Ahora que las reivindicaciones del género en la industria cinematográfica están a la orden del día, y pese a que la lucha por la igualdad parece no tener todavía un final cercano, el papel de las mujeres detrás de las cámaras es algo que ha conseguido adquirir una mayor cuota de representación desde hace escasos años. Pese a que cada vez sean más las oportunidades dadas a realizadoras para ponerse detrás de proyectos de gran envergadura, la lastra que supone el dominio del hombre en Hollywood es algo que está costando de deshacer.
Si hablamos de superproducciones y reconocimientos son varios los nombres que nos vienen a la cabeza. Sin ir más lejos, en 2017 'Wonder Woman' se convertía en la película más taquillera de la historia del cine dirigida por una mujer. La responsable, Patty Jenkins, pasaba a formar parte del selecto club de mujeres directoras que han dirigido largometrajes con más de 100 millones de presupuesto.
La primera había sido Kathryn Bigelow en 2002 con 'K-19: The Widowmaker', quien también logró un hito en la historia de la igualdad de género alzándose en 2009 como la primera mujer en ganar un Oscar a la mejor dirección, más de ochenta años después de que la Academia iniciase su andadura galardonando con la tan preciada estatuilla dorada. Entre las pocas privilegiadas que se han embarcado en proyectos de más de cien millones, nos encontramos con Lana Wachowski, quien en 2012 y 2015 dirigió junto a su por entonces hermano Andy (en 2016 iniciaba su proceso de reasignación como mujer transgénero, Lilly) 'El atlas de las nubes' y 'El destino de Júpiter', con unos presupuestos de 128 y 176 millones de dólares, respectivamente.
Parece que, ante tan poca representación femenina en cuanto a récords de cifras, estamos hablando de una historia (la del cine dirigido por mujeres) que se ha empezado a escribir con el nuevo siglo. Y evidentemente, hay que tener en cuenta los precedentes que existen antes de que Bigelow batería récord, el cual lleva el nombre de una de las mujeres que llevan labrándose una carrera en la industria con aplomo desde hace décadas: Mimi Leder.
Pionera con talento
Nacida en Nueva York en 1952, Leder ya consiguió batir una primera marca en favor de la igualdad cuando en 1973 se convertía en la primera mujer en graduarse en el AFI Conservatory, una prestigiosa escuela de cine asociada al American Film Institute, de donde han salido figuras como Darren Aronofsky, David Lynch o Terrence Malick. Tras haberse labrado como realizadora para televisión durante los años ochenta y noventa, en 1997 debutaba en el largometraje con 'El pacificador', thriller de acción protagonizado por George Clooney y Nicole Kidman.
Arropada por Steven Spielberg, creador de la productora con la que Leder pudo llevar a cabo su ópera prima, la película servía como carta de presentación al mundo de una directora cuyo talento ya había establecido otro récord dos años atrás, cuando en 1995 era galardonada con un Emmy por 'Urgencias', convirtiéndose en la primera mujer en conseguir dicho premio en la categoría de mejor dirección. Un año después, y esta vez por su labor como productora de la serie, recogería el segundo cuando el mítico serial se coronaba como mejor drama.
Cabe decir que, en aquellos momentos, encontrarse con una realizadora afrontando proyectos de gran envergadura era algo poco común (no nos engañemos: lo sigue siendo), por lo que cuando llegó la hora de que Mimi Leder rodase su segunda película, parecía impensable que un blockbuster viniese firmado por una mujer. Con un origen que se remontaba a los años setenta, 'Deep Impact' había sido un proyecto que había estado asociado a Spielberg, y cuyo planteamiento original no era otro que el de remakear 'Cuando los mundos chocan', el clásico de ciencia ficción de 1951. Tras la publicación de 'El martillo de Dios' de Arthur C. Clarke en 1993, el director de 'Tiburón' desarrolló la idea inicial para encaminar el proyecto que parecía frustrado, basándose en un guion que tomaba elementos de la obra literaria y del citado film de los cincuenta.
