La 89ª edición de los Oscar ha estado llena de polémicas y nos ha dejado uno de los errores más graves de la historia de los premios de la Academia. La cagada en la entrega del premio a la mejor película ha tenido consecuencias y una de ellas es la falta de tiempo que tuvieron que sufrir director y productores de la verdadera ganadora.
El director de 'Moonlight', la ganadora del Oscar a la mejor película, ha dado a conocer el poderoso discurso que quería ofrecer en la gala. Tras el error, los productores y el director de la película terminaron corriendo con sus discursos de agradecimiento en medio de una nube de confusión, tras saber que 'La ciudad de las estrellas: La La Land' había sido nombrada erróneamente la ganadora de la noche.
Ahora que todo ha vuelto a la calma, Barry Jenkins, director del film, ha compartido las palabras que tenía preparadas en caso de hacerse con el galardon. Su discurso improvisado fue breve pero poderoso, aunque Jenkins tenía la intención de hablar sobre su conexión personal con la película y con su personaje principal, Chiron.
Tanto Jenkins como la productora Adele Romanski se apresuraron a dar sus agradecimientos, dado que el equipo de 'La La Land' había consumido parte de su tiempo. El discurso que tenía preparado el director decía así: "Tarell (Alvin McCraney) y yo somos Chiron. Nosotros somos ese chico. Y cuando ves 'Moonlight' no asumes que un chico que creció como y donde lo hicimos crecería y haría una obra de arte ganadora de un Oscar. Lo he contado muchas veces y he tenido que admitir que yo mismo me puse esas limitaciones, me negué ese sueño. No tú, nadie más, yo mismo. Así que, a cualquiera que vea esto y se sienta reflejado en nosotros, que sea un símbolo, una reflexión que te lleve a amarte a ti mismo. Porque al hacerlo puede que sea la diferencia entre soñar y de alguna manera y por la gracia de la Academia, realizar sueños que nunca te permitiste tener. Mucho amor".
Los niños de 'Moonlight' son los héroes de su colegio
Los niños de la ganadora a la mejor película en la reciente y accidentada gala de los Oscar deben estar alucinando con todo lo que están viviendo a lo largo de estos días; pero como niños que son, tiene que regresar a la normalidad y volver a sus clases en el colegio.
Jaden Piner y Alex R. Hibbert, dos de los niños actores de la película, fueron recibidos como héroes en su regreso a la escuela en la que ambos estudian en el norte de Miami. En una rueda de prensa, Piner, que interpreta a Kevin en la película, afirmó que tanto él como su amigo Alex, que da vida a Chiron, el personaje protagonista del film, sienten que estos días todo es maravilloso.
Ambos son alumnos del colegio público Norland, en Miami y parece que allí se sienten muy orgullosos de ellos. El centro académico engalanó su entrada con un letrero de agradecimiento que daba la enhorabuena a 'Moonlight' por sus tres Oscar, además de incluir una emotiva frase que decía "Los valores importan". Los dos jóvenes actores de 12 y 13 años llegaron a 'Moonlight' gracias a Tanisha Cidel, la profesora de Artes Escénicas de la escuela que también tuvo un pequeño papel en Moonlight. Ella informó a sus alumnos de las audiciones para una película de bajo presupuesto. ¡Todo es posible!
Errores y momentos incómodos de la historia de los Oscar
Adele Dazeem
La ceremonia de los Oscar de 2014 nos dejó un breve momento del que no se pudo parar de hablar durante días. John Travolta salió al escenario para presentar a Idina Menzel, que estaba en el Dolby Theatre para cantar el tema musical nominado al Oscar 'Let It Go', de 'Frozen: El reino del hielo'. Sin embargo, Travolta pronunció mal el nombre de la actriz y cantante, a la que llamó "Adele Dazeem". Claro que lo de "pronunciar mal" es quedarse corto, porque Travolta le cambió el nombre casi por completo.
Posteriormente, el actor explicó la equivocación echándole "la culpa" a Goldie Hawn: "Estaba en el backstage antes de la actuación y me encontré con Goldie Hawn. Es muy sexy, carismática y bella, así que me quedé impresionado, la abracé, la llené de amor y se me olvidó lo que tenía que hacer. Entonces me dijeron, 'Te toca salir. Ah, por cierto, hemos cambiado el nombre de Idina a su forma fonética', y yo dije '¡Espera! ¿Qué?' y entonces tuve que salir. Una vez allí pensé '¿Qué nombre es ese?'. Era la forma fonética y yo no la había ensayado así". Pero el daño estaba hecho y los memes ya corrían como la pólvora. Incluso se creó un generador de nombres "travoltizados".
Al año siguiente, Travolta tuvo su oportunidad para redimirse saliendo al escenario junto a Menzel, sin embargo, ese momento fue incluso más incómodo que el del año pasado, con el actor haciendo carantoñas y tocando la cara de Idina de la forma más babosa. Raro, raro, raro.
