Con la oscuridad acechando en cada rincón, con la soledad pisándonos los talones, con una tarea titánica y unos recovecos de la mente humana tan imposibles como irresistiblemente atractivos, 'Mindhunter' se lanzó a la piscina de las interminables ofertas de ficción en la que nadamos hoy en día, con la esperanza de capturar la mente de aquellos espectadores que estuviesen dispuestos a practicar el ejercicio de paciencia que viene antes de enamorarse de Holden, sobre todo de Holden. Jonathan Groff da vida a este magnético agente del FBI que tiene claro que los métodos del siglo pasado ya no funcionan en un mundo en el que hay mucho más que crímenes pasionales, un mundo en el que las motivaciones de los asesinos son cada día más difíciles de entender, un mundo en el que la psicología manda, en definitiva, un mundo que ha conquistado de tal manera a los seriéfilos que ha logrado hacerse con una segunda temporada.
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? MINDHUNTER (@MINDHUNTER_) 30 de noviembre de 2017
Netflix ha dado luz verde a una nueva tanda de episodios con un mensaje más apropiado imposible: "Tenemos que estudiar más casos". Kemper, Brudos o Dennis Rader no son ni de lejos suficiente para sentar las bases del cambio en una agencia que cada día le está cogiendo más manía a Holden. Este investigador tan especial lo sabe y se mantiene fiel a si mismo, al principio gracias a sus compañeros de peripecias Bill (Holt McCallany) y Wendy (Anna Torv), después... A pesar de ellos. De hecho el final de la primera temporada nos deja muy al borde del precipicio con un Holden cada día más aislado que parece haber perdido el camino, ¿caerá aún más en la segunda temporada o le veremos remontar?
De momento nada se sabe del argumento de lo próximo de una serie que parece haber conquistado tanto al público como a la crítica, y es que aunque Netflix no revele nunca sus números, tenemos la renovación por delante además de un 95% de puntuación de la audiencia en Rotten Tomatoes, un 95% que hace juego con el 96 resultante de las críticas recopiladas por esta web.
Una serie con nombre propio
El mismo Groff ha confesado en una entrevista con Goldderby que lo primero que le llamó la atención de 'Mindhunter' fue un nombre: David Fincher, y no es para menos porque este cineasta tiene un carrerón más que increíble a sus espaldas. Así, que el director de 'Seven', 'Zodiac', 'El club de la lucha' o 'La red social' sea el productor ejecutivo de la serie y se haya puesto tras las cámaras en 4 episodios de la primera temporada, fue uno de los factores determinantes de cara al sí de un actor que no había hecho nada ni medio parecido hasta el momento. 'Looking' o 'Glee' son algunas de las ficciones televisivas que han situado en el mapa a este intérprete que se enamoró de las escenas "psicológicas, densas e interesantes" de 'Mindhunter' a pesar de tener que estudiar como nunca para poder interpretarlas. ¿Seguirá igual de dispuesto a trabajar duro después de una primera temporada más que intensa? Esperemos que sí.
Mejores asesinos en serie del cine
Hannibal Lecter
La elegancia de un silencio que hiela la sangre como el primer día. Habita en una celda, pero parece un palacio. Conocemos sus antecedentes, su peligro, sus gustos culinarios, su sangriento potencial. Pero no podemos dejar de observarle. Nos ocurre exactamente lo mismo que a Clarice Starling, hipnotizada por unos ojos que nunca pestañean, que transmiten amenaza e inteligencia, impulso y control absoluto.
El trabajo que hizo Anthony Hopkins, inolvidable de puro impacto, elevaba a un personaje repleto de matices y complejidad al nivel de clásico. No todos los reencuentros con él han merecido la pena, por desgracia, pero seguimos temblando cada vez que recordamos nuestro primer paseo por aquel pasillo oscuro.
Asesino del Zodiaco
El asesino sin rostro. Implacable. Aterrador. Con una presencia basada de manera casi exclusiva en la invisibilidad, en la intuición, en la tensión capaz de destrozar nervios y uñas, el asesino del zodiaco recorre todos y cada uno de los fotogramas de 'Zodiac', esa obra maestra, una más, de David Fincher, que transformó el género thriller desde dentro.
Apostando por los avances que no terminen en ningún lugar, a hombros de la sospecha más inconsistente, pendiente siempre de un hilo de intriga. Un relato basado en hechos reales que juega permanentemente con el espectador de la misma forma en la que lo hace el psicópata principal. ¿Su identidad? Es lo de menos. Importa su sombra.
Jigsaw
Si nos basamos exclusivamente en la imaginación, Jigsaw es el psicópata definitivo. Pese a ser una presencia aterradora, no le ha ayudado nada formar parte de una saga que se ha estirado hasta convertirse en una parodia de sí misma, una sucesión de esperpentos gratuitos de vísceras e ideas ridículas. Pero no podemos olvidar la importancia capital que este personaje tiene dentro del género de terror, convertido en auténtico icono para toda una generación. Ni siquiera las sucesivas secuelas han sido capaces de destruir su estatus. Y mira que se han esforzado para ello.
