En la escena inicial de 'Tesis', la opera prima de Alejandro Amenábar, un grupo de personas son evacuadas en el metro. Hay un cadáver en las vías. La cámara del cineasta sigue a los testigos, señalando a los que apartan la vista y a los que no pueden evitar lanzar una mirada. Seguramente, aunque nos gustaría negarlo, la mayoría pertenecemos a este segundo grupo. Y esa es una de las razones por las que el true crime es uno de los géneros al alza del panorama audiovisual.
Si a ello le unimos un factor vital en muchas de estas obras, la injusticia, el cóctel adictivo está preparado. ¿Por qué nos implicamos tanto en las obras de este género? Es probable que la respuesta esté en dos sentimientos tan humanos como la ira y el miedo. La ira que produce una situación injusta que pasa ante nuestros ojos y frente a la que nada podemos hacer. Y el miedo a que el villano no sea un ser venido de otro planeta o un peligroso criminal, sino quienes velan por protegernos de esos mismos villanos: las autoridades del sistema. El pavor a que ese sistema pueda volverse contra cualquiera de nosotros.
Del podcast a la ficción
Todas estas cualidades hacen que sea tremendamente sencillo engancharse sin remedio a los true crimes. Y quizá por ello el género ha encontrado en las series el formato que mejor se ajusta a sus intenciones. Desde que en 2014 el podcast 'Serial' encogiera el corazón de todo el que lo escuchó, el número de ejemplos de esta temática no ha hecho más que crecer. En especial cuando Netflix la abrazó como una de sus señas de identidad. En la edad de oro del true crime (exportado incluso a la ficción con 'American Crime Story'), estas son las diez mejores series documentales que nos han confirmado que nunca seremos de los que apartan la mirada.
Las 10 mejores series true crime
'The Keepers'
Este true crime de Ryan White destaca por alcanzar un punto de asombro y extravagancia que le lleva a bordear la línea del ridículo, e incluso a traspasarla. Pero da igual. 'The Keepers' explora en sus siete capítulos el asesinato sin resolver de Cathy Cesnik, una monja en Baltimore, así como los terribles secretos vinculados a casos de abusos sexuales que han permanecido ocultos durante 50 años. La hipótesis que maneja el documental es que Cesnik fue asesinada al intentar denunciar los abusos cometidos por el influyente capellán Joseph Maskell.
Habrá quien acuse a esta producción de Netflix, estrenada en 2017, de dejar de lado la rigurosidad o la profundidad de otras obras del género para abrazar la frivolidad. Y lo cierto es que lo hace. Sin embargo, su denuncia de un terrible caso pone en evidencia numerosos amiguismos y negligencias. Y todo ello sin renunciar a mostrarnos las rocambolescas conversaciones entre dos mujeres jubiladas que han trabajado en el caso durante años. Es imposible apartar la mirada ante lo que se nos presenta en pantalla, incluso en esas reconstrucciones dignas de 'Equipo de Investigación'.
'Wild Wild Country'
En 'Wild Wild Country' no hay ningún asesinato (aunque casi), pero es de los pocos delitos que no vemos en este fascinante estudio del culto religioso al gurú indio Bhagwan Shree Rajneesh, alias Osho. Un culto que muchos califican de "secta", sobre todo cuando sus seguidores compraron un inmenso rancho en Oregón para crear una comuna dedicada a venerarle. Al frente de ella se situó la fascinante Ma Anand Sheela, Secretaria de Bhawgan y auténtica protagonista de esta inquietante historia.
El asentamiento se caracterizó por el rojo como color dominante y una filosofía de vida que abrazaba el espiritualismo sin renunciar al materialismo (todo ventajas). Pero claro, tanto aperturismo no sentó nada bien a los conservadores habitantes de Antelope, el pueblo más cercano. Tampoco a las autoridades de Oregón, que desde un primer momento pusieron la lupa en el movimiento Rajneesh. Así que Sheela decidió hacerse con el control del pueblo, rebautizarlo como Rajneeshpuram y maquinar las mayores maldades imaginables para destruir a sus enemigos externos (e internos).
Lo más valioso de 'Wild Wild Country' es que es un relato en el que no hay buenos ni malos, todos están profundamente equivocados. Su principal interés está en la forma en que ridiculiza tanto el conservadurismo mojigato como el progresismo de mirar para otro lado. A esta docuserie de Netflix, dirigida por los Hermanas Way y producida por los Hermanos Jay y Mark Duplass, le pasa factura jugar sus cartas más fascinantes demasiado pronto, así como lo descaradamente que busca convertirse en un fenómeno. Un poco como le ocurrió al movimiento Rajneesh.
'The Confession Tapes'
Lo más cerca que el true crime ha estado de convertirse en un procedimental. Y eso no es necesariamente malo, aunque es cierto que el hecho de que cada uno de sus sietes capítulos se centre en un caso distinto (salvo los dos primeros) le resta algo de la carga emocional de obras similares. El hilo conductor de todos sus episodios son confesiones forzadas y de dudosa credibilidad conseguidas a través de duros interrogatorios policiales y estratagemas de cuestionable validez.
