La controversia generada en el rodaje de 'Misión Imposible 7' sigue dando de qué hablar. Tom Cruise ha protagonizado una de las polémicas más sonadas durante las últimas semanas, después de que The Sun filtrase unos audios del set donde el actor gritaba al equipo por no cumplir con los protocolos del COVID-19, amenazando incluso con el despido. Este suceso desató un airado debate en redes sociales y en Hollywood acerca de las formas del actor. Algunos, como George Clooney entendieron su enfado, y otros como Leah Remini tacharon el cabreo de 'estrategia publicitaria'.
La polémica ha llegado a niveles tales como el abandono del proyecto por parte de algunos miembros del equipo. Pero no son todos los que se han molestado por el arrebato de Cruise. Unas fuentes de la producción británica de la película han hablado con la revista People, donde defendieron la reacción del protagonista y productor de 'Misión Imposible 7': "Es difícil describir lo increíblemente centrado que está en hacer cada película lo mejor posible. Las entregas de 'Misión Imposible' son muy especiales para él. Son sus películas".
"Por supuesto, se lo toma como algo personal cuando no se cumple el protocolo. En todos los años de rodaje de 'Misión Imposible', nadie ha oído nunca a Tom levantar la voz. Normalmente se centra en la filmación. Sin embargo, esta película es muy diferente. Tiene que rodar mientras se asegura de que todos estén a salvo", también contaba la misma fuente que quiso centrarse en este importante asunto para hacer entender que su enfado nace de una situación muy excepcional.
Siente mucha presión
Otro de los miembros que ha salido en su defensa también hizo hincapié en la presión que está sintiendo Tom Cruise para sacar adelante su nuevo proyecto; hay mucho en juego para una producción ya muy mermada ante los varios retrasos surgidos por la pandemia: "Toda la vida de Tom es su trabajo. Siente la presión de lo aterradoras que parecen las cosas ahora, por eso no quiere más interrupciones. Hay mucho en juego. Cuando ve algo que no es profesional, quiere hacer lo correcto".
De este modo vemos que no todo el equipo echa castañas sobre su jefe. Más allá de las formas, lo importante es que todo el mundo cumpla con las medidas necesarias para velar por la salud de todos y por el buen funcionamiento del día a día, dentro de la mayor normalidad posible, mientras la vacuna llega.