Anton Chigurh
La importancia que pueda obtener todo buen asesino en serie de cine que se precie dependerá, en gran medida, del carisma, la personalidad y el talento del intérprete que se encargue de darle vida. Y uno de los ejemplos más evidentes y deslumbrantes de esta teoría lo encontramos en Anton Chigurh, o lo que es lo mismo, Javier Bardem pasando a la historia de los grandes villanos, Oscar incluido.
Ubicado en una película tan seca y compleja como 'No es país para viejos', el actor español conseguía el más difícil todavía, eclipsando al resto de personajes y tramas desde el hermetismo más absoluto, jugando con las cartas de su físico y presencia. La solemnidad con la que Chigurh da cada paso, la calma con la que toma cada terrible decisión, el modo en el que se mueve entre sombras inexistentes y arenas movedizas le convierten en lo que es, uno de los mejores y más enigmáticos psicópatas de las últimas décadas.
Freddy Krueger
Una de las principales capacidades que tienen los mejores psicópatas es la de colarse para siempre en tus peores pesadillas. Freddy Krueger venía con el trabajo hecho desde casa y sus múltiples apariciones en esa obra esencial del género de terror llamada 'Pesadilla en Elm Street' eran una lección constante de lo que el miedo más común debe ser. Cualquier espectador puede sentirse identificado con alguno de los jóvenes que sufrían el tormento de sus cuchillos. Lamentablemente, su éxito también tuvo consecuencias negativas, representadas especialmente en un conjunto de secuelas que se dividen en malas y terribles. Un triste final para un personaje esencial del cine de terror.
Jason Voorhees
Aunque parezca totalmente imposible, Jason es un asesino en serie tan aterrador como potencialmente tierno. Es lo que tiene conocer los orígenes de un villano marcado por una infancia repleta de abusos e insultos, de incomprensión y falta de compasión. Sus ansias de venganza y su odio hacia el mundo en general, y hacia los jóvenes con espíritu festivo y veraniego en particular, marcan la personalidad de uno de esos psicópatas que jugaron un papel esencial en el género, marcando a millones de espectadores que elevaron a 'Viernes 13', su inolvidable carta de presentación, a los altares del terror de la década de los ochenta. ¿Sus secuelas y remakes? Él era lo único rescatable de todas ellas.
John Doe
Si te llega a casa una caja con su nombre, no la abras. Es una de las lecciones más valiosos que nos dejó 'Seven', El Thriller que convirtió a David Fincher en un titán que continúa entregando clases de cine con cada una de sus películas. Interpretado por un inmenso Kevin Spacey, John Doe es uno de esos psicópata con rostro de 'parecía muy buen hombre, siempre saludaba por las mañanas' y mente de apocalípsis definitivo.
Un monstruo que ejecuta sus ideas con pulso de hierro, clavando su mirada, disfrutando cada palabra que surge de sus labios, manipulando los cerebros de sus víctimas hasta llevarles al límite más absoluto. Uno de los asesinos en serie más inolvidables de la historia del cine contemporáneo. A la altura de la película a la que pertenece.
Norman Bates
La escena que mejor resume y justifica la leyenda de Norman Bates sucede en los últimos minutos de 'Psicosis', magistral película que esconde uno de los giros más memorables de la historia del cine y que supone uno de los picos de inspiración más evidentes de la carrera de Alfred Hitchcock. En ese plano final en el que la mirada de Bates se dirige directamente hacia nosotros, acompañada por una sonrisa capaz de detener las pulsaciones de cualquier corazón y un diálogo interior cuyo eco se mantiene mucho tiempo después de los títulos de crédito, se condensa toda la esencia de un personaje inolvidable. Un asesino en serie herido, introspectivo, desafiante.
Ghostface
Siempre es un buen momento para reivindicar a Wes Craven, uno de los tipos más inteligentes, divertidos y originales del terror contemporáneo, género al que ha influido de manera definitiva. Puestos a recordar a alguno de sus personajes más memorables, está claro que Ghostface parte con ventaja. Un asesino en serie cuyo diseño fue clave para pasar a la historia, pero que contaba con algo mucho más importante que, al mismo tiempo, jugaba un papel de elemento diferenciador con el resto de competidores: el sentido del humor.
Si la saga 'Scream' ha sobrevivido al paso del tiempo es gracias a su capacidad para aterrar y divertir al espectador al mismo tiempo,un logro más que valioso. Y si un psicópata como Ghostface ha sobrevivido a 'Scary Movie' y secuelas, merece todo el respeto posible.
Sweeney Todd
Imaginad una versión maligna y cantarina de 'Eduardo Manostijeras' y podréis aproximaros a la esencia de este barbero enfermo de venganza y abrazado a la locura de los asesinatos múltiples. Su historia, narrada por un inspirado Tim Burton en esa joya infravalorada de su catálogo llamada 'Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle Fleet', conmueve y aterra a partes iguales, un logro que hubiera sido imposible de conseguir sin el compromiso y la personalidad de un actor como Johnny Depp, entregado al 200x200. Su risa manchada de sangre, su afilada navaja, sus gritos de horror y desolación, todo suma a la hora de construir un personaje deslumbrante.