Para su ópera prima, 'Miller's Girl', la cineasta norteamericana Jade Halley Bartlett apuesta por el romance prohibido, tema al que se aproxima desde la rama del thriller sensual. A pesar de ser su primer proyecto como directora y guionista, la película cuenta con dos reconocidos intérpretes de la industria cinematográfica como protagonistas, Martin Freeman ('Sherlock', 'El Hobbit') y Jenna Ortega, una de las actrices de moda desde 2022 por su papel en 'Miércoles'.
'Miller's Girl', en la que un profesor de instituto (Freeman) y su brillante estudiante de 18 años (Ortega) amenazan con cruzar una línea que ninguna relación profesor-alumno debería, parte desde el inicio con un problema de equilibrio en su tono. Por momentos, es un romance sensual que se toma en serio a sí mismo y llega a ser convincente, pero se acaba perdiendo entre diálogos eróticos dignos de Wattpad, aquella aplicación donde miles de adolescentes dan rienda suelta a sus ficciones románticas con conversaciones salidas de tono que... bueno, pues que escriben personas de 14 años. Esto condena a la película, en la que el interesante thriller erótico adulto que existe en el fondo y aparece puntualmente no nos salva de retorcernos de la vergüenza en la butaca al escuchar y/o ver las escenas con alma de Wattpad.
Si bien es cierto que el guion tiene sus problemas de tono, donde no falla Jade Halley Bartlett es en una decente construcción de personajes y desarrollo de los mismos. Aunque bajo el yugo de clichés y el tipo de diálogos nombrados anteriormente, son realistas y coherentes de acuerdo al estilo que la película establece. No sucumbe ante el recurso de hacer que, en un momento concreto, un personaje actúe de forma poco creíble a lo que podría esperarse de alguien de su perfil para que la trama avance de forma fácil hasta el punto deseado. Lo hace orgánicamente, respetando el carácter de sus personajes.
Cuando la actriz es la película
Decía que Jenna Ortega es una de las actrices de moda, aspecto que no es mentira, pero también es algo mucho más importante. Es una intérprete cuya calidad interpretativa eleva el nivel del proyecto del que forma parte y mejora la experiencia del espectador. En este caso, es todavía más clara esta afirmación. No hay aplausos suficientes que hagan justicia al trabajo de Jenna Ortega en 'Miller's Girl', donde se impone a un texto que no dejaría brillar a una gran mayoría para moverse entre la inocencia, el deseo, la sensualidad, la obsesión y la maldad con tanta dignidad y credibilidad que es difícil no entrar ni aceptar el juego que propone la película. Con solo 21 años, Ortega demuestra que tiene potencial de firmar una carrera extraordinaria si la acompañan los proyectos adecuados.
La excelencia del reparto no se limita únicamente a Ortega, pues Martin Freeman, su compañero de baile, está a la altura. Juntos, enriquecen a sus personajes y nos regalan poderosas escenas en las que logran una fuerza narrativa enorme con simples gestos y miradas. Consiguen que todo gire alrededor de sus interpretaciones, haciendo de lo bueno de 'Miller's Girl' algo mejor y de lo malo algo no tan malo.
Como resultado, un thriller que podría, sin perder el erotismo que busca, haber tratado de explorar con profundidad la relación de los protagonistas y los temas con los que esta va de la mano (el abuso de poder y edad que esta supone, el retrato de la masculinidad frágil de él y el despertar sexual de ella...), queda mayormente enterrado en una película que cumple si lo que se busca es desconectar y escandalizarse con tensión sexual y conversaciones sin escrúpulos que bailan entre entre el erotismo y el ridículo. Es decir, dignas de Wattpad.
