Las actrices de cine clásico se convirtieron en leyendas no sólo por sus actuaciones en las películas. Su vida personal, cómo habían llegado hasta donde estaban o lo diferentes que se comportaban antes y detrás de las cámaras siempre han suscitado curiosidad y dado lugar a numerosas habladurías. Joan Crawford está considerada una de las diez mejores actrices de todos los tiempos y, como no podía ser de otra manera, sobre ella circularon gran cantidad de curiosidades.
Ahora, 40 años después de su muerte, vuelven a salir a la luz gracias a la serie 'Feud', en que se muestra su enfrentamiento con Bette Davis, un secreto a voces entonces y que, gracias a Ryan Murphy, ahora es conocido por todos los mortales. Crawford sale peor parada en la ficción que Davis, aunque lo cierto es que ambas eran de armas tomar. Y éste no fue el único enfrentamiento que Crawford mantuvo con compañeras de profesión.
Controladora, posesiva, hecha a sí misma, con mucha personalidad y también con bastante mala leche. Esos son algunos de los adjetivos que se podrían usar para definir a Crawford, que fue una de las actrices más aclamadas de los años 30, 40 y 50 del siglo pasado y, una vez superados los 40 decidió plantar cara a la industria y no dejar de trabajar. Primero supo pasar del cine mudo al sonoro y negociar para convertirse en una de las actrices mejor pagadas de la época.
Con más de 70 películas a sus espaldas y todos los elogios habidos y por haber no deja de ser chocante que sólo tenga un Oscar (y dos nominaciones) y un Globo de Oro por su trayectoria (y otra nominación que tampoco triunfó). Luces y sombras rodean a la historia de de Crawford. Muchos datos de su vida privada no están confirmados, son rumores, lo que ha ayudado a afianzar la leyenda de que se trata de un mito. Y estas son algunas de sus curiosidades.
Curiosidades de Joan Crawford
Misteriosa muerte
No hay nada como tener una muerte misteriosa para pasar a formar parte de la crónica negra. En el caso de Crawford la versión oficial dice que murió a los 71 años por un infarto de miocardio y padecía cáncer de páncreas desde hacía tiempo. Los últimos años de su vida los pasó recluida en su apartamento de Nueva York. Pocas personas la veían y conocieron cómo pasó sus últimos meses. Pero dicen que días antes de morir regaló a su perro, al que tenía mucho aprecio. Se especuló que pudiera haberse suicidado y el hecho de haber entregado al animal que tanto quería apunta en esa dirección, que sabiendo un desenlace temprano decidió entregarlo para que se hicieran cargo de él cuando llegara el momento.
Tuvo cuatro nombres
Joan Crawford nació como Lucille LeSeur y hasta alcanzar su nombre artístico definitivo pasó por otros tres. Es habitual que la gente del espectáculo se cambie de nombre, pero lo cierto es que a ella le costó trabajo encontrar el adecuado. Nació en Kansas, donde tuvo una infancia difícil con malos tratos. Se inició en el mundo del espectáculo como corista y las malas lenguas hablaban de que había grabado una película porno antes de saltar a la fama. No es de extrañar, es algo que le ha sucedido a muchas actrices y, en su caso, le chantajearon años más tarde con hacerla pública, cuando ya era una estrella.
Creó un sistema para contestar a todos sus fans
A pesar de la mala relación que Crawford pudiera tener con gente del trabajo lo cierto es que adoraba a sus fans. Le gustaba sentirse tan amada y se lo agradecía. Contestaba personalmente todas las cartas que le enviaban sus seguidores. En una época en que no existían redes sociales y todo se hacía a través del correo postal es de presuponer que no era nada fácil y que debía llevarle una parte considerable de su tiempo. Llegó a crear un sistema de varios empleados para poder atender toda la correspondencia que recibía.
Sus trucos de belleza
Hoy en día quien más y quien menos ha escrito un libro, pero hace 50 años no era nada tan habitual que los famosos dejaran por escrito sus pensamientos o tácticas. En el caso de Joan Crawford, considerada una auténtica belleza y ejemplo a seguir para muchas mujeres, así fue. Escribió dos libros en los que contaba sus secretos de belleza y hablaba de cómo mantener la postura o qué hacía para mantener su esbelta figura. Tenía muy buena cabeza para los negocios y cuando no la llamaban para participar en películas explotó esta faceta.