Rompiendo récords
En 1997, Spielberg andaba absolutamente sumergido en 'Amistad', por lo que cuando Touchstone Pictures anunció el estreno de 'Armageddon' para verano de 1998, con una temática muy similar a la de 'Deep Impact', desde la productora decidieron darse prisa para sacar adelante su propuesta. Así fue como se decidió poner a Mimi Leder al mando de la dirección y dejar a Spielberg como productor ejecutivo. Con un presupuesto de 80 millones de dólares, la directora lograba establecer otro récord tras conocerse la recaudación mundial de la película, pues con 349,5 millones de dólares en todo el mundo, 'Deep Impact' pasaba a ser el título dirigido por una mujer más taquillero de la historia.
Tal hazaña, tan solo había logrado tres récords con anterioridad, siendo Penny Marshall la primera directora en conseguir superar la barrera de los 100 millones en taquilla por 'Big', en 1988. Un año después, Amy Heckerling lograba con 'Mira quién habla' una taquilla de 297 millones, y el mismo año en el que Leder batía récords, Betty Thomas conseguía con 'Dr. Dolittle' alcanzar los 294,5 millones.
Mimi Leder no solo ponía el listón alto a la hora de poner las expectativas en un título dirigido por una mujer, sino que dejaba a un lado la tendencia que predominaba en Hollywood de que una directora solo era apta para dirigir comedias o dramas. Junto a Kathryn Bigelow, Leder pasaba a ser un claro ejemplo de que el hecho de ser mujer no incapacita a la hora de llevar a cabo la dirección de un título de acción o con alma de blockbuster. Las cifras habían hablado y parecía quedar claro que la carrera de la directora iba a ser una de las más sugerentes del nuevo siglo. Y lo fue, pero no de la forma que muchos auguraron.
De vuelta a la televisión
En cine, solo fueron dos las propuestas que nos llegaron firmadas por Leder, ambas en la primera década de los 2000, 'Cadena de favores' y 'The Code', estrenadas en 2000 y 2009. Entre sendos títulos, la realizadora continuó ligada a la televisión, el medio que le había visto nacer y donde realmente adquirió las tablas que la sitúan como una de las directoras con más talento de la industria, el cual ha sabido explotar al máximo en la pequeña pantalla, lo que parece haber hecho que su nombre muchas veces se nos olvide a la hora de hablar de las directoras que están estableciendo récords, como Patty Jenkins o Ava DuVernay (por citar solo dos ejemplos), figura que todavía está más ligada al cine independiente que al mainstream, pese a que sean muchos los talentos femeninos que están a años luz de lo que la industria ha establecido desde hace décadas, con la figura del hombre director como algo que jamás podría ser igualado por una mujer.
Entre 2002 y 2003, regresaba a las labores de productora ejecutiva con 'John Doe', serie con tintes de ciencia ficción protagonizada por Dominic Purcell de la que dirigió seis episodios. Como creadora y productora, en 2006 nos traía 'Desaparecida', en la que firmaba cuatro episodios como directora, faceta que continuó explotando en series como 'El ala oeste de la Casa Blanca', 'Nashville', 'Casi humanos', 'Smash' o 'Shameless (US)', para la que dirigió seis episodios entre 2011 y 2015.
Sin embargo, uno de sus grandes éxitos televisivos no llegaba hasta 2014, cuando se convertía en co-productora ejecutiva de 'The Leftovers', una de las grandes ficciones de la televisión de los últimos años, para la que dirigió un total diez episodios, y con la que ha dejado más que claro que para ser reconocida como una excelente directora, no hace falta llevar a cabo únicamente largometrajes, formato al que regresa este 2018 con 'On the Basis of Sex', drama judicial basado en hechos reales sobre Ruth Bader Ginsburg, la segunda mujer en la historia de los Estados Unidos convertida en juez del Tribunal Supremo, y para la que cuenta con un reparto compuesto por Felicity Jones, Armie Hammer, Justin Theroux, Kathy Bates y Sam Waterston. El título llegará a cines en el último trimestre del año y muchos podrían pensar que el regreso a la pantalla de Mimi Leder podría tener todas las papeletas para hacerse un hueco en la próxima temporada de premios. Esperaremos impacientes.
