Todo empezó con un mosquito en ámbar. O casi. 'Parque Jurásico' no fue la primera, ni será la última adaptación de una novela de Michael Crichton, uno de esos autores que riman con best seller. Las claves son tan básicas como efectivas, todo consiste en partir de una base argumental que se sumerja en la ciencia ficción y, una vez hechas las presentaciones, empezar a tejer un ritmo narrativo incesante que no permita tiempos muertos ni deje lugar al respiro. Lo que funciona en el papel se transmite a la pantalla con suma facilidad debido a que, todo, estaba ahí desde el principio. ¿Licencias? Las justas. Decíamos que 'Parque Jurásico' supuso el punto más álgido de esa relación de amor entre espectador y Crichton pero las culpas se deberían repartir con un Steven Spielberg que aportó aún más aventura, aún más evasión y, sí, aún más vista con el gran público. Ahorramos sangre, sumamos abrazos y sonrisas infantiles en medio del caos. Con todo, aquel fenómeno cinematográfico y social, supone también la mejor adaptación a la fecha de un autor que se ha atrevido con casi todo. La relación del audiovisual con Crichton es la relación de un escritor cuyas páginas desprendían olor a cine. Pero empecemos por su puesta de largo.
1 'La amenaza de Andrómeda', presentación de credenciales
Corría el año 1971 cuando Robert Wise dirigió 'La amenaza de Andrómeda', primer largometraje que adaptaba la primera novela firmada por Crichton tras una serie de trabajos menos presentados bajo seudónimos. Protagonizada por Arthur Hill y David Wayne, nos encontramos ante un thriller sin demasiadas pretensiones que consigue, sin embargo, presentar alguna de las virtudes más reconocibles dentro del universo del escritor, el jugueteo con el terror, las consecuencias de los actos más discutibles llevados a cabo por la ambición desmedida y, por encima de todo, el ritmo imparable tras una ligerísima presentación de personajes.
2 'Dealing', una comedia de bajo presupuesto
Un año más tarde llegaría 'Dealing', una comedia de bajo presupuesto basada en una novela firmada con seudónimo por Crichton y su hermano Douglas. El director Paul Williams hizo lo que pudo con un texto que fallaba en su objetivo principal, hacer reír y dejaba todo en manos de una road movie con exceso de diálogos pobres. No mejoraron las cosas, en ese mismo 1972, con la adaptación de 'Diagnóstico: Asesinato', dirigida por Blake Edwards y protagonizada por James Coburn y convertida en una especie de Hitchcock (muy) menor.
3 Del sexo al alma (de metal)
Nuevo año, nueva suerte. O eso debió pensar Crichton cuando Jeannot Szwarc se hizo cargo de la adaptación de 'Extreme Close-Up', un texto totalmente alejado del estilo y señas de identidad de su autor, cambiando la ciencia ficción por sexo y la aventura por espionaje y periodismo. Un cóctel que no funciona en ningún momento y que hacía perder cada vez más la esperanza de un final feliz para la relación entre el escritor y el cine. Hasta que nuestro protagonista se remangó en 1974 y decidió a probar suerte como director adaptando 'Almas de metal', uno de sus relatos más interesantes. La historia puede sonar más que familiar. Un parque, un fallo en el sistema y una lucha por sobrevivir. Cambiemos dinosaurios por robots. Casi precuela involuntaria, 'Almas de metal' nos mostraba a un Crichton director más que interesante en una aventura para toda la familia repleta de encanto contagioso. No era más que un divertimento pero, al menos, cumplía con creces su cometido principal.
4 El escritor director
Cuatro años tuvieron que pasar hasta encontrarnos con dos nuevas adaptaciones de Crichton. Tras el buen (y lejano) sabor de boca de nuestra visita a Westworld, una de cal y otra de arena. En el lado positivo de la balanza, 'Coma', notable thriller protagonizado por Michael Douglas y dirigido de nuevo por el propio autor. Y en el negativo, 'El hombre terminal', cinta que partía de un argumento absurdo (chips que controlan la violencia hasta que, oh no, todo sale al revés) y que se quedaba en entretenimiento olvidable. Todo lo contrario que 'El gran asalto al tren', su tercera incursión en el mundo de la dirección, con Sean Connery y Donald Sutherland como grandes protagonistas. Una aventura clásica y sin excesivas pretensiones que nos traía de vuelta al Crichton más reconocible, detrás de la cámara y del libreto. La buena racha continuaría dos años más tarde con 'Looker', una intriga mucho más oscura que sus anteriores incursiones en el género que contaba con un estupendo Albert Finney al frente.
5 El adiós a los olvidables ochenta
La década de los ochenta finaliza con dos de los puntos más flojos de su carrera. En 1984, 'Runaway, Brigada Especial' y en 1989, 'Contra toda ley', ambas escritas y dirigidas por el propio Crichton ofrecieron resultados artísticos que no superaban el suficiente. Dos fracasos artísticos que dieron como resultado varios años de descanso cinematográfico hasta que llegaron los noventa, la época dorada en la relación entre el autor estadounidense y la gran pantalla. Una década que supuso un reinicio en toda regla. ¿El principio? 1993.