Jennifer Lawrence se cae (dos veces)
Allá por 2013, que Jennifer Lawrence metiera la pata o se cayera en público era todavía sorprendente. La actriz subió a recoger su Oscar a mejor actriz por 'El lado bueno de las cosas' y se tropezó con su vestido blanco en las escaleras del escenario, cayendo semi-sentada sobre ellas. Menos mal que Jean Dujardin se encontraba en primera fila y acudió raudo y veloz a auxiliarla. Al año siguiente, Lawrence se volvió a caer, esta vez en la alfombra roja, ganándose así merecidamente su fama de patosa.
Eso sí, más que incómodas, las caídas de la actriz sirvieron para divertir al público y aumentar esa aura de chica normal y adorable que la llevó a convertirse en una de las estrellas más queridas de Internet. Qué tiempos aquellos...
Julia Roberts se abalanza sobre Denzel Washington
Por si no fuera suficiente con el empalagoso y excesivamente alargado discurso de agradecimiento de Julia Roberts por 'Erin Brockovich' en 2001 (en el que ni siquiera dio las gracias a la propia Brockovich), al año siguiente la actriz protagonizó otro momento de vergüenza ajena en la gala al anunciar al ganador del Oscar a mejor actor, Denzel Washington. Una Roberts exaltada de más lo anunció de esta manera: "Y el Oscar es para... ¡Amo mi vida! Denzel Washington". Después del discurso, Roberts saltó sobre el actor, que tuvo que salir del escenario con ella en peso. Denzel intentó disimular lo incómodo que estaba por la exagerada muestra de cariño de la actriz, pero no lo consiguió del todo.
¿Niñas sordas?
En 1976, Louise Fletcher subió a recoger su Oscar a mejor actriz y dedicó parte del discurso de agradecimiento a sus padres sordos, a quienes se dirigió haciendo uso de la lengua de signos. El momento fue tan emotivo, que la Academia decidió incluir esta lengua en la ceremonia del año siguiente. Once niñas de la clínica para sordos John Tracy salieron al escenario para acompañar a Debby Boone en su actuación de la canción nominada 'You Light Up My Life'. Sin embargo, ninguna de las niñas era sorda y además no dominaban la lengua de signos, por lo que las palabras no coincidían con las que Boone cantaba. Después del "espectáculo", en vez de disculparse, la Academia se justifició diciendo "es que nadie dijo que las niñas fueran sordas. Además, fue un doctor de la clínica quien las escogió". Bravo.
'We Saw Your Boobs'
En el caso de la gala de 2013, no fue tanto que hubiera errores ténicos o fallos del directo. Es que el número musical de apertura del políticamente incorrecto Seth MacFarlane provocó una auténtica ola de bochorno entre el público allí presente, creando así uno de los momentos más incómodos de la historia reciente de los premios. El presentador arrancó la gala con la canción 'We Saw Your Boobs' ('Te hemos visto las tetas'), en la que enumeraba a las actrices que habían aparecido en topless en el cine ese año. El número ofendió a mucha gente, especialmente a Charlize Theron, cuya cara cuando MacFarlane la menciona es un poema. Claro que no fue motivo suficiente para enemistarlos, y poco después la actriz trabajaría a sus órdenes en 'Mil maneras de morder el polvo'.
Haciendo un Kanye
Poco después de que Kanye West interrumpiera el discurso de Taylor Swift en los MTV Video Music Awards de 2009, algo parecido ocurrió en los Oscar. Fue en 2010, cuando Elinor Burkett, exproductora del cortometraje documental ganador del Premio de la Academia 'Music by Prudence', interrumpió al director, Roger Ross Williams, que apenas había empezado su discurso de agradecimiento. Burkett, que tuvo la idea para el documental pero fue despedida de la producción, eclipsó al director diciendo encendida: "El hombre nunca deja hablar a la mujer. Qué clásico, ¿verdad?". Un sector del público sonreía y aplaudía la osadía de la productora, pero la tensión se podía cortar con un cuchillo.
Marlon Brando rechaza su Oscar
Uno de los momentos más tensos de los Oscar se vivió en 1973, cuando Marlon Brando ganó el premio a mejor actor por 'El Padrino', pero no acudió a la gala. En su lugar, el actor envió a la activista nativa americana Sacheen Littlefeather, que procedió a pronunciar un discurso denunciando la imagen que los medios daban de los nativos americanos, y rechazó el premio en nombre de Brando. El momento fue recibido con aplausos, pero también con abucheos por parte de la audiencia.
Primeros Oscar televisados
La primera vez que la ceremonia de los Oscar se emitió por televisión, en 1953, no todo fue como la seda precisamente. Además de que un gran número de ganadores no habían acudido a la ceremonia, esta estuvo llena de momentos tensos. Uno de ellos fue cuando John Wayne tuvo que subir al escenario a recoger el Oscar de Gary Cooper, que había ganado a mejor actor por 'Solo ante el peligro, una película que el propio Wayne detestaba por ser una alegoría de las listas negras de Hollywood. Aunque Wayne lo disimuló con educación y savoir faire.
