Puede que los veamos deslumbrantes y sonrientes a través de nuestras pantallas, pero los actores, como todos, tienen sus deseos y también sus miedos. En este caso, Michael Caine, uno de los actores británicos más reconocidos, tiene miedo de morir de cáncer. A pesar de que no lo tiene, el Sir ha decidido hacer un admirable cambio radical en su vida para evitar problemas de salud.
A sus 84 años, el cambio de vida no ha podido venirle mejor, ya que, según él mismo ha contado en The Sun on Sunday, "Solía beber una botella de vodka al día y fumaba unos cuantos paquetes de cigarros". Como con todo, tal decisión ha sido difícil, y él agradece a su esposa Shakira de 70 años todo el apoyo para ayudarle a liberarse del hábito de beber. "Sin ella, estaría muerto desde hace tiempo". Consciente de que sus "días están contados", está poniendo especial cuidado en su dieta y en sus actividades, pero su objetivo principal es prevenir el cáncer, lo que más teme. "He tenido que dejar la bebida y siempre estoy pendiente de qué es lo mejor en contra del cáncer, así que como esto o aquello, y hago aquello o no hago lo otro". Sin embargo, este objetivo de prevenir el cáncer y mantener una vida sana no es infundado por un miedo egoísta, sino que, asegura, es por su familia. "Probablemente me desplome muerto hablando contigo, pero he perdido 13 kilogramos porque quiero ver [crecer] a mis nietos. Son unos gemelos de seis años y un chico de siete años. Me gustaría llegar a ver los 17 del chico".
Pese a sus palabras tan abrumadoras y bastante negativas "sé que mis días están contados y esa es mi mayor preocupación", sí que se mantiene positivo en cuanto a su carrera cinematográfica, que lleva en pie desde 1964 con 'Zulu' hasta la última entrega de la trilogía de 'Batman' de Christopher Nolan en 2012. "Cuando las ofertas de trabajo dejen de aparecer, entonces diré que me he retirado. La industria del cine tendrá que rendirse ante mí, no al revés", ha declarado con firmeza.
Una generación que se va
Los miedos de los actores, en especial de una edad tan avanzada como Sir Michael Caine, no son infundados. Estos últimos años han sufrido grandes pérdidas como Philip Seymour Hoffman, Alan Rickman, Carrie Fisher, David Bowie o Bud Spencer. Ya sea por terribles enfermedades como el cáncer o el efecto de las drogas, por un motivo u otro, poco a poco se han ido marchando, y con ellos se han llevado las lágrimas de toda una generación que creció con ellos, y que estamos eternamente agradecidos por todas las emociones que nos han logrado transmitir.
Los mejores personajes de Michael Caine
Jasper
Acostumbrados a ver a Caine con traje, su apariencia hippie en 'Hijos de los hombres' fue realmente chocante. El actor tomó con referencia sus contactos con John Lennon para configurar el personaje de Jasper, proveedor de marihuana y afable amigo del protagonista, interpretado por Clive Owen. Con el paso del tiempo esta película se ha consolidado como uno de los títulos de ciencia ficción más reveladores de los últimos años, y Caine era uno de los principales valores de la producción.
Alfred Pennyworth
El mayordomo de Bruce Wayne hace mucho más que preparar el desayuno. En la trilogía de 'Batman' dirigida por Christopher Nolan, Alfred era una pieza fundamental en el bando del héroe protagonista. Tal fue su calado en la franquicia que el cineasta le otorgó a su veterano compatriota algunos de los momentos más potentes a nivel emotivo de 'El Caballero Oscuro: La leyenda renace', incluyendo la escena que sirve de broche final. Caine se subió al barco de 'Batman Begins' sin dudarlo debido a las ganas que tenía de colaborar con Nolan, y la pareja debió quedar satisfecha, porque desde entonces el actor ha participado en todos los proyectos del director -a excepción del último, 'Dunkerque'-. Cabe destacar su participación en 'El truco final', ya que en 'Interstellar' y 'Origen' no tuvo la misma relevancia que en aquella.
Ebenezer Scrooge
'Los Teleñecos en cuentos de Navidad' no le disputará a cineastas como David Lean el cetro de mejores adaptadores de Charles Dickens, pero sí que puede presumir de lograr un resultado muy entretenido y didáctico para todos los públicos. Rodeado de estas populares marionetas, Caine destacó con su encarnación del huraño señor Scrooge, uno de los personajes más misántropos de la literatura universal. El intérprete inglés se sumergió con destreza en el viaje de Scrooge al pasado, presente y futuro, reflejando la evolución del personaje a lo largo de esa ilustrativa lección de humanidad.