6 'Parque Jurásico'. La ciencia del éxito
Ese mosquito. El ámbar. Y la cima de la taquilla mundial con, otra vez, un parque en el que, otra vez, las cosas se complican y toca sálvese quien pueda. La novela se llamaba 'Parque Jurásico', los derechos los consiguió un director llamado Steven Spielberg y el resto es (fantástica) historia. Tenía todo para salir bien, y salió. Una de las cimas del cine noventero, una película que marcó a varias generaciones y que sigue desencajando mandíbulas a aquellos espectadores que se adentran por primera vez a una película en la que todo funciona, en la que el sentido de la maravilla y la diversión se compagina con el mejor suspense. Icónica desde su inicio hasta su epílogo, 'Parque Jurásico' marcó el cine de los noventa con sus revolucionarios efectos especiales y alguna de las escenas más apabullantes del género blockbuster. Velociraptores en la cocina, vasos de agua que anticipan la llegada del T Rex o coches que caen de las copas de los árboles. La saga se inicia a lo grande, Spielberg consigue un nuevo taquillazo y Crichton se convierte, automáticamente, en uno de los escritores más deseados del panorama literario.
7 'Acoso', el culto de la caspa
Ese mismo año, para equilibrar la balanza, se estrena 'Sol naciente', dirigida por Philip Kaufman y protagonizada, de nuevo, por Sean Connery, acompañado en esta ocasión por Wesley Snipes y Harvey Keitel. Un reparto atípico para un thriller extravagante pero lo suficientemente entretenido como para no llevarse las manos a la cabeza. Para entonces, casi todas las películas que tenían relación con Crichton mantenían una serie de similitudes argumentales que, en 1994, desaparecieron por completo con 'Acoso'. Sí, era un thriller sofisticado pero marcado por un contenido sexual entre arriesgado y algo casposo. Puro noventa. Demi Moore engañaba y volvía loco a Michael Douglas en una película que, por razones que a un servidor se le escapan más allá del evidente aroma erótico festivo tan presente en aquellos años, se ha convertido en una especie de obra de culto.
8 Gorilas y tornados, éxito asegurado
Algo similar a lo que ocurrió con sus dos trabajos anteriores. El primer de ellos, 'Congo', por lo extravagante, delirante y alocado de su propuesta de gorilas asesinos y búsquedas de diamantes en la jungla africana. Todo tan absurdo y divertido como en la novela original que adaptaba. Y, el segundo, 'Twister', fabulosa cinta de acción con Helen Hunt sobreviviendo a una docena de tornados. De nuevo, efectos especiales que nos pegaban a la butaca y un producto aseado, exitoso y entretenido de principio a fin. Una situación más que cómoda para un Crichton que vio como todo a su alrededor mejoraba cuando el bueno de Steven volvió a llamar para informarle de que había llegado la hora de que los dinosaurios volvieran a comerse las salas de cine de todo el planeta.
9 'El mundo perdido', apostando sobre seguro
'El mundo perdido (Jurassic Park)' se estrenaba cuatro años después de su primera entrega con una respuesta mucho más negativa por parte de la crítica pero igualmente exitosa en cuanto a la venta de entradas se refiere. El tiempo ha ido poniendo las cosas en su sitio y, una vez apartamos las expectativas que una secuela de 'Parque Jurásico' podían despertar, nos encontramos con un trabajo mucho mejor de lo que pareció en aquel lejano 1997. De acuerdo, no era más que un refrito de su predecesora pero, aún hoy, es francamente difícil aburrirse con ella. Y tiene a un T-Rex destruyendo San Diego. Respeto.
10 'Esfera', casi pero no. 'El guerrero número 13', NO
Lástima que no tengamos la oportunidad de redimir la siguiente adaptación cinematográfica de una de sus novelas más notables. 'Esfera', dirigida por Barry Levinson, contaba con Sharon Stone, Dustin Hoffman y Samuel L. Jackson como tridente principal de una trama sencilla pero estimulante. Un equipo de científicos que viajan hasta el Océano Pacífico para investigar una nave espacial que lleva siglos sumergida en el fondo marino. De acuerdo, el comienzo tiene fuerza, la trama va jugando de manera notable con sus misterios pero, llega la hora de resolverlo todo, de apostar por la acción y, en menor medida, por el terror y todo se cae como un castillo de arena. Lo que en la novela era emoción queda convertido aquí en efectismo barato. Una ligera decepción que se multiplico por diez con 'El guerrero número 13'. Antonio Banderas era la superestrella de este desastre medieval que no funcionaba ni como relato histórico, ni como evasión palomitera ni como película de sobremesa. Un desastre que se vio continuado con la tercera entrega de 'Parque Jurásico'.
11 Velociraptores charlatanes
Con Spielberg en labores de producción y Joe Johnston como director, el regreso de Alan Grant en 'Parque Jurásico III' contenía tantas escenas de acción potable como ridículos momentos que rozaban la vergüenza ajena. Para la Historia queda un desenlace que abraza el absurdo con devoción y velociraptores hablando en sueños. Tal cual. No respeto.
12 'Timeline', despedida indiferente
Y así llegamos hasta un 2003 en el que se estrena la, hasta entonces, última adaptación a la gran pantalla de una novela de Michael Crichton, 'Timeline'. Richard Donner se sentaba en la silla del director y Paul Walker era el protagonista de una película de acción tan marcada por la serie b que terminó convertida en uno de esos placeres culpables que no consiguen ni el aplauso ni el bostezo. Tan solo una tímida indiferencia que se mantiene en el tiempo.
13 Echando la vista atrás
Cinco años después, Crichton fallecía a los 66 años a causa de un cáncer de laringe dejando tras de sí un legado de éxitos literarios que, en los mejores casos, consiguieron una adaptación a su altura, capaz de captar la esencia de unas páginas en las que la ciencia, la ficción, el terror y la aventura más clásica se complementaban a la perfección para regalar historias y personajes que ya son parte de la memoria colectiva. En 2015, volvemos a echar la vista atrás con nostalgia y cariño y nos preparamos para repetir visita a un parque llamado ahora 'Jurassic World' que promete devolver toda la emoción que consiguió la primera entrega de una saga que llega rodeada de una expectación justificada. La que generan siempre las buenas historias. Marca de la casa Crichton.