Millie Bobby Brown se hizo famosa muy joven, apenas tenía 9 años cuando tuvo su primer trabajo como actriz en la serie 'Érase una vez en el País de las Maravillas', y 11 cuando grabó 'Stranger Things', la serie que le dio la fama. No son pocas la veces que se ha hablado de los salarios que cobraban los protagonistas en las primeras temporadas, cuando todavía eran menores de edad, por eso la actriz ha denunciado que no haya suficiente protección en cuanto a los contratos salariales.
Se sabe que a partir de la tercera temporada la actriz ganaba aproximadamente 250.000 dólares por episodio, por entonces tenía 14 años. Además, en julio de 2022 se filtró que había ganado 10 millones de dólares por protagonizar y producir 'Enola Holmes 2', el mayor salario que una persona menor de 20 años había cobrado en la industria. Brown no confirmó ni desmintió esa información en ningún momento, pero ahora, en una entrevista con Vanity Fair, ha señalado lo peligroso que es que se haga público cualquier contrato de una estrella infantil o adolescente.
La actriz cree que los contratos "debarían haberse protegido para que no se estuvieran en los registros", ya que eso "solo pone a los niños en una situación realmente peligrosa". Y continúa criticando el trato que la industria da a los niños "yo creo que todo el mundo es un poco demasiado laxo sobre la forma en la que los niños son criados en la industria. Yo crecí con un montón de ojos en mis padres, pero siento que fueron las personas que más me protegieron".
Una estrella infantil
Lleva desde muy pequeña trabajando, y sus padres pronto le enseñaron a defender su ideas y sus derechos: "Aprendí a decir 'no' a una edad muy temprana. Creo que es una palabra muy poderosa. Mi madre es muy astuta y sabia, y defiende mis derechos. Mi padre ha sido siempre alguien que me empujaba a alzarme por mí misma y nunca aceptar menos de lo que merezco. La confianza que él me inculcó, el amor y esperanza que me ha inculcado, me ha ayudado a ir a los sets o a los escenarios y luchar por mí misma... con la esperanza de poder luchar por otros".
Además, ha reconocido que nunca quiso ser famosa, sino que simplemente le encantaba, y le encanta, actuar, además la fama le ha obligado a ser muy selectiva con las personas a las que deja entrar en su vida. "Empecé esto siendo muy joven, y siento que la prensa concretamente fue muy, muy dura conmigo, así que solo me aseguro de que estoy abogando por mí", declara la actriz, que ha contando una experiencia desagradable que tuvo con un fotógrafo que le tomó fotos invasivas cuando tenía trece años. "No tenía nada (debajo)... No fue demasiado, pero fue suficiente para que no estuviera bien. Creo, que en general, debería haber más leyes para los medios en términos de paparazzi, en términos de explotación", ha sentenciado.