Alfie
El rol que le brindó fama internacional a Michael Caine llegó a la gran pantalla en 1966, y además le valió su primera nominación a los premios Oscar. Paul Scofield le arrebataría la estatuilla, pero 'Alfie' supondría un paso de gigante en la carrera de Caine, que regresaría con frecuencia a las alfombras rojas de Hollywood. En la película de Lewis Gilbert interpretaba a un desapegado seductor que no tenía problema alguno para romper la cuarta pared y dirigirse constantemente al espectador. Él era el protagonista absoluto y sus conflictos iban ligados al cambiante Londres de la época, con temas peliagudos en el candelero. Décadas más tarde, en 2004, se produjo un remake protagonizado por Jude Law, que le cogería el gusto a suplantar a Caine.
Elliot
En la inmensa lista de grandes talentos que han trabajado para Woody Allen nos encontramos en un lugar destacado con Caine. En 'Hannah y sus hermanas', uno de los títulos más reconocidos del neoyorkino, el actor interpretaba a un desorientado marido que buscaba entregar a la hermana de su esposa el cariño que creía que en su hogar nadie necesitaba. Elliot le obsequió con su primer Oscar en 1987 -a la cuarta fue la vencida-, aunque no estuvo en la ceremonia para recogerlo. Sigourney Weaver aceptó el premio en su nombre, ya que el se encontraba rodando una de las deleznables secuelas de 'Tiburón', la cual ni siquiera llegó a ver y ha llegado a reconocer que "seguramente sea terrible. Sin embargo, sí que he visto la casa que pagué con ella, y es fantástica".
Dr. Wilbur Larch
Su segundo Oscar encontraría su lugar en la estantería trece años después. 'Las normas de la casa de la sidra' tuvo una brutal competencia en la gala del año 2000, pero consiguió rascar dos estatuillas: la del guionista y autor de la novela original, John Irving, y la del mejor actor de la película, Michael Caine. El británico interpretaba al doctor que se encontraba al frente de St. Cloud's, un orfanato de Maine plagado de niños abandonados cuya mayor ilusión era encontrar una familia. Además, era un adicto al éter, el mentor del protagonista y un hombre con una moral algo laxa en lo respectivo a la interrupción del embarazo. Las complejidades que tanto gustan a los académicos quedaron esculpidas en la gran interpretación de Caine.
Fred Ballinger
El trabajo más reciente que se ha colado en la lista llega impulsado por el ingenio de Paolo Sorrentino. El italiano tenía complicado crear un personaje a la altura de su ya legendario Jep Gambardella, pero Fred Ballinger dio la talla en 'La juventud'. Caine dio una exquisita lección de interpretación con este director de orquesta que se retira a un lujoso resort en los Alpes suizos. Su observación de los detalles circundantes y la relación con los otros personajes, como su amigo director de cine y el joven actor, enriquecieron a este estimulante y existencialista anciano.
Jack Carter
En el apartado de cine de culto aparece 'Get Carter'. Este thriller de gangsters fue una refrescante, sórdida y realista mirada a un género muy saturado de propuestas calcadas. Carter es una especie de contrapunto de James Bond, ya que no tiene impedimentos a la hora de atacar a quien sea sin importar el género o la edad si se interponen en su camino. El erotismo y la venganza rebosaban en esta propuesta en la que Caine tuvo la oportunidad de lucirse en un campo muy lejano al del impecable galán, y nos regaló un salvaje trabajo para el recuerdo.
Dr. Robert Elliott
'Vestida para matar', una de las obras más retorcidas de Brian De Palma, nos presentó al Caine más desatado. La 'Psicosis' del cineasta de Newark contaba con Caine como el psiquiatra de la protagonista. Un personaje que encierra un conflicto tremendo y una violencia sexual que se revela poco a poco, con los espejos como medio de contención y reconocimiento. Dentro de la espiral homicida de la cinta, Caine es la pausa y el impulso, la elegancia y el desquiciamiento. Una vez más, el actor estaba rodeado y asaltado por el deseo sexual, y en esta ocasión explotó como nunca.
Milo Tindle
Tener delante a un gigante como Laurence Olivier puede despertar los nervios de su co-protagonista de turno, pero Michael Caine no le dio respiro a su compañero en 'La Huella'. Este duelo de interpretaciones orquestado por el genio Joseph L. Mankiewicz es una joya del séptimo arte, y sus dos protagonistas son los principales responsables. Amante y cornudo se dan cita en la mansión del segundo para desplegar una batalla intelectual sin parangón, en la que cada acción generaba una reacción que se superaba en originalidad. Ambos actores estuvieron simplemente perfectos, y Caine rozó la genuina habilidad interpretativa de Olivier, lo cual dice mucho de su mayúsculo talento como actor.