Una de las última propuestas añadidas a la sección Midnight X-Treme de la presente edición del Festival de Sitges es 'Wrong turn 2: dead end', cuya primera parte fue estrenada en estos lares como 'Km.666' o 'Desvío al infierno'.
Dirigida por el novato Joe Lynch y protagonizada por Henry Rollins, Erica Leerhsen, Texas Battle y Daniella Alonso, la película cuenta la historia de un grupo de jóvenes que participan en un reality show de supervivencia llamado Apocalypse, presentado por el veterano de guerra Dale Murphy. El problema es que dicho concurso se está realizando en una remota zona boscosa en la que habita una familia de caníbales mutantes.
A decir verdad, no he visto la primera entrega de esta saga, pero si se asemeja en lo más mínimo a 'Wrong turn 2: dead end', puedo asegurar que la diversión está casi asegurada para todos los amantes del género.
Con una clara influencia, por no llamar plagio, de 'Las colinas tienen ojos', 'Wrong turn: dead end' es todo un ejercicio de casquería sin concesiones con ciertas secuencias verdaderamente gonzas, como la escena inicial de la película. Obviamente, quien espere algo más que sangre, vísceras, amputaciones, jovencitas de buen ver, criaturas deformes, y un Henry Rollins enfundado en el traje de John Rambo, que se olvide de 'Wrong turn, 2: dead end', porque eso es lo que va a encontrar.
Pretendidamente tensa y tratando de perturbar en varias ocasiones al espectador aunque sin conseguirlo, lo cierto es que 'Wrong turn 2: dead end' no tiene otro interés que el ver cómo la familia de caníbales de turno se dedica a despedazar a los personajes protagonistas de la forma más animal posible.
Tributo a la casquería
Por otro lado, y más como curiosidad que otra cosa, 'Wrong turn 2: dead end' nos ofrece un par de guiños a películas de culto dentro del género que bien merece la pena recordar: por un lado, y dejando a un lado la obvia influencia de 'Las colinas tienen ojos', nos encontramos con una escena familiar en la que el grupo de caníbales bendice los alimentos mientras mantiene maniatada a una de sus víctimas, escena que ya pudimos ver en 'La matanza de Texas', película de la cual 'Wrong turn 2: dead end' también hereda algunas cosas; por otro lado, y de un modo mucho más sutil (o no), tenemos una premisa inicial basada en la supervivencia del más fuerte, concepto recuperado recientemente en esa joya nipona de nombre 'Battle royale', y cuya referencia podemos constatar a través de la camiseta de uno de los protagonistas.
Homenajes aparte, cabe decir que 'Wrong turn 2: dead end' resultará terriblemente divertida para los amantes del género, y además hay que agradecerle que no recurra en exceso a esos exasperantes movimientos de cámara en mano tan habituales hoy día, que los hay, mostrando por norma general el salvajismo y la casquería en todo su sangriento espledor.