Patrick Dempsey cumple 50 añazos (¡Felicidades, Patrick!) y para qué engañarnos, está en plena forma desde que dejó 'Anatomía de Grey'. Y no por qué el famoso personaje esté SPOILER muerto FIN DEL SPOILER su buena suerte ha terminado: parece que abandonar la serie que lo lanzó al Olimpo de las estrellas televisivas lo ha vuelto a situar en el mapa cinematográfico.
Con el proyecto de la secuela de 'Encantada' rodando por los despachos, el estadounidense también formará parte del regreso de...¡tarán! la mismísima Bridget Jones. Junto a los inolvidables Colin Firth y Renée Zellweger de las dos primeras entregas, la tercera promete ofrecer otra buena dosis de humor y patetismo. Mientras tanto, repasamos algunos de los momentos inolvidables que hemos vivido junto al actor.
Porque a ver, cierra los ojos. Y piensa en un médico. Vale, no, el Dr. House no vale, se me ha olvidado decir que pienses en un médico guapísimo. Guapísimo y tierno y amable y sensible y que trabajaba en un hospital de Seattle.
¡No! ¡Estamos hablando del Doctor Shepherd!
Perdonanos, Patrick, la broma no ha tenido ninguna gracia. Todos sabemos que si George Clooney fue el héroe de los años 90 que salvó a medio país en bata blanca durante la emisión de 'Urgencias', Dempsey cogió el relevo y forjó otro mito médico de la televisión. Pero ya nos había enseñado muchísimos años antes que tenía madera de "buen chico", de perfecto romántico y estereotípico galán, con mirada triste y media sonrisa.
Y si en 'No puedes comprar mi amor' fruncía ceño ya con 20 años, unos cuantos después su intensidad ocular y su pestañeo cabizbajo lo convertirían en el favorito de la audiencia. Nos referimos a esto: "La hundiste. Le enseñaste una y otra vez que nada de lo que ella hiciera, nunca, sería suficiente."
o a esto: "Te vas muriendo. Te vas muriendo por dentro, porque si de verdad lo sientes, si te permites a ti mismo sentirlo, entonces no hay forma de volver atrás. No la hay."
Derek Shepherd era unas auténticas castañuelas. Pero parte de esa tristeza que nunca dejaba de abandonar sus profundísimas pupilas, se transformaba en un delicado romanticismo de los clásicos, de los de una sonrisa de seducción imparable
-¡BAM, PREÑADA!- y cosquillas en la cama.
Quita, Ellen Pompeo, que ya tuviste tu momento. Bueno, muchos momentos. Porque en la serie el actor fue subiendo puestos en el ranking de lo más cursi, peldaño de algodón de azúcar a peldaño de algodón de azúcar. El guión de la trama creada por Shonda Rhimes avanzaba con paso firme entre velas en la bañera
y hasta velas sobre el césped.
Dibujarle a tu amor el plano de vuestra futura casa en común bien vale diez horas alineando cirios, mucha frustración porque el viento apaga las llamas -no, no es metáfora de nada- y hasta un ocasional incendio. ¡Cuidado, Derek!
Todos sabíamos que pese a las lágrimas continuas
y las rupturas y reconciliaciones interminables: "Algunos días la echo tanto de menos que no sé si voy a lograrlo."
Patric Dempsey era un poco el James Stewart de 'Vértigo' (insistente al menos, seguro) mezclado con un poco del Humphrey Bogart de 'Casablanca' (toque canalla y cabizbajo) y una gran parte del Kristoff de 'Frozen' (solo tiene que mejorar un poco, un detalle menor); una combinación exclusiva que daba como resultado al perfecto héroe, ganador de la medalla de oro al AMOR: "Quiero casarme contigo. Quiero tener hijos contigo. Quiero construir una casa. (Estaba obsesionado con las casas.) Quiero estar contigo y envejecer juntos. Quiero morir cuando tenga 110 años, en tus brazos. No quiero 48 horas ininterrumpidas, quiero una vida entera."
*snif*
No solo durante su estancia en el hospital de Seattle demostró tener además un increíble sentido del humor y muchas ganas de reírse de sí mismo
-¿Lo oís? me está creciendo un útero-, en su otro rol más famoso, el príncipe contemporáneo de 'Encantada', el cuento que empieza animado y termina animadísimo entre canciones y brujas con plataformas y hacendosas ratas, se embarcó en una aventura muy divertida que vale, también lo coronó como el rey de los besos.
Aparta, Amy Adams. Y es que Dempsey es sexy.
Muy sexy.
Ubersexy, metasexy, ultrasexy. ¿"Sexísimo" existe? The sexiest.
¡Los años no pasan por ti, Patrick! Brindemos por otros 50 juntos.