Pero el peor momento de la noche fue cuando 'El mayor espectáculo del mundo', de Cecil B. DeMille, ganó el Oscar a mejor película, a pesar de estar considerada como la peor de las candidatas. Según el libro 'Inside Oscar', de Mason Wiley y Damien Bona, cuando se anunció a la ganadora durante la retransmisión televisiva, además del tímido aplauso de reacción, se puede oír "¿Quién decide estas cosas?".
El discurso abucheado de Michael Moore
En 2003, 'Bowling for Columbine' ganó el Oscar a mejor documental. Su director, Michael Moore, dio un incendiario discurso de agradecimiento con fuerte carga política, en el que arremetió contra el presidente George W. Bush. Sin embargo, sus palabras fueron enmudecidas por los fuertes abucheos y gritos de los asistentes a la gala. Moore terminó su discurso a la fuerza cuando la orquesta empezó a tocar para que el director abandonase el escenario, pero no lo hizo sin antes gritar varias veces "¡Debería darle vergüenza, Sr. Bush!". Un espectáculo en el peor sentido de la palabra.
Rosalind Russell cree haber ganado
Después de haberlo perdido dos veces, todo el mundo esperaba que Rosalind Russell ganara el Oscar en la edición de 1947. Incluida ella. La actriz estaba nominada por 'A Electra le sienta bien el luto', y todos le habían dicho que a la tercera va la vencida. Russell estaba tan convencida de que el Oscar era el suyo, que se levantó antes de que dijeran su nombre... Y no dijeron su nombre. La ganadora fue Loretta Young, por 'Un destino de mujer', dejando a Russell con un palmo de narices. Eso sí, ambas actrices fueron fotografiadas abrazándose en una fiesta posterior a la gala, así que todo terminó con buen pie.
Un exhibicionista en el escenario
En la ceremonia de 1974, justo antes de que el presentador David Niven diera paso a Elizabeth Taylor para presentar el premio a mejor película, el fotógrafo y activista por los derechos de los homosexuales Robert Opel corrió desnudo por el escenario haciendo el signo de la paz. El streaking era algo común en los 70, de ahí quizá que Niven permaneciera casi impasible ante la sorpresa mientras los presentes reaccionaban a carcajadas (incluida Taylor). El presentador continuó su trabajo bromeando: "Señoras y señores, esto era algo que tenía que pasar. Pero, ¿no es fascinante que la única risa que ese hombre va a provocar en su vida sea desnudándose y mostrando sus limitaciones?". Después del incidente, se reforzó la seguridad en la ceremonia para los próximos años.
El Frank equivocado
La que es probablemente la mayor pifia de los Oscar hasta el gran Oscargate de 2017 tuvo lugar en la sexta edición de los Premios de la Academia, en 1933. El presentador del premio a mejor director, Will Rogers, tuvo la gran idea de anunciar al ganador diciendo tan solo su nombre de pila: "Ven a por él, Frank", dijo escuetamente Rogers tras abrir el sobre. El problema es que había dos Frank nominados, Frank Capra por 'Dama por un día' y Frank Lloyd por 'Cabalgata'. El primero creyó que Rogers se refería a él y se dirigió al escenario, pero entonces se aclaró que el ganador era realmente Lloyd. Más tarde, Capra describió el humillante momento de volver a su asiento como "el recorrido más largo, triste y devastador de mi vida. Ojalá hubiera podido arrastrarme debajo de una alfombra como un miserable gusano. Cuando volví a mi silla me sentí como uno. Todos mis amigos estaban llorando en nuestra mesa".
El lío de 'Moonlight' y 'La La Land'
Por muchas equivocaciones, momentos vergonzosos, fallos del directo o situaciones incómodas vividas en los más de 80 años de los Premios de la Academia, nada puede compararse al gran fiasco de 2017. La que fue una gala correcta y sin incidencias terminaba con un giro sorpresa final digno de una película de M. Night Shyamalan cuando Warren Beatty y Faye Dunaway anunciaban erróneamente a la ganadora a mejor película. Debido a una confusión con los sobres, Beatty acabó con el correspondiente a mejor actriz (Emma Stone por 'La ciudad de las estrellas: La La Land') en sus manos, lo que llevó a que Dunaway declarara ganadora a la película de Damien Chazelle, cuando en realidad el premio era para 'Moonlight'.
Chazelle y su equipo se subieron al escenario para agradecer el galardón y a mitad del discurso, el productor de 'La La Land' Jordan Horowitz advirtió del error y anunció a la ganadora ante el estupor de los allí presentes y los espectadores en casa, ofreciéndose a entregar él mismo la estatuilla a los productores de 'Moonlight'. La ceremonia terminó en el más absoluto caos, con los equipos de 'La La Land' y 'Moonlight' mezclados en el escenario, una situación embarazosa para 'La La Land' y una victoria agridulce para 'Moonlight'. Sin duda uno de los momentos más escandalosos y, por qué no decirlo, emocionantes, que se han vivido en una retransmisión televisiva en directo.