Jefa de Pepsi-Cola
Se casó cuatro veces y tuvo muchísimos amantes, entre ellos Clark Gable. Se divorció tres veces y el último esposo falleció dejándola viuda. Era Alfred Nu Steele presidente de Pepsi-Cola, y, además de legarle un nuevo estado civil le dejó un puesto en la mesa directiva de dicha empresa. Existe mucha rumorología acerca de su vida sexual. Se dice que también tenía relaciones con mujeres, algo que en la época no era socialmente aceptado. Cuenta la leyenda que su control lo llevaba también a la cama y que obligaba a sus amantes a firmar contratos de confidencialidad.
Madre soltera y polémica
Tuvo cuatro hijos, todos ellos adoptados. De hecho los adoptó siendo madre soltera en varios casos, algo que por aquel entonces no estaba siquiera permitido. De ahí que surgieran numerosos rumores ante la posibilidad de que no siguiera los trámites reglamentarios y comprara bebés. La relación con sus hijos no fue demasiado buena. Especialmente tensa fue con la primera, Christina Crawford. La primogénita llegó a escribir un libro, 'Queridísima mamá', en que no la deja en buen lugar. Denuncia abusos y retrata a una madre muy diferente ante la prensa y en casa, con vejaciones y sistemas correctivos que hoy en día servirían para retirarle la custodia de todos los hijos. Desheredó a Christina y Christopher, sus dos primeros hijos, por motivos que nunca trascendieron pero evidencian que la relación no era buena. "Ellos saben por qué", dejó escrito. La primogénita se cobró la herencia con lo mucho que recaudó el libro.
Dunaway le dio vida
Jessica Lange ha dado vida a Crawford, pero no ha sido la única. Ya la pudimos ver convertida en personaje hace más de 30 años. El libro de Christina Crawford tuvo tal éxito que se llegó a inspirar una película. En esa ocasión fue Faye Dunaway quien le dio vida, papel que años más tarde lamentó haber cogido.
Recogió el Oscar en la cama
Crawford ganó un Oscar, en 1945, por 'Alma En Suplicio', pero no fue a recogerlo. Montó todo un espectáculo, probablemente en previsión de que no le tocara y no tener que pasar por ese momento ante personas de la profesión. Dijo que tenía neumonía y que no podía ir. Acto seguido se metió en la cama y cuando le dijeron que había ganado se levantó para peinarse y maquillarse y volvió a meterse bajo las mantas para recibir el Oscar, de esa guisa, ante la prensa. Esa estatuilla se vendió años después por casi medio millón de dólares. En 1963 recogió un Oscar, pero no lo ganó ella, sino Anne Brancoft. Era una de las nominadas, junto a su archienemiga Bette Davis, y Crawford se ofreció para cogerlo en su lugar consiguiendo la ansiada foto con el hombre dorado, y que éste no fuera para Davis.
Mítico enfrentamiento con Betty Davis
Era público y notorio, las dos tenían una fuerte personalidad y no se caían bien. Eran muy diferentes, pero al tiempo muy parecidas y en cuanto empezaron a grabar '¿Qué Fue De Baby Jane?' todo explotó por los aires, algo que desde el punto de vista del márketing no les vino nada mal para vender entradas, pero también hizo que la imagen de ambas se debilitara, pues ninguna de las dos salía bien parada. Cuando aún no se habían calmado las cosas volvieron a trabajar juntas en 'Canción De Cuna Para Un Cadáver'. El enfrentamiento iba a más: no rodaban juntas, tiraban de dobles y cuando Crawford no consiguió lo que quiso se ingresó en un hospital fingiendo estar enferma. El estudio decidió sustituirla por Olivia de Havilland y ni se tomaron la molestia de avisarla, se enteró oyéndolo en la radio.
También se llevaba mal con Norma Shearer
Betty Davis no es la única compañera con la que Crawford se llevara a matar, aunque éste fuera su enfrentamiento más notorio. No soportaba a Norma Shearer, a la que acusaba de conseguir los mejores papeles debido a que estaba casada con un directivo de MGM. Shearer fue nominada al Oscar por 'Un Alma Libre', una película que en un principio iba a protagonizar Crawford. Trabajaron juntas en 'The Women', donde su enfrentamiento llegó al punto de que los responsables tuvieron que intervenir y pedir a Crawford que saliera del plató cuando su compañera grababa, porque se dedicaba a tejer muy fuerte en sus escenas para molestar y distraer.