Que la mayoría de actores y actrices de Hollywood usan nombres artísticos no es ningún secreto. Algunos eligen hacerlo por sonoridad, otros para proteger su identidad y otros para alejarse de un legado, motivos hay miles, pero para algunos, como es el caso de Michael Keaton, más que una elección fue una imposición. A finales de los años 70, cuando empezó su carrera ante las cámaras, el Sindicato de Actores de Cine no le permitió usar su nombre real, Michael Douglas, porque ya estaba y era famoso Michael Douglas, que curiosamente en realidad se llama Michael Kirk Danilovich. Tampoco le dejaron llamarse Mike Douglas porque un presentador de programas de entrevistas había llegado antes que él, así que tuvo que buscarse un apellido nuevo.
Keaton ha relatado a la revista People que encontró el apellido mirando una guía telefónica y le sonó razonable. Sin embargo, ahora le gustaría recuperar el Douglas es sus créditos futuros y llevar un mix de su nombre real y su nombre elegido.
Michael Keaton Douglas
Según el actor, la intención era aparecer como Michael Keaton Douglas ya en los créditos de 'Knox Goes Away', un thriller con guion de Gregory Poirier que él mismo dirige y protagoniza, pero se olvidó de avisar a tiempo a la producción:
"Les dije: «Oye, solo como advertencia, me acreditaré como Michael Keaton Douglas». Y luego se me fue por completo. Me olvidé de darles tiempo suficiente para hacerlo posible. Pero acabará sucediendo".
'Knox Goes Away' se estrenó en cines el pasado marzo de 2024, aunque está inédita en España. La película trata sobre un asesino a sueldo al que diagnostican una demencia en estado avanzado y decide pasar sus últimos días tratando de redimirse junto a su hijo, interpretado por James Marsden, al que no está especialmente unido. El reparto lo completan Suzy McKinnon, Marcia Gay Harden y Al Pacino.
Donde tampoco han cambiado su nombre ha sido en los créditos de 'Bitelchús Bitelchús' en la que desde este viernes 6 de septiembre podemos verle retomando su mítico personaje de finales de los 80 y dando rienda suelta a una excéntrica y macabra interpretación.