Si os preguntamos cómo se llama la protagonista de 'Stranger Things', seguro que vuestra respuesta es rápida: Millie Bobby Brown. Pues bien, estáis equivocados. La actriz ha revelado su verdadero nombre y, para sorpresa del mundo entero, no es el que llevamos escuchando todos estos años.
Seis letras son suficientes para dejar a Chris Pratt (y a todos nosotros) con la boca abierta. "Mi segundo nombre es Bonnie", confiesa la actriz en una entrevista con BuzzFeed. "¿Millie Bobby Bonnie Brown?", pregunta su compañero de reparto en ' Estado eléctrico'. Y, en ese momento, Brown revela algo que, según afirma, nunca le había contado a nadie. "No, no es Bobby. Es Millie Bonnie Brown".
— ? (@classicsbiebs) March 6, 2025
Pero, detrás de este cambio no hay ningún motivo de peso o un gran razonamiento. La actriz cambió un par de letras de su segundo nombre simplemente "por diversión". Estos pequeños cambios no son algo nuevo: otras artistas, como Emma Stone (Emily Stone) o Keke Palmer (Lauren Keyana Palmer),también han utilizado variaciones de su nombre original. Sin embargo, en el caso de estas dos últimas, existe cierto arrepentimiento por el cambio y ambas han manifestado que les gustaría ser referidas por su nombre de pila.
La cara B de la fama
Ser conocida desde los diez años tiene sus desventajas. Brown, que ahora tiene 21, ha crecido delante de las cámaras, lo que muchos parecen interpretar como un cheque en blanco para opinar sobre ella. Durante la promoción de su última película para Netflix, dirigida por los Anthony Russo y Joe Russo, distintos medios de comunicación han hablado sobre el físico de la protagonista de 'Enola Holmes', insinuando que, por su forma de vestir y maquillarse, parece demasiado mayor.
Estos comentarios, sumados a los que ha soportado a lo largo de los años, llevaron a la actriz a pronunciarse a través de sus redes sociales. "Es más grande que yo, es algo que afecta a cada mujer joven que crece bajo el escrutinio público", aseguraba la joven. En su vídeo, leyó titulares y nombres de periodistas concretos ya que, según sus palabras, "esto no es periodismo, esto es bullying".