A juzgar por series como 'Sense8', 'Sex Education' o 'Élite', Netflix es una productora preocupada por representar la diversidad y dar visibilidad a las minorías. Como empresa también exige de sus empleados valores parecidos, estipulando en su cultura corporativa que los trabajadores deben intervenir si ven que alguien está siendo marginalizado y colaborar con personas de diversos antecedentes y culturas.
Esta semana esa cultura se ha visto zarandeada internamente con lo que está ocurriendo alrededor del nuevo monólogo de Dave Chappelle. El cómico hace bromas sobre la comunidad trans en su último especial de "stand-up" titulado 'The Closer', poniendo en entredicho el concepto de identidad de género, asegurando que "el género es un hecho" y declarándose "equipo TERF" en solidaridad con J.K. Rowling.
Estas declaraciones han sido criticadas desde el pasado 5 de octubre, fecha en que se estrenó el monólogo en la plataforma. Entre los que denunciaron el contenido supuestamente tránsfobo están la asociación LGTBIQ+ GLAAD y la showrunner de 'Queridos blancos' Jaclyn Moore. "[Netflix] es una cadena que ha sido mi hogar. He amado trabajar allí. No volveré a trabajar con ellos mientras sigan publicando y beneficiándose de contenido evidente y peligrosamente tránsfobo", publicaba en Twitter la guionista trans.
En el centro de la controversia se ha encontrado Terra Field, empleada de Netflix, ingeniera y mujer trans, que dos días del estreno del monólogo publicó un hilo en Twitter denunciando su contenido. "Trabajo en Netflix. Ayer lanzamos otro especial de Chappelle en el que ataca a la comunidad trans y la propia validez de lo trans, mientras nos intenta enemistar con otros grupos marginalizados", aseguraba.
Este martes Variety publicó que Field y otros dos empleados más habían sido suspendidos por intentar colarse en una reunión de altos ejecutivos. Un portavoz de la empresa aseguró que la suspensión no fue debida a los tuits críticos de la empleada: "Es totalmente incierto decir que hemos suspendido a ningún empleado por tuitear sobre este título. Animamos a nuestros empleados a que muestren abiertamente su desacuerdo y apoyamos el derecho a hacerlo".
La empresa no ha tardado en readmitir a los empleados, según cuenta The Hollywood Reporter. La propia Field lo contó en su cuenta de Twitter: "Netflix me ha readmitido tras determinar que no tenía mala intención cuando me presenté en la reunión de análisis del cuatrimestre". La ingeniera compartía una imagen del mensaje que le envió Netflix tras una investigación: "[Hemos determinado que] sinceramente no pensabas que hubiera nada malo al intentar acceder a esta eunión. Además, al compartir un Director el enlace te dio a entender que era una reunión a la que podías asistir".
La respuesta de Ted Sarandos
Pero el tema está lejos de acabarse. El monólogo de Dave Chappelle vuelve a plantear un debate sobre los límites de la libertad de expresión, la ofensa y la protección de colectivos marginalizados. Sin embargo, el presidente de Netflix Ted Sarandos tiene muy clara la respuesta: están del lado del cómico.
Sarandos ha enviado un comunicado interno a los empleados de Netflix explicando que los monólogos son títulos muy vistos por los clientes, y que si bien el contenido de algunos especiales de "stand-up" puede herir sensibilidades, precisamente su objetivo es expandir las fronteras de lo políticamente correcto. Este es el comunicado de Sarandos, al que pudo acceder Variety:
"Chappelle es uno de los cómicos de «stand-up» más populares hoy en día, y nosotros tenemos un longevo trato con él. Su último monólogo 'Stick & Stones', también controvertido, es nuestro especial de «stand-up» más visto, que más se pega y que más premios ha ganado hasta el momento. Como con el resto de nuestros creadores, trabajamos muy duro para apoyar su libertad creativa, incluso aunque esto signifique que siempre habrá contenido en Netflix que algunas personas consideren hiriente como 'Guapis', 'Por trece razones' o 'My Unorthodox Life'.
Muchos de vosotros habéis preguntado dónde dibujamos la línea en cuanto al odio. No permitimos títulos en Netflix que estén diseñados para incitar odio o violencia, y no consideramos que 'The Closer' cruce esa línea. Reconozco, sin embargo, que distinguir entre comentario y ataque es difícil, especialmente en los monólogos, que existen para expandir límites. Algunas personas encuentran que el arte del «stand-up» tiene malas intenciones pero nuestros miembros lo disfrutan, y es una parte importante de nuestra oferta de contenido.
(...) Particularmente en la comedia de «stand-up», la libertad artística es obviamente un estándar muy distinto al de la libertad de expresión que le permitimos a nuestros empleados, ya que el objetivo es diferente: entretener a la gente en vez de mantener un ambiente de trabajo respetuoso y productivo".