Afortunadamente, había una cinta para registrar lo sucedido (al menos casi siempre). Por ello resulta aún más incomprensible que en la mayoría de los casos que trata este documental de Netflix dirigido por Kelly Loudenberg estas cintas fueran admitidas como pruebas, teniendo un peso clave en las condenas de los acusados.
Especialmente estremecedores son los dos primeros capítulos, en los que un par de chicos son engañados mediante una elaborada trampa de la policía (que sospechaba de ellos por motivos de tanto peso como leer a Nietzsche...), y terminan confesando un crimen que después siempre mantuvieron no haber cometido: el asesinato de la familia de uno de ellos. Y no solo destaca porque este sea el único caso que incluye sexo además de mentiras y cintas de vídeo, sino también porque los alegatos finales de ambos jóvenes en el segundo episodio suponen uno de los momentos más escalofriantes de toda esta lista. Y ya es decir.
'The Staircase'
'The Staircase' se centra en el caso de Michael Peterson. Este exitoso escritor fue acusado del asesinato de su esposa Kathleen, hallada muerta en el rellano de la escalera. Peterson siempre mantuvo que se trató de un accidente, pero las autoridades y la prensa sospecharon de él desde el primer momento (y no extraña, no estamos ante uno de esos casos en los que el sospechoso aparenta ser una excelente persona sin nada que esconder).
El apoyo incondicional de gran parte de su familia (incluidas las hijas que adoptó junto a la fallecida) y el trabajo de su defensa (capitaneada por David Rudolf, prototipo del abogado robaescenas del género) son los únicos pilares que le mantienen de pie ante el vendaval de acusaciones y manipulaciones de la Fiscalía y los investigadores.
Lo particular de este true crime, que cuenta con un equipo mayoritariamente francés tras las cámaras (con Jean-Xavier de Lestrade, ganador de un Oscar por 'Un culpable ideal', como director) está en su arco temporal: la cámara sigue a los implicados durante nada menos que 17 años. Sus primeros ocho episodios llegaron a Canal+ en 2004. Nueve años más tarde se lanzaron otros dos episodios acerca de la reapertura del caso. Y en junio de 2018 Netflix estrenaba toda la serie con tres partes más que suponían su conclusión definitiva. Aunque claramente sesgado, y algo chapucero en su inicio, 'The Staircase' sobresale por la implicación emocional que le otorga ser la 'Boyhood' del género.
'Lo que la verdad esconde: El caso Asunta'
Uno de los crímenes recientes que más han conmocionado a la sociedad española dio pie a esta serie documental de solo 3 capítulos. Emitida en Antena 3 en 2017, esta serie dirigida por León Siminiani ('Mapa') fue la primera muestra del género que se pudo ver en abierto en España, así que tuvo la responsabilidad de llevar el true crime a los hogares de toda España. Y está a la altura.
Narra el terrible asesinato de Asunta Basterra Porto, desaparecida el 21 de septiembre de 2013 en Teo (La Coruña). Un caso en el que sus padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra, pronto se convirtieron en los principales sospechosos. En solo tres capítulos, 'Lo que la verdad esconde' (también llamada 'Operación Nenúfar', para evitar confusiones con la película de Robert Zemeckis) estremece en su crónica del caso alrededor de estos padres aparentemente perfectos (que quizá ni eran eso ni tampoco la imagen de monstruos despiadados que nos vendieron muchos medios), y de una instrucción policial y judicial no exenta de sombras. Netflix se hizo con los derechos y añadió un cuarto capítulo que se centra en explicar cómo funcionan las deliberaciones de un jurado.
Aunque con casos como este el periodismo ha mostrado su cara más sensacionalista (algo que aquí también se denuncia), lo cierto es que el trabajo informativo de esta docuserie es absolutamente intachable. No siempre evita los lugares comunes de este tipo de productos, pero es sin duda el mejor retrato de uno de los casos que más consternación han causado en España.
'O.J.: Made in America'
En uno de esos casos en los que dos proyectos con la misma temática coinciden en el tiempo, este documental de la cadena deportiva ESPN coincidió en el tiempo con la primera temporada de 'American Crime Story'. Pero a diferencia de lo habitual, aquí no hubo patito feo (o mejor dicho, Hormigaz fea). Tanto 'The People v. O.J. Simpson' como 'O.J.: Made in America' son dos portentosos estudios al respecto de la cuestión racial, que en 2016 ocupaba (y sigue ocupando) el centro del debate en Estados Unidos.
La principal diferencia de la serie de Ezra Edelman respecto a la de Ryan Murphy, además de tratarse de un documental, es que 'Made in America' analiza no solo lo que el juicio supuso para la sociedad estadounidense, sino lo que significó la figura de O.J. Simpson. De esta manera, en sus cinco episodios profundiza más en la vida y el contexto de Simpson antes y después del juicio por el asesinato de su novia Nicole Brown y Rob Goldman.
Además, 'O.J.: Made in America' es una de las pocas series que puede presumir de poseer un Oscar: fue estrenada como una sola pieza de 450 minutos en varios cines de Los Ángeles para poder competir en los premios de la Academia. Y claro, ningún otro documental pudo competir en relevancia social con esta magnífica radiografía del lado oscuro del sueño americano.
