Michelle Rodriguez se mantiene firme en su discurso hacia la franquicia de 'Fast & Furious'. La actriz que interpreta a Letty Ortiz publicó en junio un mensaje en su cuenta de Instagram reivindicando el papel de los personajes femeninos en la saga. TMZ ha conseguido unas declaraciones de Rodríguez en las que reitera su idea de abandonar si no ve un cambio.
"Mi camino es el del empoderamiento de la mujer", ha afirmado Rodríguez, "y si me siento un poco estancada en lo que estoy haciendo para vivir, tendré que pasar página". Además, le mandó un mensaje a los productores de la saga: "Evoluciona o muere. Espero que demuestren un poco de amor hacia las mujeres en esta franquicia". La próxima película se estrenará en 2019 y cuentan con ella... por el momento.
La actriz amenazó con dejarlo si no cambiaban y está a la espera de ver que camino toman: "No sabemos lo que está pasando. Hasta que no tenga el guion no tendré ni idea". Aunque no ha hecho peticiones a los guionistas, si que quiere una cosa: "Me gustaría ver a las mujeres hablando las unas con las otras por una vez. Puedo contar con los dedos una mano las veces que he hablado con una actriz en la franquicia, y es triste".
Racismo y Machismo
Y es que a veces Hollywood lo tiene todo. En su primer papel en la industria, Letty Ortiz iba a ser en principio una "guarra", tal y como contó a The Daily Beast. "Seguían el planteamiento de 'Le llaman Bodhi' sin pensar si encajaba con la realidad. ¿Es realista que una mujer latina que esta con el macho alfa entre los machos alfa, le engañe con el chico guapo?".
Pensó que podría cambiarlo en el set, pero en Hollywood las cosas no son así: "Me puse a llorar y dije que iba a abandonar. Dije 'no me demandéis por favor, lo siento pero no puedo hacer esto delante de millones de personas'. Quería ser actriz para poder vivir mi sueño, y mi sueño nunca fue ser una guarra". Por suerte, Vin Diesel, que ya tenía un peso en la industria, intervino para cambiarlo.
La saga 'Fast & Furious', de peor a mejor
'A todo gas 2'
Una continuación que intentó aprovechar el tirón de la primera, sin Vin Diesel, y con la cara bonita de Walker como principal reclamo. El resultado fue una cinta de acción que pasó sin pena ni gloria, olvidable, y que cosechó dos nominaciones a los premios Razzie, incluyendo peor remake o secuela.
La historia continuaba años después de lo sucedido en la primera, con O'Conner sin su insignia y alejado del cuerpo policial, viviendo en Miami; sin embargo, cuando la policía es incapaz de acabar con un empresario que blanquea dinero a través de su negocio, tendrán que pedir ayudar a nuestro protagonista, quien se sube al coche acompañado de su mejor amigo, Roman Pearce.
'Fast & Furious: Aún más rápido'
Tras el fiasco de 'A todo gas 2' y el descalabro de 'Tokyo Race', los dos protagonistas unieron fuerzas para revitalizar la saga. ¿Qué pasó? Que se les fue de las manos: escenas de acción demasiado al límite, poca originalidad en las tramas... En definitiva, mucho ruido y pocas nueces.
Lo que sí tenía bueno esta secuela era que volvíamos a encontrarnos con O'Conner y Toretto y todo rezumaba nostalgia. El policía volvía a estar tras la pista de Dom; sin embargo, cuando descubren que tienen un enemigo en común, deciden unirse y juntar fuerzas. Es así como surge la amistad que veremos en la siguiente trilogía.
'Fast & Furious 5'
A la rapidez y a la furia se le une la fuerza desmesurada de The Rock. La introducción del personaje en la saga hace que todo adquiera un cariz más violento (las peleas cuerpo a cuerpo con Diesel son como ver a Hulk contra Thor en versión alopécica) y eso se nota en las tramas, lo que provoca alguna que otra escena ridícula, como la persecución con la caja fuerte destrozándolo todo.
La historia arranca con Dom y O'Conner huyendo de la justicia tras escapar el primero de la cárcel. Ambos se encuentran en Río de Janeiro cuando Hobbs les encuentra e intenta detenerlos. Pero no es el único: tendrán que enfrentarse a un empresario que los quiere ver muertos.
'Tokyo Race'
Aunque no contaba con ninguno de los protagonistas, 'Tokyo Race' fue más que decente. Adentrándonos en las calles de la capital japonesa, las tramas se volvieron más oscuras, más exóticas y, con un protagonista algo más naif, todo adquirió un toque de originalidad que nadie esperaba y, queramos o no, la sorpresa siempre es un factor que gusta.
Nuestro protagonista es un joven que no encaja en ningún sitio salvo cuando se pone tras el volante... Entonces se convierte en el mejor. Cuando la policía lo pilla, es enviado a Japón junto con su tío para que adquiera disciplina; sin embargo, allí descubrirá las carreras más peligrosas del mundo y se hará un buen enémigo: el jefe de la Yakuza.
'Fast & Furious 6'
Para mi gusto, Justin Lin no le hizo ningún bien a la saga. Cierto es que con 'Tokyo Race' introdujo algo de sangre nueva pero, en las tres siguientes, transformó la saga en un batiburrilo de explosiones sin sentido. En ésta, con el regreso de Letty, intentó realizar una cinta que los fans pudieran reivindicar y, dentro de lo malo, no le salió del todo mal. Claro, luego ves la séptima entrega, y alucinas.
Retirados de todo, O'Conner y Toretto viven apartados de la ley y del mundo hasta que Hobbs aparece y la cosa cambia por primera vez en la saga: el policía les pide que trabajen codo con codo para frenar a un mafioso. Nuestros protagonistas no están por la labor de aceptar... hasta que ven una foto de Letty, a quien creían muerta tiempo atrás.
'A todo gas'
La buena, la original, la culpable de todo. Corría el año 2001 y Vin Diesel y Paul Walker no sabían lo que les esperaba. ¿Quién les iba a decir que una película de coches iba a iniciar una de las sagas con más fans y que más millones ha reportado a la industria? Ambos fueron catapultados a la fama (aunque Diesel ya había hecho 'Pitch Black' un año atrás) y sus nombres estarían ligados para siempre con el automovilismo.
La historia no podía ser más sencilla: un policía se infiltra en el mundo de las carreras ilegales y, al acercarse al cabecilla, se enamora de su hermana, complicándolo todo.
'Furious 7'
Todo lo que hace James Wan mola mucho. Esto es así. Es un hecho, una realidad. Y las películas de coches no iban a ser menos. 'Furious 7' es lo máximo. Es un canto a los fans desde la primera escena con Jason Statham caminando por el hospital derruido hasta el cierre, con la despedida del fallecido Paul Walker. Tiene un ritmo espectacular, unas escenas rodadas con un gusto exquisito y una facilidad tremenda para reírse de si misma y sacarle la sonrisa al espectador. Tendría que haber sido el cierre de la saga porque, reconozcámoslo, no la van a poder superar.
Cuando un asesino empieza a acabar con todos los componentes del grupo, nuestros protagonistas tendrán que volver a sentarse al volante y recorrer medio mundo para acabar con él. Y, es Jason Statham, no se lo va a poner nada fácil.