Mensaje para todos aquellos que nacieron a finales del siglo pasado o a principios del XXI: Jim Carrey fue el cómico más grandes, famoso, rico y exitoso de Hollywood durante más de una década. Resumiendo, los años 90 fueron suyos, de inicio a fin, y sin nadie que pudiera hacerle una mínima sombra. El noventa por ciento de sus estrenos, por no decir el cien, se contaban por taquillazos casi históricos, auténticas máquinas de hacer dinero y provocar carcajadas a toda una generación de espectadores que crecieron teniéndole como referente. Algunos imitábamos los gestos de 'Ace Ventura, un detective diferente' y 'La máscara', otros recitaban de memoria todos y cada uno de los diálogos de 'Dos tontos muy tontos', y todos, sin excepción, corrimos como locos al cine a ver 'Mentiroso compulsivo'.
Una comedia dirigida por Tom Shadyac, uno de los cineastas favoritos del actor, que sirvió para ahuyentar los fantasmas del fracaso que por primera vez aparecieron en su carrera tras el desastre en taquilla de 'Un loco a domicilio'. Carrey buscaba un éxito que contrarrestara aquella decepción y lo encontró a lo grande. Y es que, partiendo de un presupuesto de 45 millones de dólares, 'Mentiroso compulsivo' consiguió una recaudación de más de 300. Una absoluta barbaridad. Incluso la crítica, en comparación con otras propuestas similares, se mostró bastante agradable con una propuesta que servía, por encima de cualquier otra cosa, para que Carrey diera rienda suelta a su talento.
A continuación, recordamos 'Mentiroso compulsivo' a través de diez curiosidades relacionadas con el proyecto, antes, durante y después de su estreno. Una manera de regresar a unos años en los que Jim Carrey se mostraba siempre en pleno estado de gracia, infalible en cada gag, transformado en un torrente de humor genial capaz de hacer reír al más serio. Un don que pocas películas han capturado con la fuerza de 'Mentiroso compulsivo'.
10 curiosidades de 'Mentiroso compulsivo'
Dr. Mentiroso
Aunque su personaje en 'Mentiroso compulsivo' sea uno de los más memorables de toda la trayectoria profesional de Jim Carrey, su elección para formar parte del proyecto supuso la pérdida de una oportunidad con la que habría sumado otro éxito absoluto. Y es que, al decir que sí a la película de Tom Shadyac, el actor tuvo que anular su participación en la primera entrega de la saga de Austin Powers, en la que iba a interpretar, nada más y nada menos, que al Dr. Maligno. ¿Os lo imagináis? Hubiéramos pagado por verlo.
Cuatro bodas y un mentiroso
¿Alguien podría imaginarse 'Mentiroso compulsivo' sin la presencia, el carisma y el talento de Jim Carrey? La respuesta más obvia es "no" pero las cosas no estuvieron tan claras en un primer momento. Y es que, durante los primeros compases del proyecto, los actores escogidos para interpretar al protagonista de la película fueron Hugh Grant y Steve Martin. Dos actores completamente diferentes que, finalmente, tuvieron que ver desde la butaca de un cine el recital total de Carrey. Sin duda, con ellos al frente estaríamos hablando de una comedia muy distinta.
Carrey vs. Carrey
Una de las escenas más recordadas de 'Mentiroso compulsivo', en la que Jim Carrey se da una auténtica paliza en uno de los cuartos de baño de los juzgados, tiene muy poco de ficción. Mejor dicho, nada. Digamos que no se necesitaron ni dobles, ni efectos de sonido, ni ningún tipo de retoque digital para llevarla a cabo. Efectivamente, todos y cada uno de los golpes que el actor se da a sí mismo, ayudado en ocasiones por orinales, puertas y paredes, son reales al cien por cien. Si volvéis a ver la escena es bastante probable que os duela.
Despidiendo a Bernard
No todo lo relacionado con 'Mentiroso compulsivo' termina con carcajadas. Por ejemplo, se trata de la última película en la que participó el actor Jason Bernard, quien murió poco después a causa de un ataque al corazón. Para aquellos que no lo ubiquen, se trata de un intérprete que pudimos ver en cintas como 'Mientras dormías', 'Bird' o 'No hay salida'.
A la novena va la vencida
A estas alturas, cuesta encontrar algún elemento que pudiera hacer pensar a los productores de Hollywood en la posibilidad de que una comedia como 'Mentiroso compulsivo' fracasara en taquilla. Sin embargo, hablamos de una película cuyo guion estuvo dando vueltas por decenas de despachos de diversos estudios y que llegó a ser rechazado en nueve ocasiones antes de que el productor Brian Grazer apostara por él. Una decisión que tomó basándose, exclusivamente, en dos frases que le dijeron acerca del proyecto. No necesitó más.
Maquillaje no, gracias
'Mentiroso compulsivo' no ofrecía ningún respiro a un Jim Carrey entregado al cien por cien. Sin embargo, el actor disfrutó especialmente de uno de los elementos más característicos de cualquier rodaje: el maquillaje. Y es que, tras el tupé imposible que tuvo que llevar en 'Ace Ventura' y su secuela, el flequillo de 'Dos tontos muy tontos' y 'Un loco a domicilio', y las horas de preparación a las que tenía que someterse cada día para terminar siendo Enigma en 'Batman Forever' y 'La máscara', Carrey celebró a lo grande poder aparecer en pantalla con su aspecto normal. Por fortuna, la comedia no se vio afectada por este cambio.
Dramón
Muchas risas, sí, pero 'Mentiroso compulsivo' podría haber terminado en auténtico desastre. Y no hablamos en términos comerciales, para nada, sino en aspectos relacionados directamente con su argumento. Porque, aunque parezca increíble, una de las primeras opciones que se barajaron para finalizar la historia de la película acababa con el bueno de Jim Carrey arrestado por la policía tras el clímax en el aeropuerto. Es más, en la última escena hubiéramos visto a la familia del protagonista visitándole en la cárcel, donde les prometía que no volvería a mentir nunca más. Lagrimones como puños.
De padre a hijo
La entrañable relación entre el personaje interpretado por Jim Carrey y su hijo en la ficción estaba marcada por un gesto de complicidad y cariño denominado "la garra", una transformación del actor en algo similar a un monstruo. Preguntado al respecto, Carrey confesó que, más allá de improvisarla durante el rodaje, se trataba de un gesto que su padre le hacía cuando él era pequeño. Recuerdos familiares adaptados, de manera estupenda, a la ficción.
Inspiración nocturna
Ahora que ya hemos hablado de su hipotético desenlace repleto de tristeza y del tierno gesto de "la Garra", es hora de combinar estos dos elementos de 'Mentiroso compulsivo'. Y es que, la escena final de la película, aquella en la que Jim Carrey comparte un momento familiar repleto de alegría, complicidad y buen humor, salvando su matrimonio y la relación con su hijo, fue fruto de un momento de inspiración del actor, quien inmediatamente llamó al director Tom Shadyac, en plena madrugada, para que la incluyera en la historia. Y se salió con la suya.
¿Realidad o ficción?
Una de las curiosidades más divertidas relacionadas con 'Mentiroso compulsivo', corresponde a una primera versión del guion que ofrecía un potencial similar al que finalmente se llevó a cabo. Puede que mayor. Y es que, en aquel libreto inicial, el personaje protagonista interpretado por Jim Carrey, en vez de ser abogado, se dedicaba, atención, a la política. Ok, también se barajó la posibilidad de que fuera un agente de inmobiliaria pero no se puede comparar. Queremos el remake de 'Mentiroso compulsivo' en la Casa Blanca. Y lo queremos ya.