuela/parodia en la que un Ash poseído, acababa con la motosierra por brazo.
Titulo de culto a la altura de su predecesora, que supo reírse de sí mismo y otorgar a la galería de una serie de elementos que pasarían a formar parte del universo del cine de género.
'Scream 2'
Tras 'Scream. Vigila quién llama', Wes Craven vivía su segunda etapa dorada gracias a la revitalización de un subgénero que había quedado obsoleto debido al desgaste y la repetición incansable de esquemas.
Satirizando las propias reglas del cine slasher, convirtiendo al espectador en partícipe del juego al que Ghostface sometía a sus víctimas, y regalando un gran ejemplo de metacine, el realizador volvía a hacer equipo con el guionista Kevin Williamson en 'Scream 2', película que volvía a recuperar la esencia de su predecesora, solo que esta vez convertía todo su lenguaje en una sátira hacia las secuelas en el cine de terror.
'Halloween H20: 20 años después'
Veinte años y cinco secuelas después de 'La noche de Halloween', en 1998 Steve Miner tomaba las riendas de la saga creada por John Carpenter para intentar dar el broche final (mancillado con la insultante 'Halloween: Resurrection', cuatro años después) a las andanzas de Michael Myers.
Obviando los acontecimientos sucedidos en las entregas anteriores, 'Halloween H20: 20 años después' se presentó cual secuela de 'Halloween II', en la que Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) vive aún traumatizada porque su hermano intentase acabar con ella en aquella fatídica noche de 1978.
Acercando a Myers a las nuevas generaciones, la séptima entrega de la saga no solo suponía una bocanada de aire fresco a la misma, sino que satisfacía a los fans con el regreso de Jamie Lee al género por el que saltó a la fama.
'La novia de Chucky'
En plena efervescencia por recuperar los cánones del terror ochentero, y con el renacer de las sagas clásicas, hubo otro personaje que fue rescatado del olvido al que estaba destinado a finales de los noventa: Chucky.
Don Mancini escribió la historia de un film que derivaba hacia la comedia negra, dejando a un lado el terror, y que explotó hasta la extenuación en 'La semilla de Chucky'. En 'La novia de Chucky' conocimos a Tiffany, quien había estado prometida con Charles Lee Ray antes de que su alma entrase dentro del muñeco Good Guy que aterrorizó a Andy Barclay. Riéndose de sí misma, haciendo guiños al propio género y con una dosis de mala leche como hasta ahora no habíamos visto en la saga, nunca está de más decir que la llegada de Jennifer Tilly fue lo mejor que le pudo pasar a una franquicia que ha sabido reinventarse con el paso de los años, pese a sus limitaciones.
'Los Renegados del Diablo'
Si en 2003 Rob Zombie se había inspirado en 'La matanza de Texas' y 'Las colinas tienen ojos' para su ópera prima, 'La casa de los 1.000 cadáveres'; en 2005 tomó como ejemplos 'Bonnie y Clyde', 'Grupo salvaje' y 'Malas tierras' para elaborar la secuela, 'Los Renegados del Diablo'.
Bill Moseley, Sheri Moon Zombie y Sid Haig volvían a encarnar a Otis, Baby y el Capitán Spaulding, ahora prófugos de la justicia, quienes sembrarían el terror a su paso en una de las road movies más salvajes de la historia.
'Paranormal Activity 3'
En 2007 Oren Peli presentaba la que hoy en día es la película de terror más rentable de la historia, en la que el espectador se convertía en una suerte de voyeur que veía como la idílica vida de una familia se veía interrumpida por una serie de sucesos paranormales dentro de su propia casa.
Para bien o para mal, la primera 'Paranormal Activity' revolucionó la forma de entender el found footage, y a su vez se convertía en la primera de una franquicia que contó con tres secuelas ('Paranormal Activity 2', 'Paranormal Activity 4' y 'Paranormal Activity: Dimensión fantasma'), un spin-off oficial ('Paranormal Activity: Los señalados'), otro que no lo era tanto ('Paranormal Activity: Tokyo Night') y una precuela dirigida por Ariel Schulman y Henry Joost.
'Paranormal Activity 3' retrocede en el tiempo para contarnos la infancia de las dos hermanas protagonistas de las entregas anteriores, mediante las grabaciones de la cámara familiar, y aportando una serie de terroríficos elementos y jumpscares que la convierten en la mejor de toda la saga.