Trabajar en la industria del cine no es fácil. La sobreexposición, la inestabilidad y las críticas puede ser demasiado en algunas ocasiones. Por todos esos motivos son muchas las personas que deciden dejarlo todo atrás, incluso después de haber estado en la cima. Ese es el caso de Mónica Cervera quien, después de trabajar con grandes nombres como Carmen Maura, Lola Dueñas, Ángela Molina o Najwa Nimri, decidió alejarse de los focos para comenzar una nueva vida.

Ocho años después de su último trabajo, el nombre de la actriz ha vuelto a llenar los titulares de la prensa española aunque, esta vez, por un motivo bastante alejado de su carrera artística. La andaluza ha sido detenida por un delito contra el patrimonio. Aunque en estos momentos se desconocen más detalles, sabemos que desde el lunes 17 de febrero se encuentra en prisión provisional en el centro penitenciario de mujeres de Alhaurín de la Torre.
Hace poco más de un año supimos que la actriz se encontraba viviendo en las calles de Málaga. En una entrevista con Semana, Cervera explicó que esto había sido decisión suya. "Quiero que me dejen en paz y vivir como he elegido vivir", aseguraba la que fue actriz cuando le preguntaban los motivos por los que dormía a la intemperie pese a tener un domicilio en el que vivir.
Carrera breve pero intensa
Cervera comenzó su carrera profesional en 2001 formando parte del reparto de 'Manos a la obra'. 'Piedras' y 'Octavia' vinieron después, aunque fue 'Crimen Ferpecto' la que hizo que estuviese en el punto más alto de su carrera. La película de Álex de la Iglesia convirtió a la malagueña en una de las candidatas para el Goya a mejor actriz revelación.
Después de eso continuó trabajando en la industria hasta que se despidió de esta en 2016. Su papel como hermana de Amador Rivas (Pablo Chiapella) en 'La que se avecina' fue el último en el que pudimos verla. "No quiero que me nombren la palabra televisión ni cine. Estuve ahí en su día, pero no pienso volver nunca. Estoy bien como estoy. No quiero hablar de ese pasado", explicó la actriz en su conversación con la revista Semana, dejando claro que su cambio de vida había sido una decisión meditada.