'Muerte en León'
La mejor muestra de que el true crime en España también puede sacar pecho (aunque conviene preguntarse hasta qué punto son historias de las que estar orgullosos). 'Muerte en León' es un documental de cuatro capítulos alrededor del asesinato de Isabel Carrasco, Presidenta de la Diputación de León, que tuvo lugar en 2014. La serie sigue el juicio de Montserrat González, autora confesa del crimen; su hija Triana Martínez, ex empleada de la Diputación; y Raquel Gago, policía local y amiga de Triana.
'Muerte en León', dirigida por Justin Webster ('El fin de ETA'), destaca por su pericia a la hora de no posicionarse claramente a favor o en contra de ningunas de las partes. Además, realiza un portentoso análisis de la podredumbre de las instituciones españolas. Enchufes, nepotismo, acoso laboral y ansias de poder se dan cita en este gran retrato de la España actual a través de cuatro mujeres con vidas truncadas por distintas razones.
Quizá la mejor serie, no solo documental, que Movistar+ ha realizado hasta el momento (también está disponible en FilmIn, por cierto). Desde aquí proponemos una adaptación en formato serie de ficción con Alicia Borrachero como Montse, Belén Cuesta como Triana, Alexandra Jiménez en el papel de Raquel Gago y María Pujalte robando el show como Isabel Carrasco.
'The Jinx (El gafe)'
El true crime llevaba años triunfando en infinidad de novelas, e incluso había dado el salto al podcast con 'Serial'. Y aunque hay muchos ejemplos previos en televisión, 'The Jinx (El gafe)' fue la serie que lo situó como un género a explotar en formato serie.
'The Jinx' se centra en el magnate Robert Durst, perteneciente a una de las familias neoyorquinas más poderosas. Un hombre extremadamente perturbador implicado en hasta tres asesinatos de los que las autoridades no habían podido hacerle responsable. Hasta que llegó esta serie para poner algo de luz en todos estos crímenes. Especialmente, en uno de los desenlaces más explosivos de la historia de la televisión, que causó muchísima polémica en el momento de su emisión por sus implicaciones legales y morales.
Este documental de HBO, compuesto de seis capítulos dirigidos por Andrew Jarecki (responsable también de 'Todas las cosas buenas', película de ficción inspirada en este mismo caso), estableció además muchas de las características comunes del true crime televisivo: desde una intro inquietante acompañada de una música tan oscura como pegadiza, hasta un personaje central fascinante y enigmático que parece recién sacado de un thriller de Fincher.
'American Vandal'
La 'Scary Movie' del género, pero mucho mejor que cualquier película de 'Scary Movie'. En un punto en el que el true crime se encontraba (y se encuentra) absolutamente sobreexplotado, llegó 'American Vandal' para reírse de todos sus tópicos y lugares comunes. Aquí no hay asesinato ni juicio de por medio, sino que nos adentramos en la investigación que llevan a cabo dos chicos sobre el caso que ha conmocionado su instituto: las pintadas de penes en los coches de los profesores.
Este falso documental de Netflix (no, no hay aquí un ápice de historia real, pero es lo de menos) es una de las mejores parodias de la historia porque consigue reírse de su objetivo a la vez que nos hace pasar por exactamente las mismas sensaciones que cualquier otro gran trabajo del género: nos intrigamos por quién será el culpable, empatizamos cuando los investigadores se bloquean o cuando alguien es acusado falsamente, odiamos a los poderosos que mueven los hilos... Y además, en este caso somos conscientes de que todo es una enorme pantomima llena de locuras.
Conforme avanza, 'American Vandal' se revela también como un estudio del momento en el que vivimos. La serie de Tony Yacenda y Dan Perrault aborda temas como lo efímero de la popularidad, el acoso escolar y, sobre todo, la influencia de las redes sociales en nuestro día a día. Nunca unas pintadas obscenas dieron para tanto.
'Making a Murderer'
La serie que se ha convertido, por derecho propio, en el máximo exponente del género. Y lo es por su relevancia, por llevar las bases del estilo hasta su máximo apogeo y por su inigualable capacidad para implicar al espectador en un constante "esto no puede ser verdad". 'Making a Murderer' sacudió a todos los espectadores que le dieron una oportunidad cuando llegó a Netflix a finales de 2015.
Narra la sobrecogedora historia de Steven Avery, un hombre condenado injustamente que sale de prisión tras una década. Será solo el principio de su calvario, ya que vuelve a ser condenado por un asesinato que alega que tampoco cometió. La ira, la empatía o la confusión se suceden en una de las obras más explosivas de todo el catálogo de Netflix. Su estreno se produjo poco después de la expansión de la plataforma, lo que propició que se convirtiera en un fenómeno global aún mayor y que la oleada de apoyo a Avery (así como la admiración a sus dos abogados) llegara a todas las partes del mundo.
La serie de Moira Demos y Laura Ricciardi, sobre la que siempre ha pesado una sombra de sospecha por ocultar partes de la investigación, tiene prevista una segunda temporada de la que apenas se conocen datos.